Según un informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, Argentina experimentó una notable pérdida de empleos formales en el último año, con un retroceso de 246.163 puestos de trabajo. Este declive se produjo en el contexto de las políticas de ajuste fiscal, que también resultaron en la desaparición de 13.216 empleadores o “unidades productivas”.

Los sectores más afectados por esta pérdida de empleo fueron la construcción, la industria manufacturera y el sector público.

La paralización de la obra pública y privada tuvo un impacto significativo en la construcción, donde se perdieron 1.328 empresas y 71.338 empleos. Mientras que en el sector público, la Administración Pública, Defensa y Seguridad Social experimentó una reducción de 78.412 empleados asegurados.

Otros sectores también sufrieron pérdidas, aunque en menor medida. Por ejemplo, en la industria manufacturera, el número de empresas disminuyó de 49.722 a 48.665, y el de trabajadores de 1.215.614 a 1.186.968. En el sector de la enseñanza, la reducción de empleadores pasó de 8.794 a 8.608, y los empleados de 791.592 a 789.922. Por último, el empleo doméstico también experimentó una caída, pasando de 532.692 a 510.755.

A pesar de la tendencia generalizada a la baja, algunos sectores mostraron cierta resistencia. En el comercio, por ejemplo, el número de empresas disminuyó ligeramente, pero hubo un leve repunte en el número de trabajadores. Por su parte, en el sector agrícola, el número de empleadores también aumentó, aunque la cantidad de trabajadores asegurados se redujo.