
La interna entre la ex presidenta Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof atraviesa días claves a medida de que se acerca la fecha para definir tanto la suspensión de las PASO como el posible desdoblamiento de la elección en el distrito.
La Legislatura bonaerense debería tratar el próximo jueves la suspensión de las PASO, tal como quiere Kicillof, aunque todavía no hay acuerdo entre los distintos sectores del peronismo debido al rechazo del kirchnerismo a la posibilidad de modificar las reglas electorales en su principal bastión.
En un diálogo a tres puntas, Kicillof venía conversando las últimas semanas con el jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, y con el ex candidato presidencial Sergio Massa sobre el formato electoral.
Intempestivamente y sin aviso, La Cámpora rompió esa mesa de diálogo al presentar en el Senado bonaerense el proyecto de elecciones concurrentes, para que los comicios provinciales se desarrollen el mismo día de las elecciones nacionales.
En La Plata olfatearon extorsión y cayó como una declaración de guerra, lo que tensó el conflicto a una situación casi sin retorno.
El espíritu detrás de esta toma de posición del kirchnerismo a favor de las elecciones concurrentes es que no se compartimenten las campañas y que Cristina Kirchner tenga una influencia decisiva en cada una de las listas, del primero al último distrito de la provincia de Buenos Aires.
Como respuesta a esa arremetida, Kicillof dio un ultimatum hasta el jueves próximo para que la Legislatura bonaerense defina sobre el proyecto de suspensión de las PASO, cuya aprobación le dejaría al gobernador las manos libres para anunciar el adelantamiento electoral.
Ese mismo día, un sector del peronismo que respalda a Kicillof, y que encabeza el dirigente social Daniel Menéndez, de Barrios de Pie, llevará adelante un acto en La Plata en apoyo al liderazgo del mandatario provincial.
El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, contestó que el proyecto del kirchnerismo de las elecciones concurrentes es “anticonstitucional” porque pretende inmiscuirse en una competencia exclusiva del Poder Ejecutivo, a la vez que lo calificó de “inviable” por la convergencia de dos sistemas de votación, es decir, Boleta Única de Papel y boleta tradicional.
Como parte de esa interna, fuentes interesadas dejaron correr la versión, nunca confirmada, de que la ex mandataría no descartaría ser candidata a diputada provincial si es que Kicillof ratifica su decisión de desdoblar y adelantar las elecciones provinciales, según publicó Noticias Argentinas.
De plasmarse, esta jugada de Cristina Kirchner podría leerse en un doble plano: por un lado la búsqueda de fueros parlamentarios antes de que la Corte Suprema pueda resolver la causa Vialidad, por la que fue condenada en segunda instancia; y por otro lado la feroz pelea por la conducción del peronismo bonaerense y nacional que libra con su ex discípulo.
En el plano político, si Cristina Kirchner fuera candidata, generaría una reacción en cadena de alineamientos con efecto dominó que complicaría los planes de Kicillof de apoderarse de la estrategia y la lapicera para definir las listas.
A Kicillof, en cambio, el desdoblamiento le permitiría plebiscitar su gestión provincial al romper con la polarización que siempre se plantea cada vez que Cristina Kirchner es candidata.