Título: Che, el argentino
Título alternativo: Che
Título original: The Argentine
Director: Steven Soderbergh
Productor: Laura Bickford – Steven Soderbergh- Benicio Del Toro
Guión: Peter Buchman
Actores: Benicio Del Toro, Elvira Minguez, Julia Ormond, Jorge Perugorria,
Demian Bichir, Rodrigo Santoro, Benicio Del toro, Victor Rasuk, Edgar Ramirez,
Catalina Sandino Moreno, Santiago Cabrera, Unax Ugalde
Música: Alberto Iglesias
Año: 2008
Duración: minutos
País: EE.UU. - Francia- España
Género: Drama – épico - biográfica
Estudio: Estudios Picasso, 20th Century Fox
Primera parte de la vida política del mítico guerrillero
Ernesto “Che” Guevara. Steven Soderbergh, director del film, sentenció:
“nadie puede hacer del Che, pero tratemos…”. El que trató y cumplió con
creces fue su protagonista Benicio Del Toro.
“Che, el argentino”, es la primera de las dos partes que
tendrá la película. La historiografía parte de 1955, en la Cuba liderada por el
dictador Fulgencio Batista, quien asaltó el poder político de la isla, tras un
golpe de estado. La misma concluye con Guevara, entrando victorioso a la ciudad
de Santa Clara (último bastión de las fuerzas del régimen). La segunda entrega
de la saga, “Che, guerrilla”, llegaría para enero.
Primer elemento trascendente a rescatar en la representación
fílmica: la revalorización de la “antropología guevariana”. La dimensión
humana del Che, por sobre los demás elementos en juego. La cámara capta el
volumen ético del argentino, mediante diálogos aleccionadores. Ora reprendiendo
a sus subordinados por hurto de un vehículo; ora por no hacer la tarea escolar,
un soldado analfabeto (a quien le impartía clases particulares), mediante la
consigna: “un pueblo ignorante, es un pueblo fácil de engañar y manipular”. La
moraleja pedagógica estará siempre presente en su discurso.
La épica narrativa, tiene fuertes contrapuntos y no escapa
a la embestida de la crítica, por la metodología revolucionaria. Mediante
planos generosos, propicia momentos de tensión al espectador. La tragedia de
sendos fusilamientos, patentizan la estética, movilizando el significado de lo
visto. La deontología del Che, no acepta el llamado “falso espíritu
corporativo”. Por aquello que si un soldado revolucionario practica robos,
violaciones seguidas de muerte, será suya, la justicia sumaria capital. El
juicio popular revolucionario, no es vivido como una provocación al público.
Abriendo el debate sobre la vida y muerte pero desde otra perspectiva. Nada más
y nada menos que la fundamentación teórica-práctica de un mecanismo de
iniciativa histórica. Guevara legitima dicha perspectiva, incluso en los
pináculos internacionales (léase la ONU, siendo célebres sus discursos en esta
sede).
El actor oriundo de Puerto Rico, Benicio Del Toro, encarna
magistralmente a Ernesto Che Guevara. Sus gestos, la tonalidad vocal, sus
movimientos corporales, en definitiva: un fisic du roll impecable.
Empero hay cierto manierismo o afectación, mediante una exacerbación de las
interminables crisis asmáticas o broncoespasmos del Che. Pregunto: ¿un
guerrillero diezmado por múltiples ataques de sus vías aéreas, puede tener tanto
éxito en su empresa? Seguro que no, por ende, la exageración es manifiesta.
El director, oculta deliberadamente las categorías: pareja y
amor sexual. No existe ninguna referencia a la mujer e hija del Che, mientras
vivía en México. Sólo una leve mención. Como tampoco hay relación de amor entre
este y su amiga/partenaire guerrillera, que lo acompaña en su periplo por Sierra
Maestra. Desde esta perspectiva, el Che, es un ser asexuado (¿?).
El lenguaje cinematográfico y los dispositivos fílmicos,
están bien imbricados. El recurso de la catáfora —para introducir el tópico a
descubrir— y la anáfora —para retomar lo ya dicho—, es un continuo en la
estética de la obra de marras. Aparece desde el comienzo hasta el fin, la voz
del narrador omnisciente, que explica lo pasado, para entender la dinámica del
presente. Es la voz del mismísimo Guevara (voz over = voz
superpuesta), que describe y fundamenta con generosa amplitud sus actos. La
entronización de “montajes alternos”, indican la necesaria lectura en paralelo
de lo vivido y lo jugado (en el pasado), confrontando en el aquí y ahora (en el
presente), Recursos que tienen los directores para contar mucho en poco tiempo.
Son verdaderos procesos de síntesis.
La narración, se torna lenta e insípida por momentos. Seguro
cobra dividendos, los dispositivos antes señalados. El género épico, necesita
mostrar al héroe inquebrantable. Una singularidad: el Che, no sufre dilemas,
no quebranta su voluntad, procurando tomar distancia del resto. No interactúa
con la tropa. Pasa los días enfrascado en la lecto-escritura de su diario
íntimo de guerra. Cuando sale del letargo, adquiere brillo y dinamismo escénico,
mediante la intervención de Fidel Castro. Son instantes preciosos, donde el
pensamiento guevariano es reconocido y trasciende. El personaje de Fidel, es un
gran interlocutor del Che. Con él, la trama alcanza su madurez estructural,
Algunos críticos señalan incluso que dicha máscara actoral es superadora y
eclipsa a Guevara. Más allá de esta especulación teórica, la performance
obtenida es interesante.
Desde Fidel Castro, junto a “la historia me absolverá”, y
“patria o muerte”; asociado con el " hasta la victoria siempre!" del Che,
decenas de gritos/latiguillos de guerra, recorren la pantalla, transformando una
axiología y estética, que definen la lógica revolucionaria.
Conclusión: una historia, es “lo que uno es para sí” (como,
el sujeto ve su accionar), y otra cosa muy distinta es “cómo es en sí” (como,
nos ven los demás). ¿Cómo se veía el Che y sus seguidores a sí mismos? Y ¿cómo
los veían a ellos los demás? (EE.UU y Europa). La clausura del relato es
abierta, generando nuevos interrogantes a esta cuestión. Lo importante —como
decía el Che— no es estar de acuerdo o no, eso es los de menos. Lo importante es
que Ud. piense.
¡Hasta la victoria siempre!
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 4 Tribunas (muy buena).
Puntaje actor protagónico: Benicio Del Toro 5 Tribunas (excelente).
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima