Licio Gelli, el Gran Maestre de la logia masónica Propaganda Due, se entrevistó en secreto con el entonces presidente Alejandro Agustín Lanusse y los jefes militares para facilitar el regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina, en el marco de una operación secreta denominada Gianoglio.
La revelación forma parte del informe El Gran Titiritero: confesiones del poder en la sombras, emitido por el programa Telenoche, de Canal 13.
Gelli, quien construyó una red internacional de contactos bajo el paraguas de la logia P2, ofreció por primera vez una entrevista a la televisión argentina, donde narra su participación en el regreso de Perón a la Argentina, en la década del setenta, y sus acuerdos posteriores con los jerarcas de la dictadura militar.
Gelli fue entrevistado por los periodistas David Cox y Damián Nabot —periodista de la Agencia DyN— en su mansión de Arezzo, Italia, donde a los 89 años aún guarda los secretos del poder en las sombras que edificó a través de la logia P2 y que gravitó en forma determinante en la Argentina hasta el regreso de la democracia, en 1983.
"En ese momento estaba como presidente Lanusse, entonces me puse de acuerdo con los tres generales e hice que Lanusse me recibiera, para decirle si podíamos llegar a un acuerdo, convocando a elecciones en Argentina, y que presentaríamos a Héctor Cámpora. Así Lanusse terminaba en paz su mandato", aseguró Gelli durante el reportaje.
Mañana, la segunda parte de "El Gran Titiritero" estará dedicada a la participación de Gelli en la dictadura.
Al desembarcar en Argentina, a comienzos de la década del setenta, la logia P2 reunía prácticamente a un millar de adherentes que incluía a miembros de los servicios de inteligencia, militares, parlamentarios y políticos de todo el mundo.
Cuando a comienzos de los '80 los nombres se dieron a conocer, además de empresarios por entonces poco conocidos —como Silvio Berlusconi—, la lista incluía a José López Rega, secretario de Perón y luego poderoso ministro de Bienestar Social, el almirante Emilio Massera; el jefe de los servicios de inteligencia del Ejército, Guillermo Suárez Mason, y el ex dictador Eduardo Viola, entre otros argentinos. En el momento de mayor poderío de la logia, Gelli era consejero económico de la embajada argentina en Italia y había sido condecorado por Perón con la Orden del Libertador San Martín.
La influencia de la P2 decayó en los ochenta con el escándalo del banco Ambrosiano, que destapó la red secreta que entrelazaba a la política italiana, el mundo de las finanzas y el Vaticano y que tenía a Gellli como un protagonista central.
Ernesto Behrensen