Desde hace años, este periódico viene denunciando diversas irregularidades que se dan en el ámbito de la Universidad Nacional de La Matanza. Funcionarios corruptos, docentes acomodados y tráfico de influencias, son algunos de los desaguisados destapados por este medio en torno a esa casa de estudios. En algunos casos con más efectividad, en otros con menos, merced a las investigaciones de Tribuna de periodistas, se ha logrado que la Justicia tome cartas en el asunto y se iniciaran actuaciones judiciales para indagar sobre algunas de esas cuestiones.

    Sin embargo, cuando todo parecía más aplacado, se han detectado ciertos hechos de inusitada gravedad que, si bien no involucran a las autoridades de la mencionada universidad, parecieran contar con su protección. Si esto no es así, su silencio es sumamente llamativo.

    La cuestión involucra a un docente de esa casa de estudios que está acusado de acosar a alumnas e incluso de haber tenido sexo con algunas de ellas. Este periódico registra al menos tres casos puntuales de jóvenes —y una no tan joven— que han accedido a contar su testimonio, con dolor y vergüenza.

    El docente es siempre el mismo: Agustín Maurín, un pícaro profesor de filosofía que dicta cursos de ingreso en los laboratorios de la Universidad de La Matanza y que también trabaja como empleado "ñoqui" en el archivo de diario Clarín. El personaje gusta corretear a todo aquel ser humano que ostente el sexo femenino, no importa la edad de su documento de identidad. Un dato interesante: Maurín suele ausentarse seguido de sus clases —¿lo sabrán las autoridades de la universidad?— para hacer sus correrías, dejando a cargo a puntuales suplentes que en general desconocen sus actividades "ocultas" (1).

    "El tipo es un acosador profesional. Te persigue y te persigue, y no para hasta que lleva a la cama a la mujer que se pone entre cejas", aseguró una de las entrevistadas que logró escapar de las garras del profesor renunciando directamente a la universidad.

    "Yo caí, me creí todo el cuento que me hizo respecto a que su esposa no lo complacía. Me hablaba pestes de ella, es una periodista de Clarín llamada Mariel Fitz Patrick. Siempre me decía que estaba por dejarla porque era una idiota", admitió otra fuente cercana al acosador que ofreció evidencia de sus dichos (2).

    Sea como fuere, lo grave de toda esta cuestión es que Maurín acosa a alumnas menores de edad, lo cual representa un delito penal.

El pirata

    Agustín María Maurín es docente, su CUIT es 20-13394155-0 y nació el 31/05/1957. Vive en un cómodo departamento de la calle Amenabar 37 y trabaja en la sección archivo de diario Clarín hace más de ocho años con un sueldo cercano a los $15.000 (a lo que debe sumarse que suele pasar algunos de sus gastos personales al Gran Diario Argentino, como si fueran expendios laborales, especialmente los almuerzos). Por si cupiera alguna duda sobre la conducta de Maurín, sus propios compañeros de trabajo aseguran que lo que menos hace es trabajar. "Entre sus clases en la universidad y sus cuestiones privadas, nunca está en el diario, y cuando está se la pasa chateando en Internet y manejando sus blogs personajes", admitió uno de ellos.

    Independientemente de esto, los ingresos del "acosador" y su nivel de vida son de gran suspicacia, ya que posee dos automóviles y media docena de abultadas cuentas en diversos bancos: Banco de Galicia y Buenos Aires, Standard Bank Argentina, BBVA Banco Francés, Banco Santander Río, Banco Itaú Buen Ayre, Banco Privado de Inversiones, etc.

    Asimismo, Maurín trabajó en la Universidad del Museo Social Argentino y, por motivos que se desconocen —pero se imaginan— fue eyectado de su cargo. Cuando este medio quiso requerir información al respecto, la única y lacónica respuesta fue: "preferimos no hablar al respecto".

    En la Universidad de La Matanza hubo un descargo interesante también: "no vamos a negar que existen rumores sobre el docente, pero no pasan del chimento de pasillo", aseguró un funcionario de esa casa de estudios.

    La realidad es que la información recabada por este medio es concordante y sumamente creíble, ya que las personas que dieron testimonio no se conocen entre sí y dijeron cosas similares. Por caso, las cuatro mujeres admitieron que Maurín es afecto a pagar todo con su tarjeta de crédito. "Si lográs acceder a un resumen de cuenta de Agustín vas a ver que lo que te digo es real", aseguró una de las entrevistadas.

    Un breve paréntesis sobre este último tema: la simple indagación de este medio al respecto, arrojó un dato más que sugestivo, Maurín posee 10 tarjetas de crédito Gold, de las cuales 8 fueron reportadas como robadas en los últimos tiempos.

    La misma coincidencia se dio respecto a la pareja de Maurín, todos coinciden en que suele denostar a su esposa a efectos de lograr la compasión femenina. También hay similitudes respecto al acoso sufrido por las cuatro féminas, ya que todas aseguran que utiliza todo recurso posible para llevar a la cama a sus víctimas, incluso la amenaza de poner una "mala nota".

    Hay profusa evidencia de ello en las propias cuentas de correo de las personas entrevistadas, con insinuaciones hechas por el docente desde sus dos casillas de mail: amaurin@gmail.com y agustinmaurin@hotmail.com.

    Sin embargo, Maurín permanece en la universidad, inamovible, al igual que en diario Clarín, sin que nadie se atreva a detener sus andanzas. No es un secreto lo aquí contado, ya que la información se ha recabado de históricas fuentes de la propia universidad. Lo que llama la atención es la inacción de las autoridades.

    La Universidad de La Matanza ha sabido ser una prestigiosa casa de estudios, ¿se hará algo al respecto para volver a esos días o se va a seguir protegiendo este tipo de conductas?

Carlos Forte

(1) La esposa de Maurín cree que este nunca falta a sus clases. Se llevaría una gran sorpresa si lo fuera a buscar alguna vez sopresivamente.

(2) Esa evidencia quiso entregarse a la esposa de Maurín, pero fue rechazada insistentemente.