Hace unos meses, Tribuna de periodistas denunció el accionar de un docente relacionado a la Universidad Nacional de La Matanza llamado Agustín Maurín, acusado de acosar a alumnas e incluso de haber tenido sexo con algunas de ellas. En ese momento, se puntualizaron cuatro casos puntuales de personas que accedieron a contar su testimonio.
Luego de la publicación, como era de esperar, aparecieron nuevos casos, los cuales se pusieron en conocimiento de la universidad referida. Tiempo antes, se había enviado un fax al rectorado de esa casa de estudios, a efectos de saber qué posición tomaría la facultad frente a semejante escándalo.
Christian Sanz, director Ejecutivo de Tribuna envió un fax al rectorado denunciando que "dos periodistas que trabajan conmigo (uno es quien escribe esta nota) han detectado el acoso sexual sistemático cometido por un docente de vuestra casa de estudios llamado Agustín Maurín. A ese respecto, le rogaría me indicara cuál será la postura de la universidad para con la conducta que acabo de referirle".
La respuesta llegó semanas más tarde por parte de un funcionario del departamento legal de la universidad, el cual habló con quien escribe esta nota: "la verdad que no podemos hacer nada. Los rumores existen, no lo vamos a negar, pero nadie hace la denuncia donde tiene que hacerla". En buen romance, la Universidad de La Matanza ha decidido lavarse las manos.
"A mí me pasó exactamente lo que ustedes contaron en su nota (...) Maurín no dejó de perseguirme, se ofrecía a llevarme a mi casa y en los últimos tiempos directamente intentó besarme en la boca. El día que dejé la facultad fue porque el tipo me manoseó impunemente (...) Lo denuncié en la facultad y no me dieron bola", admitió una joven alumna que hoy en día muestra grandes dudas a la hora de volver a intentar cursar una carrera universitaria.
¿Quién es Maurín? un pícaro profesor de filosofía que dicta cursos de ingreso en los laboratorios de la Universidad de La Matanza y que también trabaja como empleado "ñoqui" en el archivo de diario Clarín. El personaje gusta corretear a todo aquel ser humano que ostente el sexo femenino, no importa la edad de su documento de identidad. Un dato interesante: Maurín suele ausentarse seguido de sus clases para hacer sus correrías, dejando a cargo a puntuales suplentes que en general desconocen sus actividades "ocultas".
"El tipo es un acosador profesional. Te persigue y te persigue, y no para hasta que lleva a la cama a la mujer que se pone entre cejas", aseguró una de las entrevistadas que logró escapar de las garras del profesor renunciando directamente a la universidad.
Lo grave de toda esta cuestión es que Maurín acosa a alumnas menores de edad, lo cual representa un delito penal.
El pirata
Agustín María Maurín es docente, su CUIT es 20-13394155-0 y nació el 31/05/1957. Vive en un cómodo departamento de la calle Amenabar 37 y trabaja en la sección archivo de diario Clarín hace más de ocho años con un sueldo cercano a los $15.000 (a lo que debe sumarse que suele pasar algunos de sus gastos personales al Gran Diario Argentino, como si fueran expendios laborales, especialmente los almuerzos). Por si cupiera alguna duda sobre la conducta de Maurín, sus propios compañeros de trabajo aseguran que lo que menos hace es trabajar. "Entre sus clases en la universidad y sus cuestiones privadas, nunca está en el diario, y cuando está se la pasa chateando en Internet y manejando sus blogs personajes", admitió uno de ellos.
Independientemente de esto, los ingresos del "acosador" y su nivel de vida son de gran suspicacia, ya que posee dos automóviles y media docena de abultadas cuentas en diversos bancos: Banco de Galicia y Buenos Aires, Standard Bank Argentina, BBVA Banco Francés, Banco Santander Río, Banco Itaú Buen Ayre, Banco Privado de Inversiones, etc.
Asimismo, Maurín trabajó en la Universidad del Museo Social Argentino y, por motivos que se desconocen —pero se imaginan— fue eyectado de su cargo. Cuando este medio quiso requerir información al respecto, la única y lacónica respuesta fue: "preferimos no hablar al respecto".
La realidad es que la información recabada por este medio es concordante y sumamente creíble, ya que las personas que dieron testimonio no se conocen entre sí y dijeron cosas similares. Por caso, las cuatro mujeres admitieron que Maurín es afecto a pagar todo con su tarjeta de crédito. "Si lográs acceder a un resumen de cuenta de Agustín vas a ver que lo que te digo es real", aseguró una de las entrevistadas.
Hay profusa evidencia de las correrías del docente, con insinuaciones hechas por el docente desde sus dos casillas de mail: amaurin@gmail.com y agustinmaurin@hotmail.com.
Sin embargo, Maurín permanece en la universidad, inamovible, al igual que en diario Clarín, sin que nadie se atreva a detener sus andanzas. No es un secreto lo aquí contado, ya que la información se ha recabado de históricas fuentes de la propia universidad.
Lo que llama la atención es la inacción de las autoridades, sobre todo por parte de la Universidad de La Matanza, la cual ha sabido ser una prestigiosa casa de estudios.
Un dato final: a efectos de escapar a tan repugnante acusación, Maurín, en lugar de confrontar con los periodistas de este medio y demostrar la eventual falsedad de esta denuncia, ha inventado una página con una supuesta retractación de este medio que jamás ha ocurrido.
Por lo antedicho, todo lo denunciado se ratifica en un 100%.
Carlos Forte