Entre notas, cartas y solicitadas
El 26 de diciembre de 2002, Magnetto envía una nota a Carlotto, motivada por una entrevista que otorga la Presidenta de Abuelas a la revista “Veintitrés” del 19 de diciembre. Le precisa que siente un gran respeto personal por la lucha que las Abuelas llevan adelante y toca temas neurálgicos que se trascriben a continuación: “En primer lugar, ha mencionado dificultades para reunirse con la señora de Noble. Como usted (…) ha reconocido, la adopción de Marcela y de Felipe Noble Herrera ha estado signada por una prolongada y compleja historia de intereses y presiones políticas que fueron generando una situación sumamente dolorosa para la directora de ‘Clarín’ (…) la cuestión entraña un gran impacto emocional para ella y sus hijos [por lo que] me pidió que la ayudara con este tema (…) por esta razón fui yo quien las recibió. Con respecto a nuestra primera conversación, recuerdo haberles expresado claramente que de ninguna manera la señora de Noble hubiera admitido adoptar dos bebés sobre los que tuviera cualquier sospecha, por mínima o remota que esta fuera (…) en esa reunión, incluso ustedes mismas señalaron que desconocían el origen de Marcela y Felipe. En el reportaje de la revista se menciona un supuesto planteo de canje de información sobre datos vinculados a las adopciones. Quiero aclararle que nunca hice un planteo de este tipo. La filiación de los hijos de la señora de Noble ha sido objeto de múltiples operaciones políticas, económicas y maniobras extorsivos (…) Con (…) estos antecedentes, nos interesaba conocer cuál era el origen de la sospecha de las Abuelas y, sólo por esa razón, les pregunté si tenían pruebas o datos propios, adicionales a los de la denuncia. Información que la señora de Noble estaba dispuesta a escuchar sin condiciones y con atención, dadas la seriedad y el rigor habitual del trabajo de las Abuelas (…) Nunca nos hemos negado a dialogar con las Abuelas, pero estamos convencidos de que, hasta el momento, no se han aportado datos concretos y convincentes vinculados a la filiación biológica de Marcela y Felipe. De hecho, hasta la abusiva detención de la señora de Noble, sus abogados estaban en contacto con ustedes. Por eso, no alcanzamos a entender entonces, ni entendemos ahora, las razones por las que en el 2001, las Abuelas, aceptando la invitación del juez Marquevich, decidieron sumarse a una causa contra la señora de Noble (…)”. 68
[La negrita no pertenece al texto original]
El 12 de enero, en tapa de “Clarín” la dueña del medio sostiene que “un sector político quiere adueñarse del poder”. En el interior del diario publica una carta abierta en que cuenta su experiencia: “Estos dolorosos días me han dejado estremecida pero entera, fortalecida por la amarga experiencia de la cárcel. Me han acompañado el amor de Marcela y Felipe y el sentimiento de que este es uno de los momentos más importantes de mi vida: como madre y como directora de Clarín. Quiero contarles por qué. Me encuentro frente a dos realidades muy distintas. Primero, el deseo legítimo de las Abuelas de saber si mis hijos fueron arrebatados a detenidos-desaparecidos. Segundo, los abusos del juez Marquevich. Muchas veces he hablado con mis hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres hayan sido víctimas de la represión ilegal. Y siempre les he dicho que yo apoyaba la decisión que ellos tomaran (…) Son chicos muy emotivos, me adoran, pero también son celosos de su independencia, y conscientes de que deben conducir su propia vida. Los adopté cuando ya era grande y estaba sola (…) Ellos saben que yo los adopté de buena fe, en un procedimiento legal y transparente, investigado una y otra vez por la Justicia (…) Cualquiera que haya sido la razón por la cual los perdieron (…) tienen el derecho de conocer quiénes han sido sus padres biológicos. Se trata de un derecho, no es una obligación. Y ejercerán ese derecho cuando tengan plena voluntad de hacerlo y si se sienten confiados en las condiciones de seguridad jurídica y científica en que lo hacen. Marcela, Felipe y yo tenemos mucha desconfianza del juez Marquevich. No así de las Abuelas, a ellas las considero totalmente aparte de cualquier especulación. ¿Pero por qué me encarceló el juez Marquevich? Ustedes ya saben que él jamás me había citado y yo jamás me había negado a presentarme. ¿Temía que me fuera del país donde viven las personas que más quiero, donde soy querida y respetada? ¿Entendió que era mejor apartarme de la sociedad porque soy un peligro para mis vecinos? ¿Por qué se demoró en indagarme cuando estaban cumplidos todos los pasos para hacerlo? No me conoce, nunca nos hemos reunido: ¿tiene algo en mi contra? (…) Ahora quiero explicar la importancia que este momento de prueba tiene para mí como directora de uno de los diarios más importantes del país, con toda la responsabilidad que eso conlleva. Mi prisión forma parte de un plan que comenzó varios meses atrás y que tiene previstas muchas acciones más. Hay un sector político que quiere ir limpiando el terreno para adueñarse de todo el poder: su primer paso es destruir a los medios independientes y, de esa manera, hacer desandar todo el camino de libertad que el periodismo y la gente hemos construido desde el retorno de la democracia. Ese sector político —junto con algunos jueces, ex funcionarios, empresarios y gente de medios— cree que en una sociedad debilitada, donde la política está desprestigiada y no hay liderazgos, hay que barrer a los medios independientes para después hacerse del control de la sociedad. Sé que ellos dicen que ‘no se puede gobernar con Clarín en contra’. Yo les respondo: lo que no se puede hacer es gobernar arbitrariamente si hay una sociedad informada por medios verdaderamente independientes. Lo que nunca confesarán es que quieren instaurar una dictadura con apariencia de democracia, sin juntas militares. Y que saben que eso no es posible si medios de difusión como ‘Clarín’ siguen diciendo la verdad, siguen investigando y denunciando lo que deben y siguen defendiendo a la gente. Así lo demostraron investigaciones de ‘Clarín’ que tuvieron repercusión nacional e internacional y que son insoslayables para entender nuestro dolorido fin de siglo. Mi prisión tuvo el valor de poner todo esto de relieve. Por eso la soporté entera y con orgullo. Y así soporto hoy un proceso judicial tan injusto como mi prisión (…) sufro más por mis hijos, que padecen por mí, que por mi situación personal (…) Me consuela pensar que a Marcela y a Felipe esto los templará en la vida y les enseñará a luchar por los que aman y por cumplir con su misión en la sociedad (…) El mío es preocuparme por la gente. Conducir un medio que defienda la democracia, conducirlo para que siga siendo una herramienta al servicio de la gente. Eso lo pienso seguir haciendo toda la vida”. 69
[La negrita no pertenece al texto original]
Lamentablemente para los lectores, no da los nombres de los complotados contra “Clarín”. Aunque puede pensarse que son los mismos que el diario defiende en su momento, épocas en que el Presidente justifica que miente porque si dice la verdad no lo votan.
Ahora, si Marcela y Felipe son adoptados con legalidad ¿qué temer?
Si la dueña del medio mintiera ¿es confiable el medio?
Si, “Clarín” es independiente. Independiente de pegarse y despegarse de los gobiernos de turno según la conveniencia de la empresa periodística.
Los hijos de Herrera de Noble deben someterse a la Justicia como cualquier habitante de este país, tienen derechos y obligaciones.
En cuando a la defensa de la democracia como muestra alcanza con leer las opiniones del medio ante la caída de la Presidenta en 1976.
Luego de la opinión de Herrera de Noble –podría ser un editorial pues lo escribe la dueña del medio- nadie acusa recibo, salvo Abuelas, quienes responden con una solicitada en “Páginas
En la parte más sustancial se lee: "lo que dio lugar a nuestra pregunta es el párrafo en el cual usted dice que 'muchas veces ha hablando con sus hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres hayan sido víctimas de la represión ilegal'. Esas palabras nos indican que usted Sra. de Noble, también tenía dudas sobre el origen de esas criaturas, ahora jóvenes. ¿Por qué, entonces, si - como tantas veces ha repetido - usted siempre ha colaborado con la justicia, por qué no hizo valer su influencia y la fuerza de su amor a ellos y a la verdad, para animarlos a realizar los análisis inmunogenéticos y de ADN, que hubiera dado respuesta a sus dudas? Esa hubiera sido la única manifestación cierta de sujeción a la justicia. Realmente Marcela y Felipe tienen derecho a conocer quienes han sido sus padres. El mismo derecho que tienen sus familiares, si son hijos de personas desaparecidas. Ellos necesitan saber si sus búsquedas personales ya han llegado a feliz puerto o si deben iniciar una nueva por otros caminos. Ojalá su reconocimiento a la legitimidad de nuestra lucha impulse a esos jóvenes a buscar la verdad para sumar el goce de su reconocimiento a todo lo que hasta ahora la vida les ha brindado tan generosamente".
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El 28 de enero de 2003, Carlotto agrega la nota de Magnetto al expediente y deja bien sentado a fojas 3018, que rechaza que en el año 2001 hayan aceptado alguna invitación del juez Marquevich para sumarse a una causa penal contra la señora de Noble (…) es enteramente falso (…) presentamos la denuncia penal en base a distintas denuncias relacionadas a la identidad de Marcela y Felipe, que arribaron a la institución (…) con más de 20 años de lucha en búsqueda de la verdad y de nuestros nietos, las Abuelas no precisamos de invitación alguna para promover el accionar de la Justicia. Sino más bien, los hechos demuestran que lo instamos desde el primer día y aun en pleno gobierno militar (…)”. 70
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Puja entre sangre y ADN I
El domingo 26 de enero de 2003, el “gran diario argentino” saca pecho e informa que “hallan una prueba irrefutable en el caso de la directora de Clarín”. Destaca el texto que “la defensa de la directora de Clarín halló una prueba irrefutable de incompatibilidad sanguínea entre Marcela Noble Herrera, hija adoptiva de Ernestina Herrera de Noble, y Matilde Lanuscou, la beba desaparecida en 1976, sobre la que se basa la investigación judicial que lleva adelante el juez federal de San Isidro, Roberto Marquevich. Según un certificado médico de la beba Lanuscou, firmado en marzo de 1976 por el médico Mario Tiburzi en la localidad de Almafuerte, Córdoba, el grupo sanguíneo de la pequeña Lanuscou es "B" y el factor Rh es positivo. En cambio, según se demuestra en un análisis de sangre realizado el 17 de este mes en Barcelona, donde se encuentra estudiando, el grupo sanguíneo de Marcela Noble Herrera es A, factor Rh positivo.
‘No se trata de la misma persona’, dijo el abogado defensor Horacio Silva. ‘Esto demuestra acabadamente que no puede haber identidad biológica entre Marcela Noble Herrera y Matilde Lanuscou, nieta de los querellantes en la causa, añadió (…) Una simple comparación de ese documento con los registros públicos en los que consta el grupo sanguíneo de Marcela Noble Herrera, le hubiera bastado al juez Marquevich para desestimar la querella, o relativizar al menos las esperanzas de quienes hace veintiséis años buscan a una nieta. Sin embargo, entre otras tantas arbitrariedades, el juez Marquevich eludió ese trámite y ordenó en cambio la extracción compulsiva de sangre de Marcela Noble Herrera y de su hermano Felipe, también adoptado por la directora de este diario, con el objeto de hacer una prueba de histocompatibilidad”. 71
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Luego, “Clarín” contextualiza la situación de la familia Lanuscou: “En setiembre de 1976, el matrimonio Lanuscou, Amelia Miranda y Roberto Lanuscou, y sus tres hijos todos menores de edad, se vieron envueltos en un tiroteo con miembros de las Fuerzas Armadas. En principio se dijo que los cinco miembros de la familia habían muerto. Pero cuando en 1984 empezaron a exhumarse los cadáveres de las víctimas de la represión ilegal, se descubrió que en la tumba donde fueron enterrados los Lanuscou faltaba el cuerpo de la beba Matilde, de sólo seis meses en el momento de su desaparición”. 72
Y argumenta: “Para esa fecha, setiembre de 1976, hacía al menos cuatro meses que la señora de Noble tenía ya la guarda de una beba a la que llamaría Marcela, concedida por el Juzgado de Menores 1 de San Isidro a cargo de la jueza Ofelia Hejt. También para entonces, hacía cuatro meses que la beba a cargo de la señora de Noble había viajado con quien sería su mamá adoptiva al Uruguay y tres meses desde que lo hiciera a Europa, lo que implica que Marcela Noble Herrera obtuvo un pasaporte expedido por la Policía Federal y atravesó en dos oportunidades las fronteras del país controladas por el personal de Migraciones. Ambos viajes estuvieron aprobados por el Juzgado y la Asesoría de Menores de San Isidro. La señora de Miranda, abuela de Matilde Lanuscou, dijo haber visto por última vez a su nieta el 30 de agosto de 1976, en Ranelagh, el día que su nieto Roberto, hermano de Matilde, cumplía seis años. El 24 de agosto de 1976, la señora de Noble y sus dos hijos adoptados, Marcela y Felipe, habían viajado al Uruguay. Ninguna de estas evidencias fue analizada seriamente por el juez Marquevich, que basado en una presunción personal, aduce que existe la posibilidad de que los hijos adoptivos de la señora de Noble sean, en efecto, las personas que las dos familias querellantes presumen son sus nietos desaparecidos en
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Lo que no dice esta nota parcial es que según la presentación de Abuelas y la investigación de Marquevich las adopciones están plagadas de irregularidades. Asimismo, la representante legal de Abuelas, Alcira Ríos asegura que el único estudio concluyente es el de ADN. Es lo que pide el juez.
Desde el plano científico el presidente de la Asociación de Hemoterapia, Alberto Sipoy, sostienen que “la técnica del ADN es la única irrefutable para establecer o descartar vínculos familiares”. 74
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Al referirse al otro caso, la nota de “Clarín” del 26.01.2003 se ocupa de Felipe y manifiesta que “también existe una relación totalmente disímil de fechas, de acuerdo con los datos que da la otra querellante, Estela Gualdero, que intenta saber si Felipe Noble Herrera pertenece en realidad al grupo familiar García—Gualdero. La hija de la señora Gualdero fue secuestrada el 8 de junio de 1976, embarazada, y con fecha de parto entre el 15 y el 30 de junio de ese año. En agosto de 1976, mientras se tramitaba la guarda del pequeño Felipe, un perito médico, Evaristo Pedraja, calculó la edad del bebé entre los tres meses y medio y cuatro meses y afirmó que la fecha probable de nacimiento ocurrió entre el 9 y el 24 de abril de ese año. Los datos coinciden con los que dio la mujer que entregó el chico a la jueza Hejt, quien le confió que el bebé había nacido el 17 de abril. ‘No puede considerarse legítimo lo que sostiene la señora Gualdero —dijo el abogado Silva— porque surge claramente del expediente que la fecha de nacimiento del chico que fue dado en guarda a la señora de Noble fue, como máximo, el 24 de abril de 1976; y la desaparición de quien se pensó era su madre biológica, aún embarazada, ocurrió dos meses después’." 75
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En el caso de Felipe omiten que no se realiza el examen sanguíneo ni aquí ni en ninguna parte. (Continuará)
Néstor Genta
realmente este tema de estos jovenes es increible, cualquier cosa que sean son victimas, no vinctimarios, ademas son grandes ya, pueden decidir por si mismos que hacer; es cierto que una sociedad no puede fundarse en un delito como sustituir la identidad, pero tambien es cierto que en nuestra CN no hay bienes superiores o verdaes eternas que ameriten un menoscabo en los derechos individuales, el fallo de la Corte en el tema de Evelyn Vazquez es claro al respecto; pero lo mas graves que cuando Marquevich detuvo a la Sra. de Noble por este mismo tema, los mismos que ahora la quieren presa salieron en su defensa, los derchos humanos han pasado a ser en nuestro pais un instrumento politico de quien los invoca; no olvidemos que los KK negociaron con Grondona de la AFA y con el medico del represnor genocida de Bussi
Marcela y Felipe sea como sea son dos victimas, y no me parece necesario tantos informes repetitivos con respecto a este tema, esto ya es evidente que tiene un tinte politico, ademas hay que respetar tambien la intimidad de esos dos jovenes, y no usarlos con el fin de ensuciar a Clarin, todos sabemos que el diario a lo largo de su historia no siempre dijo la verdad, pero aprovecharse de la situacion que viven esos jovenes no me parece justo, hay otros temas tambien para hablar sobre clarin.-
Los hijos de la sra. de Noble, son personas adultas, por lo tanto, son libres de tomar la decisión de buscar o no a sus padres biólogicos, alguien se pregunto: si Marcela y Felipe no son hijos robados, sino hijos abandonados, no queridos por sus padres. Nunca nadie pensó que estos chicos sufren esa carencia, o es qué las Abuelas tienen una retribución financiera por cada nieto -$250000- y me imagino que los hijos de Noble se cotizarían mucho más para este gobierno? Basta con la desinformación de la historia, todavía quedamos muchos que le hemos vivido. Todavía podemos sentir el miedo que nos provocaban las bandas terroristas. Acá hubo muchas victimas que no se nombran, porque fueron ejecutadas por esas malditas bandas y no por los militares.
Como padre de un hijo adoptivo, creo que me asiste cierta autoridad para tocar el tema. Me da asco el manejo político que se le da a la cuestión de la adopción legal o no de los hijos de la señora de Noble, quien aclaro que no me profesa especial simpatía. Tampoco me profesa simpatía la señora de Carloto, desde que anda pegada alos calzones KK. En esto creo que lo único que hay que respetar a ultranza es el deseo de esos jóvenes de conocer o no su genealogía.