Como diría Arthur Schopehauer “Toda nueva verdad pasa por tres etapas. Primero, se tiende a ridiculizarla. Luego, se la ataca violentamente. Finalmente, se la da por evidente por sí misma”.
Empecé la Parte I de este trabajo destacando la importancia de entender que “Judaísmo” no es sinónimo de “Sionismo” y es mucho más que importante no confundir los términos.
Para ampliar ese concepto entiendo oportuno explicar (muy someramente) por qué hago tanto hincapié en esto.
Conforme referencian las Sagradas Escrituras uno de los descendientes de Noé fue “Sem” (en hebreo “Shem”) de donde se origina el vocablo “semita”.
De Sem descendieron Moisés, Jesús, Muhammad, Jacob con sus doce hijos, Ismael, Isaac y Abraham.
Según la Torah (texto de los cinco primeros Libros de La Biblia llamado Pentateuco por los cristianos, también conocida como “Ley de Moisés”), tanto Abraham como sus descendientes heredarían la “Tierra Prometida” que en el Génesis se encuentra como “Canáan” y hoy se conoce como “Palestina”.
Hace más de 2000 años, en ese territorio (según dan cuenta ciertos documentos de quienes realizan estudios étnicos) no existía población de piel blanca, sino sólo de piel oscura.
La tradición siempre habla de “las Doce Tribus de Judá”, pero existe otra llamada la “Decimotercera Tribu” que en realidad no es originaria de Canáan sino que es una raza cuyas raíces se encuentran en el sur de Rusia alrededor del 700-800 DC y son los “Ashkenaze o Jázaros”, de piel blanca y ojos claros.
Ashkenaz, si bien era bisnieto de Noé, no pertenecía a la descendencia de Shem, sino a la de Japhet.
Los Ashkenaze se convirtieron al judaísmo, sin embargo no adoptaron el idioma arameo o el hebreo sino que mantuvieron el Yddish. Tampoco adhirieron a la Torah (La Ley de Moisés) sino que se rigieron por “El Talmud” de Babilonia, redactado por los Rabinos de su comunidad, y cuyos textos difieren en varios aspectos, por eso algunos autores denominan a los Ashkenaze como “La Sociedad Babilónica”, quienes además profundizaron el estudio de la Kabbalah. (Todo esto lo expondré en mayor detalle en próximos trabajos)
Entonces, los sionistas no serían semitas. Los sionistas no serían “esencialmente” judíos, sino convertidos (parcialmente) al judaísmo que, con los siglos se asimilan como una de las cuatro conformaciones étnicas básicas de la raza judía genuina que habitaba Canáan.
Los descendientes de los Ashkenze o Jázaros serían los posteriores protagonistas del Acuerdo con Inglaterra para desalojar a los árabes de Palestina y fundar allí el Estado de Israel, tal como lo describí en la Parte I.
Es decir que cualquiera que exponga las mismas cuestiones que yo expongo acerca del sionismo y del judaísmo, nunca podría ser acusado de “antisemita”, sino muy por el contrario.
Hechas las aclaraciones del caso, y sin dejar de mencionar que la conformación étnica actual básica reconocida del judaísmo es: Ashkenazim, Sefaradím y MIzrajim, a los que deben agregarse los Teimanim o Ymenitas, continúo con el relato de masones y sionistas.
Entrando en el tema central, simplemente me cuestiono: ¿Cómo se entiende esto de las sociedades secretas y la gran conspiración? ¿Por qué detrás de cada personaje clave en los puestos clave de las organizaciones clave para mantener un control clave sobre la humanidad, se verifica la existencia de las mismas? ¿Y cómo es posible verificar esto?
Si prestamos atención a la historia mundial, es sencillo advertir la repetición sistemática de los mismos apellidos detrás de los acontecimientos más significativos, interpretando su parte del libreto que, comparado con los anteriores, son piezas que encajan perfectamente en una secuencia que da como resultado final, ni más ni menos que “Un Plan Maestro”. ¿Cuál Plan Maestro? El afán de Poder como expresión de voluntad única. ¿Para qué? Para dominar. ¿Por qué? Bueno, responder esta pregunta es lo más complejo de toda la trama. Algunos (como yo), pensamos que la interpretación simplista circunscripta a los “defectos y debilidades humanas de avaricia, ambición, egoísmo, etc.”, es justamente eso, una interpretación demasiado simplista. Por lo que si bien no nos atrevemos a afirmar nada definitivo, dejamos al menos abierta la posibilidad de que se trate de algo que está más allá de las respuestas clásicas, y de ahí mi expresión tantas veces acerca de la necesidad de “utilizar el pensamiento lateral”, en lo que Einstein debió haber reparado cuando dijo “El mundo que hemos creado no puede resolverse si seguimos pensando de la forma en que lo hicimos cuando lo creamos”.
Sustenta los argumentos de diversos autores que cada miembro de estas familias “pertenecen” inexorablemente a estas sociedades (“filantrópico”-filosófico-religioso-elitista), ninguno de ellos está fuera, necesariamente porque de otro modo (paradójicamente) no tendrían poder.
Y acerca del poder, se puede inferir que diferentes poderes como por ejemplo el judicial, el legislativo, el militar, entre otros, son funcionales al poder político, que en sí mismo no es ni más ni menos que una tautología retórica sostenida por dos poderes que efectivamente vienen a resultar los únicos verdaderos: el poder de las creencias y el poder económico (sobre la mente y sobre la materia), y sin lugar a dudas esto es algo que la elite conoce a la perfección, de hecho crea sociedades secretas, sectas, y domina el sistema económico-financiero mundial.
Si bien resulta humanamente imposible describir en detalle el control sionista-masónico actualmente en el mundo en virtud del tiempo transcurrido desde que comenzaron a implementar su Plan Maestro, es posible, a partir de la consideración de ciertos datos relevantes de la historia empezar a evaluar la posibilidad de si se trata de una Teoría Conspirativa o Conspiranoica.
Existen varias evidencias en torno a los vínculos de ciertas ramificaciones de
Entre 1859 y 1871 Albert Pike, abogado, escritor y militar norteamericano que alcanzara el grado de Soberano Gran Comendador de
Tanto la Francmasonería norteamericana como la italiana ya contaban en sus filas con pro-sionistas, lo que deja estas cartas que hablan acerca de la planificación de la Primera, Segunda y una hipotética Tercera Guerra Mundial, como importantes evidencias del Plan Maestro de la instauración del Nuevo Orden Mundial.
En ellas se detalla el control de la prensa, de la política, de la economía, de la opinión pública, la manipulación de los agentes patógenos promotores de epidemias, la escasez alimentaria, la contaminación del aire y del agua, dominio de las instituciones vinculadas a la seguridad nacional en diversos países, etc.
Hasta comienzos de 1958 estas cartas se exhibían en el Museo Británico, pero al poco tiempo desaparecieron misteriosamente.
En 1958 ocurrieron varios hechos relevantes en la historia mundial. Por mi parte sólo recuerdo haber leído alguna vez que el 1ro. de octubre de 1958 se puso en funcionamiento
Algunos historiadores involucran a Pike y Manzzini con la Guerra Civil Norteamericana, junto con la Orden de los Caballeros del Círculo Dorado con sede en Ohío, que fueron acusados por la muerte de Abraham Lincoln, entre quienes figuraban John Wilkes Booth (francmasón de grado 33 elegido por la logia para asesinar a Lincoln) y Judah Benjamín (referente de los banqueros pro-sionistas que “financiaron” tal fin).
Luego de este luctuoso hecho, Pike refunda la Orden de los Caballeros del Círculo Dorado a la que denominó “Ku Klux Klan”, encargada de “purificar” la población norteamericana, según sus enfermizas creencias, esclavizando, torturando y exterminando seres humanos de raza negra.
Uno de los más conocidos masones de grado 33 de la época, eficiente asaltante de bancos y trenes para financiar
La Sociedad Secreta se fue expandiendo con el tiempo y ramificando en sub células como “América Joven” y otras, que fueron financiadas por la familia “Rothschild”, quienes designaron a “J. P. Morgan” para administrar los fondos.
En 1853 Franklin Pierce (ascendiente de George Bush), fue puesto en la Presidencia de la Nación por la Francmasonería, quien designó como Fiscal General a Caleb Cushing, otro “hermano” de la Logia, nexo entre China y Gran Bretaña en el negocio del “opio”.
En toda revolución, guerra y ataque terrorista, entienden los “entendidos” que hay elementos comunes que conducen a estas sociedades secretas.
“Hipotéticamente”, estas cartas contendrían valiosísima información acerca de acontecimientos bélicos a producirse en el presente. (Esperemos que esto nunca ocurra).
Retomando el tema de las “tres guerras mundiales”, según la correspondencia mencionada la primera sería provocada para que los Illuminati derrocaran el Zarimo ruso y se fortalezca el Comunismo ateo, sustentada en las diferencias entre ingleses y alemanes. La segunda, con la excusa de las desavenencias entre Fascismo y Sionismo, se generaría para incrementar el poder político de éste último y promover el surgimiento del Estado Soberano de Israel a establecerse en Palestina y para expandir más el comunismo. Y la tercera, sería promovida con la excusa de las diferencias entre sionistas y musulmanes de modo tal que el Islam, incluyendo el Mahometismo y el Sionismo (en apariencia) se destruyeran mutuamente, obligando con esto a intervenir a otros países que quedarían devastados, indefensos y dependientes por completo para ser tomados fácilmente y sometidos.
Otro elemento que se conoce en relación al vínculo sionismo-masonería son los escritos del Paul Bressel, francmasón de grado 32, quien decía que muchos miembros pro-sionista se destacaron como co-fundadores de varias Órdenes francmasónicas en Estados Unidos diseminadas en Georgia, Rhode Island, Virginia, Pensylvania, Carolina del Sur, New York y Myland.
“Casualmente” fue Moisés Hays, un integrante pro-sionista, Maestre de la Orden en el Estado de Massachussets, quien introdujo el Rito Escocés Masónico en EE UU entre 1788 y 1792.
Se atribuye a Isaac Wise, un rabino regional de Alemania haber reconocido: “la Masonería es un invento Ashkenazim, cuya historia, grados, cargos, contraseñas y declaraciones son desde el principio hasta el final copiados a los auténticos judíos”.
La Masonería tomó la esencia de su doctrina de los Templarios del Templo de salomón, es decir del Maestro Hiram.
La idea del NOM parece haber tenido su origen en la reunión del Consejo de Sabios Judíos celebrado el 29 de agosto de 1897 en Suiza, en donde se dice que fueron redactados los “famosos y nunca bien ponderados” Protocolos de los Sabios de Sion, para concreción de los cuales se crearon Instituciones como la Council on Foreign Relations, Banco Mundial, ONU, Club de Roma, UNESCO, etc. dentro de las que pueden encontrarse masones-sionistas en cargos estratégicos. Este Consejo fue financiado por la familia Rothschild y se adopta como símbolo de esta sociedad la estrella de seis puntas o hexagrama, que representa al planeta saturno, también conocida como “Estrella de David”.
Durante al Primera Guerra Mundial, en 1916 Alemania estaba ganando la guerra y a punto de ofrecerle una declaración de paz a Inglaterra. En ese momento, el sionismo le propuso a la última que no firmara el acuerdo de paz sino que le ofrecían a EE UU como aliado para ganarle a Alemania a cambio de que les garantizara Palestina para fundar el Estado de Israel. Al finalizar la guerra entonces se firmó el acuerdo de Balfour.
El siguiente paso del sionismo era exterminar a todo judío que se opusiera a sus ideas por lo que en 1933 EE UU cierra la inmigración mientras llegaba al poder en Alemania Adolf Hitler.
Si bien Hitler era financiado por los banqueros suizos, los banqueros ingleses y norteamericanos nunca dejaron de hacer negocios con los nazis, y era la familia Rothschild la que estaba detrás de esto.
En el momento más cruento de la guerra, sionistas negociaban con total calma la emigración de algunos judíos a Palestina (junto con sus capitales), con los nazis en el marco de lo que se conoció como el “Acuerdo de Transferencia”.
Los judíos que quedaron fueron entonces, ni más ni menos, que la resistencia.
Los judíos originarios de Palestina no eran lo que hoy llamamos sionistas, lo eran los provenientes de Europa Central (los Ashkenaze) mezclados con la francmasonería.
Como se ve (y si bien lo que hago es resumir lo más que puedo), la trama es muchísimo más compleja que una multitud de versiones que circulan por ahí, no solamente con absoluta liviandad en cuanto al sustento investigativo sino que empañadas de interpretaciones subjetivas “convenientemente adaptadas” a la ideología religiosa, política, o intereses materiales de todo tipo que puedan tener quienes las echan a rodar y promueven su adhesión, lamentablemente en la mayoría de los casos con éxito.
El tema no sólo por su complejidad sino por la trascendencia que tiene en relación a la humanidad toda, requiere ser tratado con la más estricta seriedad, comparando fuentes, analizando hechos, actores, temporalidad, y un sinnúmero de elementos colaterales que muchas veces resultan excelentes indicadores de si se está o no transitando el camino correcto en la búsqueda de respuestas válidas.
Así y todo: "Es mucho más fácil desintegrar un átomo que un pre-concepto" diría Albert Einstein
Nidia G. Osimani