Mientras la FACPCE – Federación Argentina de Consejos de Profesionales en Ciencias Económicas - presiona para que los vencimientos del Impuesto a las Ganancias entre el 19 y 23 del corriente conforme terminación del número de CUIT, se prorroguen hasta que el Congreso tenga tiempo de dar tratamiento al Proyecto por el cual se modificarían los mínimos no imponibles, la idea del Gobierno en relación a esta medida es promover el consumo interno.
El argumento de la FACPCE es que en tanto la variación de la canasta familiar consistió en un incremento de más del 50 % entre febrero de 2002 y marzo de 2005, el aumento de los mínimos no imponibles no pasibles de imposición no alcanzó el 10 %.
Asimismo, desde la mencionada Institución se destacó que en función de la intencionalidad que conlleva la aplicación de dicho gravamen, lo que se busca es no afectar los patrimonios personales que no exterioricen riqueza y a las rentas de subsistencia, lo que se plasmó en el Proyecto donde se propone la modificación de los artículos 23 y 24 de la Ley 20.628 texto ordenado 1997, para que en los casos de trabajadores autónomos y empleados en relación de dependencia pasen a un mínimo no imponible de $ 8.040.- y las personas casadas a deducir otros $ 4.800.-, es decir, exactamente el doble de exenciones y deducciones actuales en cada caso.
Por su parte el Gobierno, está analizando la posibilidad de aplicarlo para los dependientes encasillados en la cuarta categoría, retroactivo al 1ero de enero de 2010, siendo el monto pasible de deducción para casados y solteros de $ 6.846.- y $ 5.554.- respectivamente.
Parece que se ha advertido repentinamente que los incrementos salariales obtenidos por varios en los últimos tiempos, resultan una contradicción en sí mismos en tanto al no modificarse desde 2008 el mínimo no imponible, tal incremento de ingresos puede terminar resultando una ostensible disminución.
Todo muy lindo, pero resulta que si bien la medida resulta una muy buena noticia para los trabajadores, fundamentalmente de manera generalizada, para los profesionales de clase media, mientras en contabilidad acotada parece que todo cierra, en macroeconomía no se puede mover un milímetro una variable sin que las demás no sean afectadas.
Desde el oficialismo se dijo por ahí que “hay que ver los números con cuidado para hacer algo equitativo y razonable al mismo tiempo. Se tiene cuidado que esto no implique una merma en la recaudación fiscal, porque eso iría contra la obra pública, que tiene importancia para el mercado interno y la igualdad".
Ahora bien, traducido todo al castellano básico la cosa queda más o menos así: El gobierno quiere alentar el consumo interno porque la inflación que ellos generaron con su política expansiva lo contrajo. Si siguen dando aumentos de sueldo a los diferentes gremios la demanda sube y eso ayuda a que siga creciendo la inflación. Además, “hace un ratito nomás”, parece que se dieron cuenta de que aumentar salarios sin correr el mínimo no imponible es, en muchos casos, bajar salarios.
Siendo probable que se apruebe dicho proyecto porque lo pidió el eminente Moyano que entiende mucho más de ciencias económicas que los contadores, economistas y administradores de la FACPCE, en teoría, la gente consumirá más, o no. Quizás algunos previsores dirán “mejor con la diferencia me compro unos verdecitos y me cubro por la que se viene”.
A todos los trabajadores que se alegrarán ante la noticia de la modificación de los mínimos no imponibles, lamento comunicarles que seguimos en el horno, ya que la inflación seguirá escalando, los salarios seguirán quedándose atrás y como al IVA no lo bajan, se nos seguirá imponiendo el 21 % sobre todos los mismos ascendentes precios de todos los bienes y servicios que consumimos todos los días de nuestras vidas.
Ergo, la solución no es tal, sino que es otro parche más de la administración K, pero no resuelve nada.
Que tengamos un sistema tributario tan regresivo implica que la mayor masa de tributos entre por el impuesto al consumo, esto es, que en realidad el Gobierno lo que está haciendo es promover el incremento de recursos en concepto de IVA porque siguen necesitando plata, entonces le cuenta a Ud. el cuentito de que están haciendo algo que favorece a los trabajadores.
Como reflexión final, y resumiendo, muy a vuelo de pájaro, sin entrar en sofisticados detalles técnicos, podríamos pensar en que si la realidad nos indica la necesidad de subir los mínimos no imponibles porque la plata no alcanza, que la inflación que cuenta el INDEC es puro cuento, que el Gobierno lo que quiere es promover el consumo para recaudar más en concepto del único tributo seguro y que más fondos le deja, a mi me da por pensar que mi abuela tenía razón cuando decía: “lo que no se nos va en lágrimas lo estamos perdiendo en suspiros”. ¡Qué sabia mi abuela!
Nidia G. Osimani