Otro entuerto político de beneficios empresariales redundan en este periódico al indagar un poco más profundo en el perfil de quienes se ofrecieran como garantes de los departamentos que el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, alquilara en la Capital Federal.

Uno de ellos es el abogado graduado de la UBA y especialista en derecho tributario, Gabriel Ignacio Akerman. El letrado es gerente de una de las empresas que explotan los bares de la Terminal de Mar del Plata (MDP Bares SRL) y actual director de TEBA, la firma que explota la Terminal de Retiro.

Gabriel Ignacio Akerman

El otro es Edgardo Darío Preiti (ex vicepresidente de TEBA) que respaldó con su interesante patrimonio la posibilidad de que Jaime o su pareja, Silvia Elena Reyss, no pagaran el alquiler de la calle Cerrito.

Al iniciarse la investigación por enriquecimiento ilícito que lleva delante el juez Federal Norberto Oyarbide, salió a la luz que Jaime alquila un departamento en Avenida del Libertador 654, piso 12 y que por el paga Us$ 1400 por mes según expresa el contrato adjuntado al expediente. Allí, figura Akerman como "fiador liso y llano" de Jaime.

Sería ingenuo no sospechar en que dichas empresas se hubieran visto beneficiadas por el entonces titular de esa Cartera.

Terminal Buenos Aires S.A. (TEBA) funciona desde 1993, cuando le otorgó el menemismo la terminal de Retiro, una concesión nacional controlada por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) que depende de la oficina que ocupó Jaime desde 2003 y hasta 2009. El presidente de TEBA es Néstor Emilio Otero, cuestionado empresario marplatense que, como tantos otros, extendió su amorío menemista hasta el kirchnerismo de nuestros días. En diciembre de 2006, Néstor Kirchner firmó el decreto que concedía la explotación de la terminal de Retiro a TEBA hasta 2015. La curiosa renegociación fue impulsada por el ministerio de Planificación Julio De Vido, amigo personal de Jaime.

Esta renegociación despertó dos puntos polémicos. Por un lado, le prorrogó a Otero el negocio de la terminal hasta setiembre de 2015 y la conveniente reducción de $ 400.000 a $100.000 mensuales del canon que el concesionario debe abonar al Estado. 

Néstor Emilio Otero

Otero fue el principal financista privado en aportar dinero para la campaña presidencial de Cristina Kirchner, es la autoridad máxima de TEBA por lo que Akerman y Preiti son sus más acérrimos subordinados. Si bien su empresa adeuda al Estado más de 50 millones de pesos, curiosamente nunca fue sancionado por ello, e incluso se benefició, tal como se escribe más arriba, de la concesión hasta el 2015 para explotar la terminal, además de reducirle el canon que debe abonarle al Estado, a una cuarta parte.

Además de ser agraciado con la concesión de la terminal de Retiro, el kirchnerismo le otorgó el gerenciamiento de la nueva terminal de pasajeros ferroautomotora de Mar del Plata. Obra varias veces cuestionada por su mal procedimiento y su interminable culminación. Asimismo, el nuevo contrato de concesión incluyó un plan de "obras y mejoras" de la terminal que no fue ejecutado dentro de los plazos previstos.

Este personaje, además de adjuntar varias investigaciones en causas por delitos tributarios, incluye varias denuncias de vecinos aledaños a la zona de la nueva terminal de Mar del Plata, ya que conectó los pluviales a la calle 9 de Julio, tras lo cual el barrio se empezó a inundar rápidamente. Estos vecinos reclamaron al Concejo Deliberante la constitución de una mesa de trabajo para abordar los distintos infortunios que genera en el barrio el funcionamiento de esta estación. “Este señor dijo en varias oportunidades que había hecho el trabajo de conexión interno de pluviales pero cuando vinieron los concejales constataron que nada de eso había ocurrido, inclusive, un arquitecto nos informó que eso no estaba ni proyectado siquiera; y por eso hemos visto, por ejemplo, la avenida Libertad inundada como nunca” afirmaba un vecino de la zona a un diario marplatense. Por lo tanto los ediles y los vecinos coleccionan insultos y amenazas de Otero que se destaca por sus vociferantes comentarios.

Los vecinos dejan la interrogante plantada al cuestionarse que quizás como Jaime no pueda pagar ahora los alquileres, la terminal deba recuperar unos pesos cobrando $8 por un café.

A continuación una grabación adjuntada de una conversación entre Otero y Daniel Rubio, vecino que lleva adelante las quejas contra este último.

Carlos Forte