Pese a las mentiras y desmentidas oficiales acerca de la preocupación con respecto a las restricciones en el consumo de gas a las principales industrias del país, la realidad demuestra que el sol no puede taparse con un dedo.
En el día de hoy y luego del pedido de la administración nacional, el Enargas solicitó a las industrias reducir a cero el consumo de inmediato. Sin embargo las empresas no acataron la orden oficial y el conflicto amenaza con agudizar el problema por la falta de gas. Salvo las industrias que están paradas por esta falta, el resto del parque productivo opera al mínimo, algo que sin lugar a dudas, los obliga a reducir su actividad.
La planta de Profertil, que fabrica urea, comenzó con la tarea de detención de su producción en la tarde de anteayer. La parada afecta también a las empresas Mega, PBB, Dow y Solvay Indupa. "Aguardamos que nos permitan consumir el mínimo técnico para poder mantener las plantas calientes y no tener que pararlas", expresó la gerente de Relaciones Institucionales de Dow, Marcela Guerra.
El ex secretario de Energía, Jorge Lapeña, vaticinó al diario Clarín que “el año que viene la situación será igual que este, tal vez peor. Habrá más demanda de gas, y menos oferta”, indicó. El escenario de las industrias en el país por la falta de gas, pese a las reiteradas compras millonarias del Gobierno a distintos países para reemplazar el gas que ya no se producía aquí, la perspectiva no deja de ser mala. Lejos de ser una situación azarosa el proceso actual constó de una serie de malas decisiones
Lapeña explica que “el gas es el producto más importante de la ecuación energética del país. Es el 50 % de la energía que consumimos. En los años 90 había reservas para 30 años de consumo, y hoy alcanzan para 6 o 7 años. A partir del 2004, fue cuando la Argentina empezó a retroceder en disponibilidad de gas”.
“El día lunes, los productores de gas inyectaron en los gasoductos 118 millones de metros cúbicos de gas, indica Lapeña. Los ductos tienen capacidad para transportar 130 millones de metros. Y la demanda era por al menos 40 millones más. La producción ya no puede satisfacer el consumo.”.
Recordemos que el Gobierno argentino diseñó el plan de un ducto desde Bolivia, que traería al país el gas de sus reservas. Pero la administración de Evo Morales no sólo no cumplió con los plazos prometidos, sino que no logró incrementar su propia producción para la exportación necesaria.
Según el ex secretario, el oficialismo no se anima a importar gas de Chile, usando los gasoductos que antes solían utilizarse para exportar. En la actualidad el país trasandino tiene gran disponibilidad de gas por las plantas de GLP que levantaron luego de que fuera la propia Argentina la que les dejara de vender a partir del 2004, por lo que el Gobierno deberá agachar la cabeza si quiere plantear una solución.
Mientras tanto, para la diputada por el PJ Federal, Natalia Gambaro, "no se puede tapar lo que es evidente. La falta de producción de gas y el problema de falta de abastecimiento existe", remarcó la diputada, quien aseguró que pedirá la "interpelación a De Vido para que informe de verdad la situación real de abastecimiento de gas y petróleo".
Carlos Forte