A media máquina por un receso invernal que se siente con fuerza en todos los ámbitos institucionales bonaerenses, el gobierno de la Provincia buscó avanzar esta semana en la definición de una medida que apuran los intendentes pero que puede resultar de difícil aplicación a partir de los intereses cruzados de los propios jefes comunales.
Ellas son: la instrumentación de mecanismos de auxilio financiero para los municipios.
La decisión ya tomada con ese fin tiene dos patas, el refinanciamiento de las deudas con el Estado provincial y la distribución entre las comunas de 500 millones de pesos que, en principio, fueron anunciados como refuerzo para el mantenimiento de los centros primarios de salud, es decir, las "salitas" barriales que sostienen los municipios.
Las primeras reuniones con los intendentes para ir definiendo la aplicación de esas decisiones se encontraron con algunos reclamos y controversias.
Las comunas con escaso o nulo beneficio por el refinanciamiento de las deudas a largo plazo, con un año y medio de gracia, reclaman que se les asigne algún otro auxilio financiero.
Y el reparto de los 500 millones de pesos para los centros sanitarios se topó con el requerimiento de que esos fondos sean girados sin asignación específica, de modo que puedan ser utilizados por los intendentes en cualquier rubro según sus prioridades; y con diferencias sobre qué parámetros se deben utilizar para definir cuánto le toca a cada municipio.
Con todo, las urgencias de las comunas superan a las discrepancias y el tema financiero, aún al costo de algunos eventuales enojos, sería resuelto en los próximos días.
La inseguridad, mientras tanto, sigue sin darles tregua a los bonaerenses. Asesinatos en asaltos -con una preocupante persistencia de la tendencia de la Policía a tratar de endilgar esos crímenes a cuestiones personales, como las pasionales y los famosos "ajustes de cuentas"- y una dramática toma de rehenes, marcaron en los últimos días los puntos extremos de una problemática aguda que no cede.
Cartón por aquí, cartón por allá
En el plano estrictamente político, en tanto, la ausencia de Daniel Scioli durante la semana -volvió ayer de su viaje a Italia- no evitó el regreso, agravado, de los cruces con el peronista disidente Francisco De Narváez, cada día más concentrado en la tarea de rastrillar la Provincia para ir instalando su candidatura a la Gobernación.
Críticas quizá más duras que las habituales a la gestión de Scioli y a su relación con los Kirchner de parte de De Narváez, con alguna chicana incluida -dijo que su gobierno es "de cartón"-, desató una ola de réplicas desde el gabinete provincial que llamó la atención por la cantidad y la "calidad" de las respuestas.
Cinco ministros y otros funcionarios salieron a contestarle al diputado nacional en un tono también cargado de chicanas y también aludiendo al "cartón", en ese caso con el agregado de "pintado".
Todo el episodio, en fin, le hubiera hecho creer a algún distraído que estaba asistiendo a la última semana de campaña antes de las elecciones. Pero, se sabe, falta bastante más de un año.
Desde el oficialismo, con todo, el hecho más resonante lo generó Néstor Kirchner, al apadrinar el lanzamiento político-electoral de su hermana Alicia que todo el peronismo oficialista bonaerense mira con particular atención, en la medida que el ex presidente deja trascender que esta provincia podría ser el territorio donde la ministra de Desarrollo Social juegue una candidatura en el 2011.
El lanzamiento de Alicia tuvo el formato, en rigor, de instalación de una nueva corriente. Por eso, mientras crecen las versiones que auguran que la hermana de Néstor podría ser candidata a vicegobernadora bonaerense, los funcionarios de Scioli, intendentes y demás referentes territoriales de ese espacio se preguntan si deberán alinearse en la flamante línea interna.
Alicia, por lo pronto, que siempre trajinó la Provincia desde su rol de funcionaria, en particular el Conurbano, ya comenzó a redoblar esa tarea.
De Jujuy a La Matanza
Kirchner monitorea, además, el "experimento La Matanza", donde desembarcó la controvertida dirigente jujeña Milagro Sala, para reproducir allí -el bastión histórico del peronismo más peronista- el trabajo que desarrolla en la provincia del norte su Asociación Barrial Tupac Amaru, una agrupación que se organiza y funciona con los parámetros de los grupos piqueteros de desocupados, bien lejos de la tradicional estructura partidaria del PJ.
Discordias internas
En el Peronismo Federal, por otra parte, se va instalando un clima de creciente tensión entre sus dos precandidatos bonaerenses a presidente. Eduardo Duhalde salió a promocionar un presunto acuerdo en ese espacio para llevar adelante su postulación con Roberto Lavagna como compañero de fórmula y a De Narváez para la Gobernación.
Y Felipe Solá ya aclaró que en ese caso se encontrará con el ex gobernador en la interna de ese espacio. La verdad es que el peronismo disidente está aún muy lejos de definir postulaciones. Y si de algo están seguros sus referentes es que, por ahora, no tienen candidato presidencial.
Marisa Alvarez
NA
Mientras están peleando por un hueso, estos se olvidan que se les paga para que solucionen nuestros problemas. Deprimente.