En el contexto de una batería de maniobras distractivas de distinta índole de las que hemos sido testigos los últimos días, esto es: ley de matrimonio gay, la creación de “las cristinas” - mujeres lideradas por la Sra. Hebe de Bonafini que recorrerían el país receptando los reclamos de los sectores más necesitados en apoyo al proyecto de la Presidenta (según lo explicara la propia titular de “Madres”), la pelea Chávez-Uribe planteada como algo que compromete seriamente la paz en la región frente a lo cual la mediación del diputado Néstor Kirchner resultaría más que relevante, la causa Macri y el efecto dominó que se verá en las próximas horas.
Los escraches y persecuciones a políticos de la oposición perfectamente planificados por “La Cámpora” o agrupaciones similares implementando tácticas muy específicas tomadas de conocidas fuerzas de choque a nivel latinoamericano, oportunamente sorpresivas tomas de rehenes, oportunos incendios tales como el acaecido en una terminal de ómnibus en medio de álgidas negociaciones, puntuales robos perfectamente planificados por delincuentes que a las claras no resultan “comunes”, extraños accidentes como el protagonizado por el helicóptero de un reconocido medio televisivo que lamentablemente se cobró dos vidas muy ajenas a ciertos pactos preestablecidos, la circulación de billetes falsos justamente en torno al pago de haberes a jubilados, la desviación de la discusión por el 82 % móvil, la suba del mínimo no imponible de ganancias, el ADN a los hijos de Ernestina de Noble, el Fútbol Para Todos, los festejos por el bicentenario, el mundial y los homenajes que quedaron frustrados por el resultado y así sucesiva y cuidadosamente estudiado cada movimiento con el claro objetivo de desorientar en las jugadas, precisamente las más comprometidas de índole económico, donde “el proyecto” parece haber perdido más que la brújula, siguen pasando demasiadas cosas que se quieren desesperadamente ocultar o al menos, disimular.
¿Cómo resultó al final el canje de deuda? ¿Qué pasa que hay tanto malestar en las bases, esto es, organizaciones sociales que reciben financiamiento superior? ¿Con qué discrecionalidad y en qué marco normativo se está ejecutando el presupuesto 2010? ¿Cuál es la verdad sobre las estadísticas elaboradas por el INDEC? ¿Qué está pasando con la recaudación en AFIP?, ¿Cuál es el real volumen de reservas de BCRA? ¿Qué se está protegiendo realmente al intervenir tan fuertemente para frenar las importaciones? ¿No se está pudiendo con el desequilibrio de la balanza comercial por el criterio expansionista sustentador del excesivo gasto público como activador de la economía? ¿Y la inflación? ¿Cuáles fueron realmente los resultados del último viaje de la Presidenta a China?, ¿pudo resolver el problema de las exportaciones de soja? La respuesta a éste último interrogante es un rotundo no, y eso explica el motivo por el cual a poco de retornar al país la Primera Mandataria haya salido con un desgastado discurso sobre la protección de género mientras varios esperábamos alguna noticia más afín con su última gestión en el exterior.
En este contexto, el INDEC nos da cuenta de que una canasta básica alimentaria de $ 536,86.- es la adecuada para una familia tipo (cuatro personas), importe con el que el otrora prestigioso organismo establece, pueden estas personas realizar las cuatro comidas diarias perfectamente durante un mes sin desnutrirse.
Asimismo, desde diciembre 2009 a la fecha, mientras el incremento de alimentos estuvo en el orden del 23 %, la inflación verdadera creció en un casi 13,5 %, lo que deja notoriamente desactualizada la asignación universal por hijo de $ 180.- que tan afanosamente se publicitó.
La brecha social evidentemente se profundiza, en tanto gremios afines al Gobierno consiguen ciertos favores para sus afiliados y los beneficiarios de planes y trabajadores informales, como así también el sector pasivo no cuenta con ese “privilegio”.
Asimismo, en desesperados intentos por preservar la divisa norteamericana, el Secretario de Comercio procura equilibrar la balanza comercial frenando las importaciones ante un sector empresario que observa con preocupación la posible emergencia de un nuevo modelo de sustitución de importaciones, ya que en los últimos años se observa un fuerte incremento de adquisición de bienes intermedios en lugar de bienes de capital como ocurrió en los primeros años de la presidencia de Néstor Kirchner.
A esta preocupación del empresariado nacional se agrega la irrupción de un nuevo proyecto de ley emanado del entorno del titular de la CGT que de ser aprobado, cambiaría las reglas de juego en el plano laboral en detrimento de las patronales y tiene que ver con la Ley de Accidentes, por la cual se incrementarían los costos de las empresas a la par de los juicios en su contra.
El panorama como se ve, no es para nada alentador siendo lo más lamentable el hecho de que la mayor parte de la población no advierta que las cortinas son de humo, y estratégicamente manipuladas en los precisos momentos en que se hace necesario ocultar el verdadero dislate en materia económica, por ende, en materia social, a menos claro, que se forme parte de la “sociedad”.
Nidia G. Osimani