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Fracaso de sesión con olor a Barrick Gold

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LAS AUSENCIAS Y LAS FALTAS
LAS AUSENCIAS Y LAS FALTAS

El fracaso de la sesión que debiera haber tenido lugar en el día de ayer para terminar de definir la ley de presupuestos mínimos para la preservación de glaciares, dejó un gran malestar entre las filas opositoras que no sólo responsabilizaron al oficialismo por no haber podido lograr una definición con respecto a la ley vetada por la Presidenta, sino que también cargaron culpas con los que se autoproclaman duros anti K.

 

La oposición había alcanzado a reunir 128 diputados, uno menos de lo que exige el quórum, por lo que el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, pidió que se levantara la sesión por falta de número.

En un momento entró el diputado, Eduardo Kenny (UCR-La Pampa), pero inmediatamente se retiró del recinto. "Díganle a Kenny que se siente", gritó Carrió, pero el pampeano murmuró al retirarse "¿qué me va a decir Carrió lo que tengo que hacer…?"

Carrió aseguró que "la culpa (del traspié) fue de la oposición” remarcando: "la Coalición Cívica estaba con todos sus diputados y no puede ser que haya diputados paseando por Europa y nosotros tratando de sesionar aquí". 

Verónica Benas, del bloque SI, señaló casi puntualmente que "el fracaso de la sesión obedeció a la injerencia sobre los Diputados de la Nación de las empresas mineras y los gobiernos provinciales en las que esa actividad se desarrolla".

Cecilia Merchán de Proyecto Sur, apuntó duramente: "el fracaso de la sesión de hoy huele a Barrick Gold", ratificó Merchán, y su compañero de interbloque Jorge Cardelli afirmó que "el kirchnerismo, el PRO y la UCR volvieron a demostrar que coinciden en los intereses que defienden: los de los capitales extranjeros contaminantes".

 "Algunos que dijeron que iban a estar no vinieron al Congreso. Es una irresponsabilidad absoluta", dijo fastidiada, la diputada Fernanda Reyes.

El faltazo del oficialismo y sus aliados puede ser hasta lógico, pero lo que más causó resquemor fueron los diversos diputados del núcleo anti-K que faltaron a la sesión. Entre ellos, se encuentran:

- Los macristas Laura Alonso y Christian Gribaudo. 

-La ahora cobista Cynthia Hotton. 

-Los peronistas disidente Juan José Álvarez, Manuel Morejón y Jorge Montoya.

-Los radicales Atilio Benedetti, Ricardo Gil Lavedra, Eduardo Kenny, Pedro Molas, Sergio Pinto y Mariana Veaute.

-El "margarito" Gerardo Milman.

-Los peronistas federales Zulema Daher, Mauricio Ibarra Sergio Pansa y Walter Wayar.

-El diputado de Entre Ríos por la UCR, Atilio Francisco Salvador Benedetti (uno de los ocho productores de soja más importantes del país).

-Eduardo Kenny de la UCR-La Pampa.

 Pero lo más curioso de la tarde fue un grupo de activistas que vociferaban ante las cámaras de TV tratando de interrumpir a Miguel Bonasso afuera del Congreso en nombre de los “pueblos originarios”. El periodista de TN, Gonzalo Asís, tuvo que sacarle el micrófono a Bonasso para dárselo a la impertinente mujer que se proclamaba a los gritos “cacique de la nación guaraní”,  mientras el diputado se lamentaba: “no sé qué tienen que ver los pueblos originarios con todo esto”. Sin embargo cuando la mujer, con un exagerado acento porteño, comenzó a decir que también representaba a los calchaquíes,  el movilero optó por sacarle el micrófono. Rumores de envíos K al Congreso no se hicieron esperar.


Equipo de Política
Tribuna de Periodistas

 
 

11 comentarios Dejá tu comentario

  1. Amigos: está clarísimo, si un emprendimiento extranjero, que no le deja a nuestro país absolutamente ningún beneficio (y hasta se lo subsidia), está tan promocionado por los K, y sus secuaces, sólo se explica por el "retrorno" que éstos deben estar percibiendo, de lo contrario no se entiende tanto interés en la minería. Saludos.

  2. M & E: me gustaría que aclararas si con tu comentario, un poco incoherente, estás defendiendo esta salvajada perpetrada por las empresas mineras. Lo pregunto porque eso parece desprenderse de tus palabras. Lo de seres "creativos y racionales" lo decís por la minería o por la devastación creada por los "sojeros"?. Tenemos que tratar de ser más precisos en los comentarios, para evitar malos entendidos. Saludos.

  3. Estimado Hector, no es casualidad que todo lo relacionado con el ecologismo y el calentamiento global en particular aportan nuevos argumentos a favor de un estado más intervencionista, más impuestos, etc. Es el discurso cobarde y progre. Los países que siempre rechazaron esta mentira, ahí están, en lo mas alto. 1ro está la producción y el desarrollo de un país. Esos países van de frente y no se dejan engañar, para eso está la gilada tercermundista. La mayoría de los ecologistas son estatistas, muchos zurdos negociantes y socialistas, y son hostiles a la sociedad de consumo o ven con mala cara la libertad y el estilo de vida occidental y cristiano. Muchos de ustedes aceptan la teoría de el calentamiento global porque les proporciona argumentos muy convenientes porque aborrecen a “el sistema” y quieren un giro de tinte socialista. El ecologismo es una religión, y en parte un negocio, pero por el estilo de vida y muchos de los comentarios que dejan estoy segura que lo de ustedes, es lo primero. Saludos, MyE.

  4. M & E. : de momento que hablás de "ustedes", supongo que habrá también un "nosotros", tipica postura de la gente reaccionaria y autoritaria, que divide el mundo en buenos y malos y que por supuesto se cuentan a sí mismos entre los primeros. Producción y desarrollo sí, pero sin destruir la naturaleza, que es nuestra primigenis y última fuente de vida en el planeta. Yo tampoco me trago lo del calentamiento global, pero no creo que la ecología sea mala palabra ni vaya en contra del desarrollo. Simplemente estoy en contra de este tipo de emprendimientos como el de la minería a cielo abierto, que es de lo más antiecológico que existe. Amén de ser solamente un fabuloso negocio para unos pocos y que no genera riquezas ni desarrollo de ninguna espacie para el país involucrado, en este caso el nuestro. Te aclaro que no soy ningún "zurdo", y menos en el sentido despectivo que lo decís, pero aborrezco esa expresión "occidental y cristiano", típicamente fascista, que me recuerda a una época funesta para la Argentina. Y tampoco me considero parte de la "gilada", porque tengo bien claros los principios en que debe desenvolverse una sociedad democrática y progresista, no el "modelo" de desarrollo infame que nos quieren vender. Saludos.

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