El drama de Carolina y de su bebé Isidro volvió a desnudar cierta impotencia del sistema político para hacerse cargo de los casos dramáticos que terminan por conmover a la sociedad.
Es cierto que el mundo moderno acentúa y masifica la violencia y que la Argentina no es el paradigma de la delincuencia urbana, en comparación con otras naciones de América Latina, Africa y hasta Estados Unidos.
Pero este es el tiempo y el lugar que nos tocó vivir, y los ciudadanos buscan respuestas de sus clases dirigentes.
Por empezar, el desenlace trágico de la salidera bancaria sufrido por Carolina Píparo prácticamente no mereció ninguna mención desde la Casa Rosada.
Como si de allí no partiera ninguna responsabilidad sobre la inseguridad cuando, en realidad, un mensaje de la Presidenta podría haber dejado, al menos, el reflejo de un Estado presente.
Pero no, la estrategia comunicacional parece ser la de despegar la imagen presidencial a los hechos negros que enfrenta la sociedad.
Algo similar sucedió cuando Néstor Kirchner era Presidente y se quedó unos días en Santa Cruz cuando sucedió la tragedia de Cromañón.
En aquella oportunidad, Aníbal Ibarra —por entonces cercano a Kirchner— pagó los platos rotos, como ahora lo hace el gobernador Daniel Scioli, y sufre un desgaste porque quedan como que está detrás de los acontencimientos, más allá de la convocatoria al Consejo de Seguridad provincial y de los 16 proyectos para evitar las salideras bancaria.
No es que se pueda culpar a un Presidenta por un incendio en un boliche o una salidera, pero frente a estos hechos conmocionantes hay una sociedad que espera respuesta de sus gobernantes, y, en especial, del más alto nivel.
El caso de Carolina e Isidro puso de nuevo en contradicción algunos conceptos que manejan tantos opinadores de turno.
Entre ellos que no se puede pedir por un lado soluciones al flagelo de la inseguridad y al mismo tiempo la eliminación de los planes sociales o subsidios, indudables contenedores para muchos desclasados.
Tampoco que algunas corporaciones piense sólo en la maximización de sus ganancias sin pensar en el resto y olvidar así la necesidad de recrear una sociedad más vivible.
O que alguien pueda hablar en estos tiempos de un Estado "stalinista", casi una burla a la inteligencia.
En una economía que crece pero que no crea empleo en la misma proporción, la participación activa del Estado es clave para garantizar la seguridad y evitar también esa creciente tendencia de confundir pobreza con delincuencia, que sólo lleva a mayores actos de violencia.
Scioli sabe muy bien que en hechos mediáticos como este se juega buena parte de su futuro y que por eso debe salir a dar la cara y tomar medidas, aunque algunas suenen a destiempo.
También conoce que su proyección política sigue unida a la de los Kirchner y por eso habla de una unidad "inquebrantable".
Y utiliza esta palabra para contener el embate de las fuerzas opositoras, encarnadas sobre todo en el Peronismo Federal, que pretenden quebrar la voluntad de varios intendentes para que peguen el salto de orilla.
El encuestador Eduardo Fidanza, de Poliarquía, expresó, en el Precoloquio de IDEA realizado en Rosario, que la situación de Scioli siempre fue particular, ya que mantiene su elevada imagen positiva en las encuestas.
Sólo tuvo una sensible caída con la crisis del campo en 2008, pero a partir de ahí fue ganado posiciones, gracias a su criterio conciliador.
Lo particular de la última encuesta de Poliarquía, la única que anticipó la victoria de Francisco de Narváez en los comicios del año pasado, es que los números le dan cada vez mejor a los Kirchner.
Hasta el propio Fidanza admitió su sorpresa por los guarismos, ya que, por ejemplo, la imagen de Cristina Kirchner lleva ocho meses de recuperación consecutiva.
Ante unos 200 empresarios, que no terminaban de salir de su asombro, expresó que tanto Néstor como Cristina están ganando el voto joven, que puede ser decisivo en las presidenciales del año próximo.
Recordó, además, que en el comicio legislativo se "vota con el corazón y en la Presidencial con el bolsillo", por lo que no descartó la continuidad kirchnerista si la economía sigue en crecimiento.
Para calmar a más de uno que lo escuchaba, indicó que los Kirchner aún no pueden recuperar ese núcleo duro de voto opositor de la clase media urbana y rural que le dio la espalda durante el conflicto con el campo y difícilmente pueda reconquistar.
Quizás con números similares a la vista, el primer matrimonio hizo rodar la versión de una pelea entre ellos por la candidatura de 2011, que sonó más que nada a un mensaje de que no hay lugar para ningún tercero.
Frente al escenario planteado por encuestas de este tipo, los grandes empresarios del país comenzaron una ronda de consultas con las fuerzas opositoras y, a la vez, alertaron por la ausencia de "seguridad jurídica" para el país.
Es que ninguno de los opositores termina de despegar en sondeos de opinión y a todos les cuesta encarar un proyecto en común.
Mauricio Macri está entrampado en la causa judicial por las escuchas y hasta Eduardo Duhalde la anticipó que nunca un extrapartidario fue candidato presidencial por el Peronismo.
El jefe de Gobiero porteño, De Narváez y Felipe Solá, que el año pasado compartieron el mismo espacio, hoy casi ni se hablan.
Mientras que Carlos Reutemann no se cansa de reiterar que no será candidato presidencial, a pesar que gente de su entorno nunca lo bajan definitivamente de esa carrera.
Duhalde sueña con ser el candidato del consenso entre una alianza entre la disidencia peronista y PRO, y le reservaría a Macri la relección en la Ciudad de Buenos Aires.
Por el lado del radicalismo, Julio Cobos ya comprendió que debe acelerar los tiempos de su estrategia y no se descarta que su postulación presidencial junto con su renuncia a la vicepresidencia se produzca antes de fin de año.
Mientras que Ricardo Alfonsín teje con paciencia su postulación para disputarla en la interna abierta a Cobos.
Por lo menos, en la UCR las cosas están más claras que en el PJ; donde los disidentes reiteran que irán a una interna por fuera del partido.
Frente a semejante atomización opositora, no pueden sorprender demasiado los números de la encuesta de Poliarquía, ni que grandes grupos empresarios reclamen la unidad para forzar una alternativa válida para el 2011.
Daniel Casal
NA
CASAL, RESPETUOSAMENTE ; POLIARQUIA , SABE QUE EL PINGUINO ASI COMO ESTAN LAS COSAS QUE LA OPOSICION NO SE DA LA ESTRATEGIA DE CAMBIAR LA LEY ELECTORAL, , ES PORQUE ESTAN JUGANDO A SER OPOSICION DE GRUPO, Y PREFIEREN LOS DOLARES EN LOS BOLSIYOS, PORQUE CODICIOSOS SON TODOS ==== ALFONSIN SERA EL QUE VEA LA UCR CAER KAPUTT, Y ME GUSTA QUE SUCEDA , POR SER UN PARTIDO GORILON DISFRAZADO DE DEMOCRATA SOLO ILLIA Y FRONDIZI , FUERON VERDADEROS PRESIDENTES ======== COBOS , VALE MAS DE VICE QUE RENUNCIANTE ES LA JUGADA QUE ESPERA KK PARA DAR SU GOLPE PALACIEGO , ESTILO CAMPORA DONDE MATARON A LOS 6 DIPUTADOS MONTOS RECATATE PISCUI