Amada incondicionalmente por unos y recurrentemente obliterada por otros, Elisa Carrió es una innegable protagonista de la política nacional de las últimas décadas. Y es inevitable que así sea, aunque ella misma muestre una dualidad insondable y a veces hasta se autoflagele. Puede ser la más sagaz analista política de la realidad tanto como la más soberbia referente de un "yoísmo" cada vez más rechazado por la gente.

En cualquier caso, Carrió no cambiará y sus adeptos no dejarán de apoyarla, por lo que nos abocaremos a analizar el futuro posible de quien fuera segunda en las últimas elecciones presidenciales de la Argentina.

Elisa Carrió enfrentó políticamente con éxito al kirchnerismo desde la construcción del ACyS junto a Gerardo Morales y sectores del Socialismo, y a raíz de eso hoy tienen una importante presencia parlamentaria, pero a un año de aquella gesta poco queda del ACyS tal como se lo concibió.

Roto el ACyS, (antes por obra y gracia de sus aliados que de ella misma, es justo admitirlo) Carrió aparece ahora como una outsider solitaria que sabe que puede ser una buena Presidente de la Nación, pero que también sabe que esa meta deviene en utopía si la Coalición Cívica no conforma rápidamente una nueva alianza política con sectores radicales y/o peronistas que le aseguren presencia y fiscalización a nivel país.

Pero apelando a principios de honestidad antes plausibles que criticables, Elisa cerró puertas de acercamiento con Duhalde, Cobos, la Coordinadora Radical, Binner...y son cada vez menos los referentes de mediana jerarquía que le quedan "disponibles" con vistas a una conjunción política y electoral para 2011.

Su determinación de no aparecer en "fotos" comprometedoras la está dejando fuera de la foto nacional....y es una pena, un desperdicio diría.

De tal modo, las chances de ser candidata a Presidente de la Nación se desvanecen a pasos agigantados y quizá una buena opción sería barajar y dar de nuevo lanzándose a por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, (pero candidateándose ella y no designando a Adrián Pérez) y dejando pasar este turno presidencial.

Un buen gobierno en la CABA dejaría sin argumentos a quienes la tachan por no haber gestionado; un éxito en las políticas de seguridad y control del narcotráfico (asignaturas que Mauricio Macri, permanezca el tiempo que permanezca, indudablemente ya no será capáz de aprobar con mediano suceso) y unos años de gestión regional adecuada le podrían permitir poner sobre la mesa en 2015 no sólo su destreza política y jurídica sino también antecedentes inmediatos de buena gestión.

En resumen, una experiencia piloto en la CABA para luego trasladarla al órden nacional, teniendo a sus jóvenes dirigentes con 4 años más de experiencia política, nada despreciable por cierto.

Cuatro años en los que estaría gestionando, mientras el peronismo federal, el radicalismo, los kirchneristas y todo el resto del arco político decantan hacia sus nuevas realidades, y durante los cuales la Coalición Cívica estaría ocupada en "otra cosa más importante".

En ese supuesto, y, de gestionar exitosamente, hacia 2014 muchos de los demás la irían a buscar a ella y se atendrían a sus designios a la hora de formar un fuerte frente político para las elecciones de 2015, y Elisa estaría pues nadando las aguas que mejor nada: Organizar y decidir desde la punta de la pirámide de poder.

A veces dar un paso atrás sirve para tomar empuje, sólo es cuestión de advertirlo a tiempo.

Fabián Ferrante
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