La Iglesia reitera, cada vez que puede, que no hay ninguna ley, por más trascendente que parezca, que sea más importante que el debate de políticas de Estado para erradicar la pobreza, una problemática estructural en el país que los obispos siguen considerando "escandalosa".
La preocupación volvió a estar en boca de los máximos referentes eclesiásticos, a raíz de "cierta distracción" de los problemas reales de la gente que los prelados católicos consultados por DyN dicen percibir tanto del oficialismo como de la oposición.
"Debería prestarse más atención a los cientos de miles de jóvenes que no estudian ni trabajan. Este es un tema, me parece, que no es prioritario en la agenda política de la Argentina", criticó el titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto.
Un discurso casi calcado al que esgrimió por estas horas el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, al reclamar "soluciones" y "consensos" sobre cuestiones como las jubilaciones, la seguridad, la desocupación, la educación y la salud.
Sin embargo, la queja episcopal apunta más a la desatención dirigencial del elevado nivel de pobreza que se registra en la sociedad, una situación que —advierten los obispos— exige implementar políticas públicas urgentes que logren revertir el cuadro de exclusión y marginación.
Los referentes eclesiásticos sostienen en este sentido que la Asignación Universal por Hijo —que el gobierno exhibe como su mayor logro social— fue un avance, aunque no beneficie a toda la infancia en situación de desprotección.
Por esto, la Iglesia insiste en que deben trazarse políticas públicas en materia social que trasciendan los gobiernos de turno y, sobre todo, que eliminen cualquier sospecha de clientelismo partidario.
No obstante, los obispos reconocen que el clima de confrontación, la puja por el poder y las internas anticipadas y solapadas, no contribuyen a trabajar por el bien común del conjunto de la sociedad y tampoco a comprometerse con la opción preferencial por los pobres.
"La dirigencia convirtió la política en una fábrica de poder que está llevando a la sociedad argentina al borde del caos social", advirtió monseñor Miguel Hesayne.
La inquietud de la Iglesia por la pobreza, a la que pretenden erradicar sin utopías de cara al Bicentenario patrio 2010-2016, se reeditará la próxima semana en el marco de la Colecta Nacional Más por Menos, por realizarse los días 11 y 12 de setiembre con el lema "Construyamos una historia sin excluidos".
La campaña, que cumple 40 años, no estará inmersa esta vez en un choque Gobierno-Iglesia por las estrategias para erradicar la pobreza y las estadísticas para cuantificarla.
El año pasado, con igual motivo, el mensaje del papa Benedicto XVI exhortando a un "esfuerzo solidario" que permita reducir "el escándalo" de la pobreza desató una polémica de ribetes impensados.
Tal fue el impacto que la carta papal provocó, que llevó a la Casa Rosada a criticar la forma como fue transmitida por los medios de comunicación.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se quejó entonces por el manejo informativo de la frase y advirtió que "manipular las palabras del Santo Padre es una falta total de calidad informativa, pero desde el punto de vista humano es una actitud pésima, casi berreta".
La réplica eclesiástica no tardó en llegar de parte del titular de Cáritas Argentina, monseñor Fernando Bargalló, quien calificó de "impecable" el mensaje del Papa y opinó que "habría que ser necio para desconocer esa realidad lacerante de la pobreza, que es un escándalo".
En Balcarce 50 desconocían, o al menos olvidaron, que Benedicto XVI refirió sistemáticamente a la realidad social argentina en sus mensajes alentando la Colecta Más por Menos, aunque no siempre apeló a un tono crítico e incisivo como en 2009.
Tal vez ese año tomó como referencia los informes diocesanos que los obispos argentinos le llevaron entre febrero y abril, en el marco de la visita "ad límina", balances quinquenales que coincidieron en alertar sobre el crecimiento de la pobreza y la desigualdad social a partir de 2007.
El 14 de marzo de 2009 fue el cardenal Jorge Bergoglio, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el encargado de advertir ante el Papa sobre el riesgo de "descomposición del tejido social" y sobre el "escándalo" de la pobreza y la exclusión en el país.
Para esta edición de la iniciativa solidaria, Benedicto XVI pidió ayudar a los desfavorecidos y considera que la Argentina atraviesa una situación social "no exenta de dificultades".
¿Habrá que esperar ahora una nueva reacción gubernamental? Tal vez sí, tomando en cuenta los antecedentes y el siempre sensible oído del matrimonio presidencial ante las críticas de los obispos.
Guillermo Villarreal
DyN
Me parece normal y lógico que la Iglesia pida por los mas desfavorecidos, por los desprotegidos, pues lo hace desde la fe y sus buenos sentimientos, pero la responsabilidad es de los políticos . Y los políticos utilizan a los pobres, ignorantes, necesitados y excluidos para su propio beneficio, por eso es que no hacen nada para paliar la situación, al contrario, cuanto más dependan del Estado, es más fácil manejarlos. Además, la naturaleza hace que lo masivo no sea lo óptimo. La belleza, la inteligencia, la suerte, son cualidades de las minorias , no de las mayorias. Pero el esfuerzo, el sacrificio, la constancia como valores cultivados por el hombre pueden lograr tanto o más éxito que las condiciones naturales. Esos valores se aprenden con la educación, pero eso hoy ha sido dejado de lado en las mayorías adoctrinadas por los estatistas, para su exclusiva conveniencia. En lugar de enseñar a buscar la excelencia hoy se trata de masificar la mediocridad, por eso las miserables ayudas a los desprotegidos, etc. nunca los van a sacar de su precariedad. Además las ayudas las generan los que trabajan y producen y cada vez son menos. ¿No había un dicho católico que decía que en lugar de regalar un pescado había que enseñar a pescar porque la ayuda es ocasional y lo aprendido es permanente?. ¿No tiene más vigencia? Definitivamente, hasta que no volvamos a cultivar los valores éticos o morales, a los premios y castigos, y a la búsqueda de la excelencia no progresaremos como sociedad. Atentamente
la pobreza se combate de parte del Estado es el principal responsable en esta tarea..Des de la iglesia catolica se hace mucho para luchar contra el escandalo de la pobreza,aunque la tarea de la iglesia es predicar la Palabra de Dios.No solo con las colectas de caritas y mas por menos,sino cada parroquia atiende las necesidades de los fieles y no solo es la pobreza material sino que los Hombres conozcan a Dios,