“A Néstor lo mató Magnetto y las mentiras de Clarín…” dice una supuesta manifestante “espontánea” frente a las cámaras patéticas de Canal 7. La televisión pública, a veces púbica, esta vez se muestra impúdica como nunca.
Las escenas del montaje que hizo el canal del Gobierno en la puerta de
La hinchada K se lanza a una enfervorizada cantata de insultos contra Julio Cobos… no bien un personaje de la TV oficial hace la correspondiente seña de que “ya estamos en el aire...”.
“Andáte Cobos la p… que te parió” es la consigna de chicas y muchachos sonrientes, con poca estirpe de estar en el velorio de “El Jefe”. La noche anterior, Carlos Tomada lanzaba carcajadas en Plaza de Mayo mientras no lo enfocaban las cámaras. Cuando una de ellas encendió los reflectores, el Ministro de Trabajo mudaba a rostro de circunstancia.
El Gobierno eligió jugar de local, reservarse el derecho de admisión y velarlo en
La seguridad de Julio Cobos y agentes de inteligencia de
Al vicepresidente le dijeron que no vaya, lo iban a patotear y mal. Cobos usó la diplomacia para justificar el faltazo. La sugerencia de Aníbal Fernandez a Eduardo Duhalde para que no concurriese ya fue una advertencia explícita, y el hombre de Lomas de Zamora no tuvo reparo en hacerlo público.
Un grupo de choque con uniformes de calle (nada de usar los chalecos de la juventud sindical y mucho menos los verdes de camioneros) fue detectado por el macrismo cerca de Hipolito Irigoyen y Defensa. Estaban en la espera de una señal, un password de violencia que los indujera a entrar en acción.
La disposición de Canal 7 era captar las secuencias y presentarlos como presuntos arrebatos de pasión popular.
Los “testimonios espontáneos” de los concurrentes frente a las pantallas de Canal 7 tenían el mismo tono armado de provocación. “A Néstor lo mató Clarín, Duhalde, Cobos, la oposición…”… Demasiada vergüenza ajena para un día que conmociona.
Y la pregunta que suscitó muchos susurros: ¿Por qué un velorio a cajón cerrado cuando las circunstancias del fallecimiento no presumen deformación alguna del rictus facial? ¿Acaso la gente que concurre a la capilla ardiente no lo hace para contemplar por última vez el rostro de quien consideran su líder...?
Evita, Juan Domingo Perón y Raúl Alfonsín fueron velados a cajón abierto aunque previamente se hubo de acondicionar el cadáver químicamente para preservarlos del deterioro anticipado. Si así se hizo entonces, ¿por qué no ahora?
Quizás de tan habitual que fue detectar las conspiraciones del kirchnerismo en plena vida de Néstor, que aún frente a su muerte las suspicacias no paran de sonar.
“El ataúd parece demasiado pequeño para el cuerpo de Néstor”, dijo al pasar un asesor de Nilda Garré y encendió la mecha para la explosión de todo tipo de conjeturas.
“¿Y si hizo
Todo el elenco oficial mirando un cajón cerrado durante larguísimas horas, el público desfilando sin poderle ver el rostro a su líder por última vez y el entrenamiento permanentemente conspirativo que indujo Néstor Kirchner desde años, hace que hasta su muerte pueda ser puesta en duda bajo aquel slogan que tan bien cantaba Fredy Mercury: “Show must go on..”.
Jorge D. Boimvaser
(1) Al cierre de esta nota, comenzaron a circular nuevos rumores, esta vez referidos a que Néstor se habría pegado un tiro. Por ahora, son sólo rumores.