El martes 9 de noviembre de 2010, el teatro ND Ateneo, se vistió de gala para honrar a los trabajadores de la radio argentina. Radio Nacional ganó como mejor emisora AM, y la Metro como FM.

 Víctor Hugo Morales y Claudio María Domínguez fueron distinguidos como mejores conductores en AM y FM, respectivamente. ETER reconoció en esta oportunidad nueve “premios a la trayectoria”: Nora Massi, Hilda Bernard, Frank Boga, Delfor, Roberto González Rivero (Riverito), Jorge Luz, Cacho Fontana, Eduardo Colombo y Luis Salerno.

Sí, leyó bien, no se equivocó: Claudio Domínguez junto a Victor Hugo Morales. Ud. podrá pasarle cualquier factura política y ética —y más, en estos últimos tiempos— al locutor parlanchín oriental, pero no es merecedor de semejante ladero en la premiación. Para algunos, un sugestivo acto que coloca al uruguayo en el mismo nivel que Domínguez.

Noche agitada

 Luego de una jornada agotadora, al llegar a mi casa y mientras preparaba de cenar, puse la radio para distenderme un poco. Pensé, buena música para mis oídos. La noticia me sorprendió. Escucho la singular voz del reconocido charlatán de feria (1), Claudio María Domínguez, que exultante exclamaba sin cesar: “¡ganamos el premio ETER!”. Una y otra vez repetía casi sin aliento. Mientras que sus compañeros de Pop radio (FM 101.5), lo felicitaban.

Claudio María no lo podía creer. Claro está: encima de que es un fraude, lo premian. Su programa a punto de concluir, pasada la medianoche del martes 8 de noviembre de 2010, hito histórico para el “macaneo posmoderno”. (3)

Sí, el sempiterno y carismático divulgador de toda pseudociencia que ande desmadrada, el la recoge y potencia con dialéctica sin igual. Domínguez, posee una verdadera pyme exitosa, que pervive gracias a la estupidez humana. Trabaja en varios medios de comunicación, a través de los cuales —como gran vidriera— exhibe su mercancía esotérica posmoderna: ovnis, reencarnacionismo, Sai Baba, parapsicología, mancias, cristianismo esotérico, etc., etc.

Domínguez (der) junto a otro charlatán, el” Maestro Amor”. Dios los cría y ellos se juntan

El sincretismo es su mayor virtud: su lenguaje asocia a la Madre Teresa, con pícaros charlatanes de India; así trabaja. Mezcla, mezcla, que algo quedará. Lo importante, no es el contenido, sino el ruido comunicacional. Sólo la fachada de su discurso es lo que alecciona (¿?) por ej: utiliza siempre diminutivos, sonríe, banaliza la dureza de la vida, con profecías baratas de paraísos perdidos. Claro está, él es el mediador para llegar al paroxismo de la felicidad.

Fundamentación

 A menudo converso con un gran periodista y mejor amigo, Néstor Genta (compañero de Tribuna de Periodistas) sobre el análisis semiológico del discurso paranoide de Domínguez. La anatomía de su lenguaje, evidencia psicopatología manifiesta:

Es maniqueo (dualista): el bien y el mal en perpetua desarmonía. Y Domínguez viene para redimirnos. Claro está, el es el profeta; el que vende ilusiones y cobra por sus servicios. Juega con el miedo y la desesperación de las personas. Vendiendo “baratijas de esperanzas”.

Ténicas de manipulación: como buen gurú, presenta siempre en sus programas o conferencias, “estudios de casos” (casuística esotérica), donde el es el mediador del conocimiento. Jamás se equivoca. Con lenguaje reduccionista, tapiza su ignorancia y alecciona (¿?). Cuando recibe ataques a su ética, utiliza el viejo truco de la desacreditación: son ignorantes, no entienden porque no son profundos como el. Acompaña su discurso con un gran anclaje de latiguillos, muletillas, gestos (¿y cuantos?). “Le pone el cuerpo” a sus verborrágicas presentaciones. En el programa de TV. de Mirtha Legrand (América TV, 20-09-210), la reina de los almuerzos, ante la psicopatología evidenciada de Domínguez (que no dejaba hablar a nadie, incluso llegó a indicarle a la Sra. Legrand, cuando ir al corte publicitario…), “chiquita”, le recordó que la conductora era ella, que sabía su trabajo. Las personalidades psicopáticas son manipuladoras. Y Domínguez no es la excepción. (2)

Posee rasgos psicopáticos: (4) El Psicópata, posee una personalidad, que sin llegar a ser una enfermedad mental, es anormal. La característica principal de estas personas es que tienen anestesia afectiva, no sienten culpa, por lo tanto, ellos no son los que sufren, pero sí las personas de su entorno. Las emociones que sí pueden sentir son cólera, ira o tristeza, cuando las cosas no son como ellos quieren. (DSM IV).

 Trato de encontrar alguna legitimación, ante esta realidad: ¿Cómo es posible, que semejante personaje impresentable tenga tanta exposición mediática? Labora en el multimedio del empresario periodístico Daniel Hadad. Surge por ende, la primera afirmación: todo es un negocio redondo. Venderle esperanza barata a la gente y multiplicarla. Se compra como pan cliente. Ante tanta locura y tensión social, la salvación profética de Domínguez, calza como un guante.

 En conclusión, cabría cuestionarse quiénes son los referentes del jurado que realiza dicha premiación ETER. Y de no haber mediaciones políticas, si están en pleno uso de sus medios neurológicos.

Más allá de este tópico, el premio al pensamiento mágico es el premio a la ignorancia… y un peligroso precedente.

Gustavo Contarelli

(1) Charlatán de feria: Con este nombre, se referían en la Edad Media, a los vendedores de ilusiones, o milagreros, que pululaban por las grandes ferias de Europa. Vendían tónicos que curaban todo tipo de afecciones corporales, hacían rituales para mejorar el clima, hasta pequeñas cirugías.

(2) Programa de TV Almorzando con Mirtha Legrand (América TV, 20-09-210).

No encuentro mejor encuadre para una anatomía de su lenguaje, que ver dicho programa. Visitar la página www.claudiomariadominguez.com.ar.

El lector podrá hacer una síntesis de la ética, como de la psicopatología del susodicho.

(3) Macaneo posmoderno: frase coloquial, que utiliza el reconocido científico y filósofo argentino, Mario Bunge. Se refiere a los cultores de la pseudociencias.

(4) DSM IV.: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. (Asociación Americana de Psiquiatría).

 Psicópata: una forma de manía, sin el déficit cognitivo, pero con daños graves en la capacidad afectiva. El psicópata no experimenta remordimientos por sus actos, y no repara en medios para conseguir sus metas. Los psiquiatras americanos, deberían estudiar a don Claudio Maria Domínguez. Se sorprenderán, de ver un espécimen majestuoso de personalidad psicopática.