Chávez no escarmienta. No le alcanza con generar conflictos con Colombia, apoyando desembozadamente a las FARC y otros grupos narcoterroristas. No le alcanza con generar conflictos propios, ahora (siempre en realidad) se empeñó en utilizar sus alianzas del “socialismo del siglo XXI” para generar conflictos entre sus subsidiados y empetrolados aliados, y los líderes afines de los terceros países a los cuales, potencialmente, le interesa desestabilizar o alimentar el fuego de los conflictos fronterizos, que mantienen ocupada a sus militancias y funcionan como nubes de humo también, en las cuestiones locales.
No es la primera vez que Chávez potencia al ex guerrillero sandinista Daniel Ortega, el postre actual primer mandatario nicaragüense, e intenta embarcarlo en conflicto militar.
Hace un tiempo, los chavistas (no los venezolanos, claro) intentaron exhumar de entre los muertos y enterrados el mítico “Plan Guaicaipuro” (1) un juego de guerra, que de juego, como el recordado “juego de arcibel” (2) no tiene nada.
La propagación del “bolivarianismo” en algunas comunidades fronterizas colombianas (la Guajira y el Arauca), la orientación chavista de los reclamos nicaragüenses por las islas San Andrés y su mar circundante, las reivindicaciones territoriales ecuatorianas a Colombia y el actual movimiento y acantonamiento de tropas sandinistas en el río San Juan y la Isla Calero (Nicaragua cuenta con soberanía sobre el río, no sobre la isla aparentemente).
No hay que olvidar los recientes incidentes en Salta, de los cuales Evo Morales poco dijo, sumado a las noticias (pescado podrido) de que Chile entregaría por fin la zona de acceso al mar a Bolivia, solo hace enervar la ya caliente sangre latina de todos los involucrados, disociar y enfrentar. Crear un clima bélico y anular el diálogo a través de la crispación (¿Qué parecido al kirchnerismo, no?).
Así, queda evidenciado no solo las intenciones expansionistas de Hugo Chávez, sino, la justificación armamentista, que se hubo de traducir en compras millonarias de aviones, armas, tanques, equipos de detección naval, fusiles de asalto rusos, etc., etc.
El modelo Nicaragua VS. el modelo Costa Rica
Se ha hablado ya mucho de Nicaragua, un país devastado por dictadores asesinos y criminales que se perpetuaron en el poder durante 50 años (Anastasio Somoza, alias “tacho” y su hijo “tachito”) y luego se embarcaron en una guerra civil contra el sandinismo, un movimiento político nacido en la muerte brutal e injusta del nacionalista romántico, revolucionario y héroe de Nicaragua, Augusto César Sandino (3) en 1934, y que tras 40 años de cruenta guerra civil (que se cobró 70.000 vidas) arriba al poder en un formato marxista Light, dado que supo convocar a elecciones, respetó en alguna medida la propiedad privada, etc.
No había mucha propiedad privada que expropiar en Nicaragua, un país pero que feudal, casi improductivo, solo las propiedades de Somoza (4) y unos hacendados, y también las plantas de frutales americanas. Cuentan los memoriosos que el triunfo sandinista del ´79 se produce sobre una capital con no más de 50 edificios de alto, de los cuales solo 7 contaban con ascensores, lo que demostraba el atraso en el cual Somoza había sumergido al país. No solo eso, Somoza antes de irse del país hizo bombardear la ciudad por completo, y se llevó el tesoro que quedaba junto a los ataúdes de los padres del cementerio local, cosa que se puede ver en la película “Bajo Fuego” (5) Huyó al Paraguay donde poco tiempo después fue asesinado en un atentado, dicen, a manos de una célula del ERP al mando de Gorriarán Merlo, guerrillero argentino que, dicen, también era agente de la CIA.
El sandinismo reconoce con posterioridad el triunfo de la oposición de derecha, luego de un ahogo insoportable de todos los frente infringido por los EEUU y, a pesar de haber vencido militarmente a la contra insurgencia que nunca logró invadir Nicaragua. Dicha insurgencia operaba desde Honduras y al frente estaba el ex sandinista Edén Pastora. La ironía para los Sadinistas fue el perder en las urnas lo que habían logrado en el campo militar. Hoy, de la mano de Chávez, su petróleo y el “socialismo del siglo XXI” vuelven a la carga, claro que con objetivos minimalistas.
La otra cara de la moneda es Costa Rica. Si bien no está exenta de las cuestiones de la región, Costa Rica luego de la revolución del ´48 reafirma la democracia y procede a abolir el ejército, el que no existe desde aquel momento. Un pacto de reciprocidad con los EEUU garantiza la seguridad e independencia de Costa Rica, la que en el marco de la OEA no debería tener cuestiones o cuestionamientos territoriales. Un mundo multipolar y estos hechos con Venezuela pueden hacer replantear, infelizmente, dicha política.
Los números de Costa Rica demuestran que es un país impactante.
Es el tercer país a nivel mundial en índice de calidad de vida, sexto en Latinoamérica en desarrollo humano.
Costa Rica posee el cuarto mayor porcentaje de exportaciones de alta tecnología (sobre el total de exportaciones) a nivel mundial, por detrás de Filipinas, Malasia y Singapur.
En 2007, el Gobierno de Costa Rica anunció planes para convertirse en el primer país del mundo carbono neutral para el año 2021.
No solo eso: es el tercer país a nivel mundial en índices de ecología y el tercer país en nivel de prestación de salud en Latinoamérica.
¿Qué es lo que pretende ahora Chávez?
¿Llevar a la guerra a los pueblos hermanos?
¿Hacer huir a los 20.000 refugiados nicaragüenses quien sabe a dónde?
¿Obligar a los miles y miles de nicaragüenses que por razones económicas se tuvieron que ir a buscar trabajo a Costa Rica? (donde se gana y se vive muchísimo mejor, valga el comentario).
Qué tristeza da esta realidad americana, con solo mirar los colores azul y blanco de las banderas de algunos países centroamericanos, países que hoy se enfrentan y que hicieron sus pabellones nacionales con los colores del Río de la Plata, de la Argentinidad, en honor a esos corsarios argentinos que peleaban en los mares, pero por la libertad, no para oprimir a nadie, bajo el pabellón Belgraneano de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
En ocasión de dichas expediciones libertadoras, Hipólito Bouchard, que al mando de la nave insignia “La Argentina” libertó naciones de la opresión colonialista y hasta se dio el gusto de izar la bandera patria azul y blanca en la mismísima California (6).
¡Qué lejos la miopía América de aquellas grandes utopías!
José Terenzio
jose.terenzio@gmail.com
1- http://www.aresprensa.com/cms/cms/front_content.php?idart=217
2- http://www.eljuegodearcibel.com.ar/
3- http://es.wikipedia.org/wiki/Augusto_C%C3%A9sar_Sandino
4- http://es.wikipedia.org/wiki/Anastasio_Somoza_Debayle
5- http://www.filmaffinity.com/es/film783188.html
6- http://www.argentinidad.com/info/biografias/buchardo.htm