Hace unos días, el director de Radio Miami, Agustín Rangugni, entrevistó al director periodístico de Tribuna de Periodistas a efectos de conocer su opinión respecto a diversos temas de la coyuntura argentina.
Allí, Christian Sanz habló de todo un poco: de sus inicios en el periodismo, sus enemigos, de quiénes son sus referentes, y no dejó de referirse al kirchnerismo y sus escándalos.
-¿Cuándo decidiste ser periodista?
-Siempre lo fui, sin saberlo. Quería saber todo de todo. Mi gran faro a ese respecto fue mi tío Lorenzo. Un tipo que sabía de todo, con holgura. Desde que tengo memoria, siempre le tuve admiración. Y quería ser como él.
-¿Hablás regularmente con él?
-Lamentablemente falleció hace unos años. Todavía no puedo superarlo.
-¿Algún otro referente en el periodismo?
-Periodistas poco conocidos en general. Salvo Hugo Alconada Mon, que es a mi entender el mejor periodista de investigación.
-¿Periodistas que repudies?
-Muchísimos, hay mucho trucho dando vuelta por ahí. Rolando Graña y Daniel Santoro a la cabeza. Al primero lo detesto por ser un tipo a sueldo de la SIDE, al segundo por mentiroso y copión. En la causa AMIA hizo estragos, y no creo que haya sido gratis. Y me copia mis notas.
-¿Enemigos tenés?
-Todos aquellos a los que alguna vez investigué. A la cabeza Aníbal Fernández, el que más me ha perseguido durante los últimos años. Por él vivo hace dos años en Mendoza.
-¿Fuera del periodismo no tenés enemigos?
-Solo mi ex mujer, ja ja.
-¿En serio? Creo que la conocí una vez en Buenos Aires, hace unos años, una tal Carla.
-No, no, esa era una amiga. De mi exesposa me divorcié en el año 2000, hace 11 años. Se llama Valeria Chiaradía, una persona muy negativa y mentirosa, me hizo mucho daño. A veces me pregunto cómo pude estar con alguien así tanto tiempo. Yo soy la honestidad y ética al extremo y esta mujer es todo lo contrario, con todo lo que implica.
-Muchas mujeres son así…
-No, no, esta mujer les gana a todas. Es mala hasta el tuétano. Le cortó el dedo a mi hija con una puerta cuando era pequeña, todo por un ataque de locura. Luego le metió falsos recuerdos contra mi persona. Y me llegó a hacer una falsa denuncia para que no pudiera ver a mis hijos. ¿Quién hace una hijaputez semejante?
-¿Cómo está esa denuncia hoy?
-Ya la gané hace años, porque, como te dije, era falsa. Pero me hizo un gran daño, que me costó mucho superar. Hoy, al paso de los años, terminé fortalecido. Y mi relación con mis hijos es inmejorable. Hablan conmigo más que con nadie.
-Bueno, cambiemos de tema, volvamos al periodismo, tu último libro “Dossier K” fue escrito hace dos años. ¿Cómo te fue?
-Muy mal, la verdad que no funcionó. Imagino que es porque han salido varios libros sobre corrupción K al mismo tiempo. El de Majul es de la misma época, y es muy superior.
-¿Algún otro en preparación?
-Estoy compilando viejas notas sobre Aníbal Fernández y hablando con varias fuentes para hacer un libro, me llevará un par de años más. También quiero avanzar en un manual de periodismo de investigación. Este último es mi mayor sueño desde que tengo memoria.
-Yo me quedo con el de Carlitos Menem, me impactó mucho.
-Fue mi mejor libro, el más vendido. Y mi mejor investigación.
-¿Te trajo problemas?
-No tanto como el de Yabrán, pero sí. Alguna que otra amenaza, y dos querellas penales.
-¿Cómo es tu vida en Mendoza?
-Es complicado de describir, trabajo en uno de los dos diarios más importantes de la provincia, MDZ. Y voy creciendo allí a más velocidad de lo que puedo asimilar.
-¿Cómo es eso?
-Rápidamente pasé a ser editor y eso me implica más responsabilidad de la que esperaba. Tengo que ponerme al frente de un equipo de personas que aún no conozco mucho y es todo un desafío.
-¿Cuándo volverás a Buenos Aires?
-Cuando se vaya el kirchnerismo, ja ja.
-¿Qué pensás del kirchnerismo?
-Es un gobierno muy corrupto, que tiene un discurso de izquierda y roba por derecha. Están saqueando el país y el periodismo mira para otro lado.
-¿Qué es lo que más te sorprende de los kirchneristas?
-Muchas cosas, pero esencialmente una: la mitad de los funcionarios del Gabinete Nacional están vinculados al narcotráfico.
-Hablabas de la ética y en su momento recuerdo que Aníbal Fernández te cuestionó…
-Sí, me inventaron cosas absurdas, incluso en el programa 678, como que encabezaba un golpe contra el kirchnerismo, junto a Duhalde, quien en esos días me estaba haciendo un juicio por vincularlo al narcotráfico. Un absurdo. Yo soy ético al extremo, soy un monje tibetano. Te lo dirá, no solo mi familia, mi mujer y demás, sino cualquier persona que me conozca y me trate a diario. Jamás vas a encontrar nada que me ensucie, nunca, porque no hay. Se han cansado de intentar comprarme, no solo directamente, sino también a través de amigos, conocidos e incluso mi esposa Eliana. Jamás acepto nada. Prefiero ser pobre pero honesto. Siempre fui así y siempre lo seré. Mi madre me decía que yo iba a cambiar cuando creciera, porque pensaba igual a los 15 años, pero nunca cambié ni lo haré. Soy un idealista.
-¿Sos pobre?
-Vivo al límite, no llego a fin de mes. Me cuesta pagar mi alquiler y tengo un Fitito modelo 77. Soy lo que ves, no hay más. Nada material me interesa, por otro lado, soy un tipo muy espiritual. Por eso salen a inventar cosas que no existen y que nadie cree. Si los K tuvieran una sola prueba o filmación indecorosa sobre mi persona ya la habrían mostrado hace tiempo. Pero no hay nada de nada. Por eso puedo señalar a los colegas corruptos, que cobran dinero bajo mesa, sobre todo de la SIDE.