El presidente Néstor Kirchner conquistó Oriente. Cristina Kirchner, la primera ciudadana, es inteligente y austera. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, es un progresista con inclinaciones artísticas. Estas oraciones bien podrían encabezar el manual del alumno kirchnerista, si hubiera tiempo para redactarlo.
Pero como la administración Kirchner está urgida por demostrar que es la mejor de todas, la más transparente y la más popular, ha optado por cortar camino.
Aquellas frases –con alguna mentira incluida-, son impulsadas por los voceros oficiales para que sean publicadas por los diarios, canales y radios como si fueran verdades reveladas. Esto no es la novedad: se sabe que el Gobierno presiona a los medios y a los periodistas con distintas métodos. La primicia es que ahora los premios y castigos se pueden mensurar. Y son escandalosos. El gobierno nacional gasta millones de pesos en los medios más adictos, discrimina con furia y, por si fuera poco, oculta ese malgasto de los dineros públicos faltando a los "decretos éticos" que el mismo Presidente firmó.
La ruta del dinero
A fines de mayo, Revista Noticias accedió a una auditoría privada sobre la publicidad oficial que daba escalofrío. En ese informe, por ejemplo, se revela que en un mes el diario Página/12 había recibido casi un millón de pesos por parte del gobierno, si se multiplican los avisos oficiales por la tarifa bruta (sin descuentos). Aunque esa cifra sea exagerada, basta observar el diario que más títulos favorables publica sobre Kirchner para advertir que triplica en avisos a los diarios más vendidos del país.
La misma auditoría revela que el canal América embolsa muchísimo más dinero que el 13 y el 11 juntos, aunque esté ubicado en el cuarto lugar de las preferencias, detrás de Canal 9, la segunda estación más beneficiada por Alberto Fernández, de quien depende el reparto oficial de los dineros que pagan los contribuyentes.
El diario La Prensa, cuyo difusión es mínima acapara el 16 por ciento de la superficie publicada de avisos, segundo detrás de Página/12. Y casi lo mismo que lo que reciben juntos los dos grandes diarios nacionales, La Nación y Clarín. Entre La Prensa y Página/12 venden alrededor de 10.000, pero reciben casi el 50 por ciento del centrimetraje total que se publica en diarios.
Hace tres meses, el Gobierno a través de un empresario periodístico que hizo las veces de intermediario ofreció a revista Noticias un importante paquete publicitario a cambio de morigerar su postura crítica. La negativa hizo que el jefe de Gabinete calificara a la revista como "irrrecuperable".
La escasa inversión publicitaria del Gobierno en el segmento de revistas, es acaparado por las de menor tiraje y de mayor simpatía con el oficialismo. Para Néstor Kirchner y Alberto Fernández "la mejor revista política es Debate", cuyo ex director Héctor Timerman acaba de ser designado cónsul en Nueva York. El actual director, Marcelo Capurro, quien califica a su revista como "oficialista crítica", asegura que en 68 ediciones el Gobierno sólo les colocó cuatro avisos.
Este periodista solicitó por escrito a Enrique "Pepe" Albistur, secretario de Medios, un informe completo sobre la inversión publicitaria oficial. Albistur cumplió a la letra con la "doctrina Núñez" de los funcionarios de comunicación de este gobierno: no comunican.
Por caso, el vocero presidencial Miguel Núñez hace meses que está callado. ¿Qué dijo Albistur? Vía sus secretarias, secretarios y asesores varios (hasta tiene un funcionario "sushi" que respondía a Antonio de la Rúa) mandó a decir que "sí, que tal vez, que mañana"... A la semana siguiente, alegó que el informe "estaba viniendo" de la Agencia oficial Télam. A la tercera semana, un asesor externo de Albistur se sinceró: "Si da esa información, Alberto Fernández lo mata....".
También me comuniqué con la Jefatura de Gabinete, de la cual depende Albistur, pero Fernández ni siquiera respondió. En cambio, frecuentadores de despachos oficiales confiaron que en esas dependencias se buscaba con fruición el modo de que pudiera abortarse la nota que usted está leyendo. ¿Cómo pensaban hacerlo?
Tal vez Albistur confiaba en su buena suerte. La misma que lo tocó en 1991 cuando Carlos Grosso le entregó la concesión de pantallas municipales, que lo llevó a tener la fortuna más grande del actual gabinete.
En su concepción peronista de la comunicación –en 1983 tenía un dos ambientes, hoy hasta es dueño de un teatro-, a Albistur le resulta natural creer que todo tiene precio.
Quejas
En principio, el Gobierno estiró los plazos y evitó hasta hoy dar los números que revelarían cómo beneficia a unos pocos y discrimina a muchos. Esa actitud no sólo puede dar lugar a negocios turbios por parte de los funcionarios que manejan esas cifras millonarias, también condicionan la libertad de prensa. Por fin, algunas asociaciones empresarias comenzaron a elevar la voz. Si los sindicatos y las asociaciones que dicen defender a los periodistas nada han dicho hasta ahora de los atropellos oficiales con aprietes y destratos, los empresarios han decidido dar un pequeño paso porque el bolsillo se los exige. Los más enérgicos fueron los integrantes de la Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina (ADIRA) que denunciaron la discriminación oficial: "El Estado nacional está en todas partes...pero publicita en Buenos Aires", escribieron en la solicitada que apareció una semana atrás. Esos empresarios manejan números contundentes. Por cada diez avisos oficiales que se publican en los diarios capitalinos, sólo uno llega a los diarios del interior. Si el gobierno quisiera llegar a todos los argentinos, debería pautar en ellos. El 90% de los lectores del interior, sólo leen los diarios locales. ¿Qué busca la publicidad oficial? ¿Informar a la mayoría de la población o sólo pagarle a un sector de la prensa para que exagere sus virtudes?
La Asociación de Empresas Periodísticas Argentinas (ADEPA) también elevó su queja porque en medio de un debate en el Congreso el senador oficialista Jorge Yoma elevó a la categoría de "subsidio" a la publicidad oficial. En un comunicado con su mesura habitual, ADEPA advirtió: "Si algún político o gobernante desnaturalizara su quehacer asignando arbitrariamente la publicidad oficial para favorecer a los amigos o perjudicar a los menos complacientes, se trataría de una desviación que debería ser corregida".
Este periodista se reunió con un directivo de uno de los canales más permeables al oficialismo. El ejecutivo aceptó que el Gobierno les da alrededor de medio millón de pesos mensuales a cambio de publicidad, aunque muchas veces se atrasan en los pagos: "Son bastante lentos".
-¿Y a quién le reclaman? ¿A Fernández? ¿A Albistur?
-No, la hacemos más fácil. La traemos a Carrió.
Según el hombre, en la Casa Rosada enloquecen cuando se le da pantalla a Elisa Carrió.
-¿Entonces les pagan?
-(Riendo) Sí, ahí es cuando volvemos a traer a la Pradón o a los Soldán.
Después de América TV, el canal más favorecido por la pauta oficial es el 9, de la sociedad Hadad-Moneta. Algunos meses, incluso, suele encabezar la preferencia oficial.