Producto de una nueva violación, la Argentina ha entrado en el segundo mes del embarazo cuyo parto sobrevendrá el próximo 21 de octubre.
Quienes pretenden mantenerse en el poder a cualquier costo, manteniéndose en plena y constante campaña política, han descuidado algunos detalles, muchos de ellos tan escalofriantes como esclarecedores del absoluto descontrol en que los sumiera la pérdida del titiritero que los manejara hasta el 27 de octubre pasado. Huérfanas, las huestes kirchneristas han ingresado a un período de absoluta desesperación.
De lo contrario resultaría inexplicable la cadena de desaciertos evidenciada en estos últimos días.
Mientras el canciller Héctor Timerman despotricaba contra EE.UU., por cuanto contemporáneamente a reveladores comentarios extraídos de Wikileaks en desmedro de nuestra imagen internacional se conociera la intención del Presidente Obama de ignorar a nuestro país en su visita por el sur del continente prefiriendo a su aliado incondicional Chile y a la poderosa República Federativa de Brasil conocida como los Estados Unidos de Sud América, para descolocarnos aún más en nuestras relaciones bilaterales “descubrimos” un sospechoso cargamento de armas y equipo “sensible” oculto en una aeronave norteamericana. En el operativo de “control” participaron hasta agentes de SENASA, por si se les ocurría importar ilegalmente algunas salchichas de hot dogs o rosquillas preferidas por Homero Simpson.
Quiero recordar a los lectores que saludé el inicio de este año 2011 como el año del SI, refiriéndome al Servicio de Inteligencia, y dentro del avión detectado por nuestros sagaces funcionarios estaban disimulados equipos de escuchas e intervenciones telefónicas, entre sofisticadas armas de poderoso calibre. Pregunta de rigor: ¿cuántas veces habrán ingresado clandestinamente similares elementos?
Salió a luz que los hermanos Juliá, quienes junto al copiloto Matías Miret, fueran detenidos en Barcelona con casi una tonelada de cocaína, habían realizado tres viajes sin que se los detectara traficando estupefacientes con la tolerancia, connivencia y/o encubrimiento de funcionarios que tratan de echarse las culpas unos a otros cargando, una vez más, las tintas contra hombres de las fuerzas armadas.
Quedó evidenciado el turbio manejo de nuestra diplomacia e inclusive de las expectativas de manipulación de miembros del poder judicial por parte de pintorescos, y muy dañinos, personajes del kirchnerismo.
En un salto al vacío el Jefe de Gabinete de Ministros, supuesto contador y abogado Aníbal Fernández, que jamás se caracterizó por respetar a la justicia (recuérdese su fuga escondido en el baúl de un auto y las reiteradas desobediencias a órdenes judiciales), minimizó e intentó descalificar a diplomáticos norteamericanos críticos de la gestión oficial sobre la incuria demostrada en la lucha contra el narcotráfico, la corrupción y las “mordidas” aquí denominadas comisiones, llegando al extremo de denunciar a los diputados Elisa Carrió y Juan Carlos Morán por sus acusaciones de corruptela, obviamente esperanzado que algún “juecesito” de Comodoro Py acogiera favorablemente su presentación.
Obviamente lo hizo envalentonado por la cooptación del consejero Mario Fera en el Consejo de la Magistratura de la Nación, logrando así una mayoría de 7 votos contra 6 torciendo la voluntad de quienes esperaban transparentar esa institución que fuera utilizada para disciplinar voluntades en los jueces. El transfuguismo político llegó también al estamento judicial.
Fue por tal motivo que algún descerebrado, o descerebrada, encomendó al inefable juez Norberto Oyarbide, la aventura judicial de encarcelar al “Momo” Venegas, referente indiscutido del duhaldismo, alineado con la CGT de Luis Barrionuevo, como represalia por su oposición a la Resolución 125 en el conflicto rural. No sólo se lo llevó detenido, esposado para desmerecer la imagen del sindicalismo en general, sino que pretendió mantenerlo detenido el plazo máximo que le permite la ley para tomarle indagatoria, acto que anticipó frente al reclamo popular a lo largo y lo ancho del país y en las propias narices del magistrado en la Av. Comodoro Py.
Al advertir en la “Kaja Robada” el disparate y las consecuencias de tan irresponsable accionar judicial —que contrasta con la permisividad que el mismo juez les diera a Ricardo Jaime y al recaudador Héctor Capaccioli, a quienes casi un año antes les advirtió que les tomaría declaración indagatoria y luego los procesó pero sin prisión preventiva—, desde la Procuración Fiscal se encomendó al fiscal Luis Comparatore que solicitara de inmediato la excarcelación del representante de UATRE —a quien en los últimos días también se lo pretendió vincular al trabajo esclavo— para sorpresa de Oyarbide que no tuvo más remedio que acatar, una vez más, las órdenes de sus superiores titulares del Ejecutivo nacional. Corolario final, no sólo le concedió la excarcelación sino que raudamente autorizó recibir la fianza de 500 mil pesos sin que tuviera que pasar por el Banco Ciudad donde se hacen habitualmente los depósitos judiciales. Es dable esperar que este mismo tratamiento les sea conferido a cuantos ciudadanos pasaren por su juzgado, y se tenga en cuenta el precedente para arbitrar estrategias excarcelatorias con apoyatura en piquetes y cortes de calles coadyuvando así a la función de los abogados defensores.
Este nuevo cuadro de situación hará reflexionar, supongo, a quienes tan livianamente pretenden dirigir el destino del país, salvo que todo sea intencionalmente dirigido a tapar el cruel genocidio de niños por desnutrición, el criminal abandono de nuestros hermanos aborígenes y el escándalo del narcotráfico ventilado internacionalmente. O tal vez sea para disimular el fraude del INDEK, con sus índices mentirosos sobre el costo de vida que ha llevado al Estado al ahorro, delictual, de más de 3.200 millones de dólares, pues los bonos de deuda se ajustan por el CER que toma como parámetro dicho índice, aunque lo triste es que no sólo afecta a tenedores extranjeros, minando la confianza en nuestros compromisos financieros, sino que terminan perjudicando a los sectores más humildes y rezagados, como es el caso de jubilados y pensionados, ya que la mayoría de esos títulos públicos de deuda estaban en manos de las destruidas AFJP y hoy quedaron en poder de ANSES, intentando legitimar este latrocinio imparable por demás insuficiente, dado que continúan colocándole títulos de deuda pública para alzarse con los pocos fondos genuinos del sistema solidario de nuestros abuelos.
Desaparecido el Kapanga, la tropilla ha quedado totalmente descontrolada, desvelándose cada uno por no perder espacios de poder que les aseguren mantener sus abultadas rentas, y así como se aniquilaron las leyes del 82% móvil y la protección de nuestros glaciares, se distraen para otros destinos millonarias cifras del Fondo Sojero y del área de Protección de Bosques, distribuyéndolo sólo para beneficiar a los amigos y castigar a los enemigos.
Hoy la preocupación del kirchnerato pasa por mantenerse en el poder en un nuevo período, para evitar la cárcel segura, por lo que no trepidará en manipular la justicia, las leyes y las reglas de juego básicas de la democracia, llegando a la contradicción de defenestrar la nueva legislación sobre partidos políticos no obstante haber sido ellos mismos quienes la impulsaran. Indudablemente han entrado al más oscuro túnel de la paranoia con acciones tan desesperadas como irracionales. Sólo espero que no prosperen las manipulaciones del padrón y del recuento informático que dará como triunfador al kirchnerismo en las elecciones presidenciales.
Enrique Piragini