En un momento en que todo se empequeñece al ver el castigo de la naturaleza y el hombre se vuelve más cotidiano que nunca, la política argentina aparece secundaria cuando cuesta encontrar acuerdos mínimos.
La ausencia de un entendimiento entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires para solucionar la toma de viviendas en el Bajo Flores habla de miserias y pronuncia el nombre de la antipolítica.
Más cuando hay gente humilde en el medio y nunca faltan los oportunistas de siempre que tratan de sacar tajadas del sufrimiento ajeno.
Este caso y el Indoamericano marcaron los momentos de mayor enfrentamiento, al que se agregaron en los últimos días cruces por la ausencia de terminación de la Autopista Illia. Unos pocos kilómetros de frustraciones.
A la luz de lo sucedido, parece que tanto a Cristina Kirchner como a Mauricio Macri han coincidido en que el gran negocio electoral para ambos será la polarización extrema de los votantes.
"El Gobierno no cumple con la ley y nadie tiene garantizado el derecho a su propiedad", disparó Macri, en alusión a la orden de desalojo impuesta por el juez Luis Armella.
Apuntando con su discurso al lugar que más réditos le puede dar: la apelación al miedo de la clase media y a la primarización del pensamiento.
Su objetivo es contrastar este reclamo de política de mano dura con el "dejar hacer" que propondría el gobierno nacional, plasmado en las calles con los piqueteros y con las tomas de tierras.
Un entendimiento se hace cada vez más complicado si se tiene en cuenta que Cristina y Mauricio apuntan a convertirse en los ejes polarizadores de la elección de octubre para que la gente escrute sobre dos modelos de país muy distintos.
No obstante, el líder del PRO aún navega sobre las aguas de la incertidumbre con respecto a su destino electoral y el abanico sigue abierto entre su candidatura presidencial o presentarse a la reelección o la doble candidatura.
Su principal asesor, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, le aconsejó que esperara un mes para tomar la decisión, tras ver las encuestas que ubican bien posicionada a la Presidenta, cerca de ganar en primera vuelta, sin necesidad de balotaje.
El temor es que el efecto arrastre de la Nación termine por hacerle perder al PRO su gran bastión y en este marco Macri se convertiría en la gran carta de triunfo y allí podría hacer jugar su reelección.
Con respecto a la doble candidatura —es decir ganar en Capital para luego participar en la Presidencial— el gran temor que anida en la filas macristas es que sea tomado como algo tan poco serio como sucedió hace dos años con las listas testimoniales de Néstor Kirchner.
Todo es debate dentro del PRO. También la posibilidad de sellar una alianza con Eduardo Duhalde. El ex presidente tiene casi garantizada la victoria dentro del Peronismo Federal en las internas abiertas y simultáneas, ante la lejanía de Alberto Rodríguez Sáa y el llamativo desinterés que demuestra Mario Das Neves.
Prueba de ello es que el neuquino aceptó casi sin chistar el cronograma de internas propuesto por Duhalde que comienzan en la Capital y terminan en la provincia de Buenos Aires, es decir, con dos victorias al alcance de la mano.
Das Neves quedó atrapado entre esta interna que no se le presentan favorable y su manifiesta aspiración de que Daniel Scioli se lanzara al juego nacional para ampliar el tablero de la disputa electoral, algo que no sucederá.
Es que el gobernador bonaerense ha dado nuevas muestras de fidelidad hacia el proyecto nacional, una conducta que lo ha llevado en poco más de una década a la primera fila de la polìtica doméstica.
En el PRO dan por descontado también el triunfo duhaldista, pera aclaran que el candidato deberá ser Macri, mientras que Duhalde, dicen, deberá conformarse con una senaduría y otros cargos para sus hombres.
En la Casa de Gobierno ven con agrado la polarización y se entusiasman con una holgada victoria, ante las dificultades de un aceitado y competitivo armado nacional por parte del PRO.
Las candidaturas de Miguel del Sel, en Santa Fe, y Alfredo Olmedo, en Salta, no hace más que alentar las esperanzas del oficialismo.
La Presidenta sigue, en tanto, jugando con sus intrigas aunque nadie duda de que finalmente se presentará a la reelección.
Así se lo reclamaron miles de personas reunidas en el estadio de Huracán, convocado por el Movimiento Evita, La Cámpora y la Juventud Sindical.
El PJ tradicional no convocó al encuentro y miran con recelo los nuevos "amigos" de la Rosada. Hugo Moyano no movilizó pero prepara otro acto en la Plaza de Mayo o frente al Obelisco, para dar una demostración de fuerzas aún mayor.
Todos, uno y otros, confluirán en una misma propuesta en octubre, ya que nadie sacará "los pies del plato" mientras las encuesta sigan favoreciendo al Frente para la Victoria.
Pero, las divisiones entre los viejos militantes justicialistas y los representantes del "cristinismo" pueden provocar fuertes pujas por los espacios de poder luego de octubre.
El ahora denominado "cristinismo" es considerado por ellos como una etapa superadora del kirchnerismo, sin que éste haya tenido nunca una definición clara.
Los jóvenes de "La Cámpora", de la agrupaciones sociales y los recién arrimados al calor oficial puede chocar con el aparato tradicional, aunque, es espera, no sea como en otros viejos y cruentos tiempos de colisiones internas.
No en vano, la Presidenta expresó en el Tomás Ducó de Parque Patricios: "hay que abandonar las disputas dirigenciales. La política no debe ser una feria de vanidades".
Mientras tanto, este fin de semana se realiza, en Catamarca el primer test electoral del año, tras una campaña electoral plagada de sospechas de prebendas.
Prácticas que uno siempre sueña que queden desterrados en este lado el mundo, bendecida por su lejanía de los devastadores tsunamis que empequeñecen la magnitud del hombre terrenal.
Daniel Casal
NA
Usan la misma estrategia porque no pueden presentar una gestión decente. No voto a ninguno de estos inútiles.
Como siempre los perjudicados somos los ciudadanos comunes que en medio de las batallas políticas sufrimos los abusos del estado. http://www.granhotelviena.com
Macri dijo una verdad, en Argentina no se respeta la propiedad privada, ni siquiera presentando una escritura y la justicia y autoridades no hacen cumplir la ley con la rapidez necesaria. Usurparon mi casa y nadie me da respuestas, los delincuentes, una pareja de treinta años vive comodamente y yo me tengo que privar incluso de comida porque soy jubilada y no dispongo de la propiedad que estaba para alquilar en el momento de la usurpacion. Mis derechos humanos nadie los contempla. Ocurrio en Ituzaingo, provincia de Bs.As.
Mezclan en dosis abundantes la realidad con la ficción , como lo han hecho en estos años de Gobierno y de poder. Reivindican una gestión de 49 días como paradigma de gobierno y de revolución...Son unos bol.... totales! Y la gente, en especial la juventud, se deja engañar con esa versión reinventada de la historia...la mafia se retriega las manos...porque sabe que podrá seguir robando por cuatro años más...Siempre y cuando el voto inteligente de octubre no los deje en la banquina...aunque me gustaría más la cárcel para todos ellos...