El Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia pareció pasar bastante desapercibido para la Presidenta. Cristina Fernández no encabezó ningún acto, discurso, ni emitió ningún mensaje pre grabado o en directo por cadena nacional para conmemorar el 35º aniversario del inicio del último golpe militar en la Argentina.
Contrario a lo que muchos preveían, la Presidenta optó por unas cortas vacaciones en su “lugar en el mundo” —El Calafate— por sobre recordación alguna. Incluso se hablaba de que grabaría un mensaje alusivo desde la Casa Rosada, el cual sería transmitido por cadena nacional este mismo jueves, pero finalmente no sucedió.
Si bien algunos funcionarios sí optaron por conmemorar el 24 de marzo en la Plaza de Mayo, como Guillermo Moreno, Amado Boudou, Débora Giorgi y Gabriel Mariotto; a diferencia de años anteriores, Cristina eligió descansar durante estas fechas y retomar su actividad recién el lunes, donde viajará a Salta para encabezar el acto suspendido esta semana por los ya conocidos problemas con los vuelos, mientras que el martes recibirá a Hugo Chávez, para reafirmar vínculos bilaterales y acuerdos de cooperación comercial.
Hace exactamente un año, y en pleno conflicto judicial por las reservas, Cristina emitió un discurso de media hora de duración en el cual renovó el reclamo a la Justicia para que avancen con mayor celeridad las causas en las que se investigan delitos de lesa humanidad. En ese discurso —desde el edificio de la ESMA, junto a Néstor y por cadena nacional— la mandataria había expresado frases como “habrá que ver si nuestra justicia será capaz de atravesar esta prueba para saber si vivimos en democracia”, “impunidad del poder mediático”, “poder extorsivo”, “poder mafioso”; muy lejos de lo expresado por ella misma en el acto del 11 de marzo último en la cancha de Huracán, donde apeló al “amor”, “el corazón” y “la buena onda” para hacer frente a los tiempos que se avecinan.
Este año, Cristina se limitó a enviar una solicitada oficial a diferentes medios, en la cual indicó que "con la asunción del Doctor Néstor Kirchner a la Presidencia de la Nación, las políticas públicas dieron el combate contra la impunidad, rescataron el valor ético del Estado y pusieron en vigencia los Derechos Humanos. Hoy la presidente de la Nación, Doctora Cristina Fernández de Kirchner, profundiza ese modelo con diarias medidas concretas.”
El feriado del 24 de marzo fue impulsado por la misma Cristina y aprobado en marzo de 2008 por ambas Cámaras. Los que primero se opusieron al asueto fueron las organizaciones defensoras de derechos humanos, por considerar que “feriado” es sinónimo de “festivo” y que al golpe “hay que recordarlo con dolor, reflexión y lucha”. Sectores de la oposición habían destacado “que debería festejarse la caída, no el ascenso de quienes mancillaron los derechos humanos”.
Sea como fuere —por la implementación de un perfil menos confrontativo, o porque la mandataria prefirió conmemorar esta jornada más como unas “mini vacaciones” que como una fecha de recogimiento, memoria y evocación— lo cierto es que Cristina era quien debía encabezar el acto del día de la memoria.
Una elección bastante desacertada para quien ha decidido en las últimas jornadas despegarse de aquellas columnas en las que supo apoyarse para insertarse en el poder.
Eliana Toro