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El pseudoprogresismo kirchnerista, una real estafa al pueblo argentino

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LOS KIRCHNER Y MENEM, MÁS PARECIDOS QUE NUNCA
LOS KIRCHNER Y MENEM, MÁS PARECIDOS QUE NUNCA

¿Cuáles son las diferencias sustanciales entre el menemismo y el kirchnerismo? En el discurso, muchísimas; en los hechos, bien pocas. Salvo el avance que los Kirchner han iniciado contra los jerarcas de la dictadura militar de los años 70, lo demás es sólo más de lo mismo.

 

Solamente por dar un ejemplo, Carlos Menem entregó las empresas del Estado a puntuales personeros foráneos, mientras que el matrimonio gobernante hizo lo propio con amigos que ostentan fuerte llegada a Casa de Gobierno.

En el mismo sentido, ambos han abusado del efectivo servicio de espionaje de la ex SIDE para presionar a propios y ajenos y ninguno de los dos puede explicar cabalmente cuál es el origen de su fortuna. Respecto a este último punto, no casualmente los Kirchner y Menem poseen suculentas cuentas bancarias en Suiza.

Los escándalos de corrupción del menemismo —imperdonables, desde ya— parecen minimizarse frente al saqueo de los últimos años de los Kirchner. Sólo lo ocurrido con los evaporados fondos de Santa Cruz amerita cárcel segura para Néstor y Cristina.

A eso debe agregarse el crecimiento del juego, el narcotráfico y la prostitución, tópicos que jamás serán combatidos por el Estado, ya que el mismísimo Poder Ejecutivo tiene una segura caja dineraria allí, la cual es manejada por el ministro más poderoso del kirchenrismo.

¿Es este el célebre progresismo K? ¿O tiene que ver con las valijas con cocaína de Southern Winds? Nadie habla ya de este último escándalo, en el cual aparece involucrado de manera directa el matrimonio gobernante.

Tampoco se habla ya del escándalo de las coimas de Skanska, expediente que ha sido vergonzosamente manipulado por los Kirchner para que muera en la prescripción judicial.

El kirchnerismo ha desmantelado todos los controles, ya sea en el Consejo de la Magistratura, en el fuero de la Justicia Federal —donde se investigan todas las causas sensibles a la política—, en la Aduana Nacional, en la Oficina Anticorrupción y/o en la mismísima Sindicatura General de la Nación. ¿Es este el progresismo que ostentan los Kirchner?

Los escándalos de corrupción que envuelven a los funcionarios K, se suman de a docenas, pero nadie jamás hará nada al respecto, porque la presión oficial es más fuerte que cualquier voluntad por hacer real justicia.

Es realmente sencillo gobernar de esta manera, sentándose sobre las “cajas” más rentables de la política y sin que nadie pueda controlar nada.

El periodismo no está exento de culpa: muchos colegas —la mayoría de ellos a cambio de suculentos sobres de dinero— apoyan el pseudoprogresismo oficial y atacan a la prensa, no ya independiente, sino meramente crítica de las políticas K.

Semejante cúmulo de “desprolijidades” —por dar una definición amable— no pueden si no acarrear una inevitable situación de descontrol y corrupción, más allá de quien se encuentre en el poder.

Por eso el menemismo es, en su matriz, tan parecido al kirchnerismo, sobre todo en lo que a saqueo respecta. No casualmente, el mejor interlocutor del gobierno en el Senado hoy es Carlos Menem. Todo un síntoma.

Por todo lo dicho, y mucho más, hoy la Argentina se encuentra atrapada bajo las garras de uno de los gobiernos más corruptos de la historia vernácula.

 
 

18 comentarios Dejá tu comentario

  1. Muy cierto Cristian lo que Ud. expone. El discurso de los K es hipocresía pura. No "nacionalizaron" las empresas, se las "entregaron" a sus amigos-testaferros. ¿Defender los intereses nacionales es armar cumbres anti EEUU pero morirse por una foto con Obama y acordar con la Barrick Gold? ¿Dar clases de defensa de la producción pero hacer dinero con la especulación financiera y los privilegios políticos? Dinero que, por supuesto, se mantiene en el exterior, a salvo de las delicias del modelo "nacional y popular". Y por el que no pagan impuesto a las ganancias ya que los "progres K" nada han hecho para gravar la renta financiera. Igual que el riojano. De hecho la gran mayoría de nuestra dirigencia empresaria, otrora menemista, ahora es ferviente partidaria del matrimonio y mantienen sus rentables negocios. Creo que quedan pocos ciudadanos honestos que aún compran su discurso. En cuanto a los periodistas, por algo los sueldos más altos del Estado los reciben los de Telam. Ni hablar de la fortuna que cuesta el engendro goebbeliano 6,7,8 o los pasquines de Spolzki. Si hasta el perro Verbitsky, famoso por denunciar la corrupción menemista, ahora es un manso caniche que reposa a los pies del Jefe, sin pasar sobresaltos económicos gracias a los abultados fondos que percibe Pagina Oficial/12 en concepto de pauta oficial. Si hay algo que los K demostraron es que -salvo honrosas excepciones- todos tienen precio.

  2. Amigos: la corrupción nació junto con el país, y forma parte de su idiosincracia, es para la mayoría de los argentinos un estilo de vida, y ya está incorporado en sus genes, de modo que, muchachos, en mi modo de ver vamos a tener que convivir con ella por un rato largo. Saludos.

  3. Después de un tiempo la verdad surge por muchos lados. La imagen del poder como un violín que se toma con la izquierda y se ejecuta con la derecha, hace rato que ha dejado de ser una gracia. Ahora es cada vez más difícil ocultar que el socialismo es, y siempre fue, una alianza de ultra derecha con la izquierda antisistema. La ultraderecha socialista cumple así sus dos objetivos clave que son el control social mediante la ideología y la apropiación y el control de los medios de producción o, en su defecto, de todas las cajas. La ultraderecha socialista necesita identificarse como izquierda antisistema, como movimiento social; esa es su pantalla porque necesita un estado de excepción para violar la Constitución y para tener arbitrariedad e impunidad. El hambre, siempre ajeno, es la mejor excusa. La tragedia es el mundo al revés, y es que todavía hay muchos que se muestran como progres y socialistas para fingir una superioridad moral.

  4. ¿ Alguien puede creer qué el gobierno de Macri o uno del Loco Milei, en contraste con el de los peronchos, serían realmente " progresistas"? Los Macristas y Milei no son sino una piara de robots qué se mueven bajo las ordenes qué les vienen desde el FMI. No tienen ni una puta neurona natural, son muchísimo peores qué el peor progresista y Milei es esquizofrenico- psicopata y pelotudo. Habría qué caparlo, hacerle una Lobotomía frontal y luego, bien momificado, donarlo al Museo de Cera de Londres.

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