La presente carta de lectores es en respuesta al artículo del Sr. Carlos Quintana "Ernesto Sábato, el intelectual del oscurantismo".
Oscurantismo: 1. m. Oposición sistemática a que se difunda la instrucción en las clases populares. 2. m. Defensa de ideas o actitudes irracionales o retrógradas.
Sr. Carlos Quintana: leí su artículo con interés para saber qué es lo que representa el oscurantismo para usted. Debería utilizar, en mi concepto, alguna otra acepción idiomática.
No comparto tampoco como única promotora del oscurantismo a "la Iglesia Católica", ya que definitivamente, en la edad media la sociedad toda —incluidos los agnósticos— vivían en el oscurantismo, producto de casi 800 años de incertidumbres constantes e ignorancias profundas.
No sé qué edad tiene usted, yo tengo 62 años y he vivido circunstancias muy peligrosas durante los años 70. Entre otras circunstancias: ver como ametrallaban desde una moto a un agente de la policía federal de unos 20 años por el solo hecho de llevar un uniforme, también tener que superar el temor que me embargó después del allanamiento que la policía hizo al lado de mi casa descubriendo una "cárcel del pueblo” —que supongo no era para agasajar a nadie— y un tremendo arsenal , del cual fui testigo junto con mis vecinos , sabiendo que en caso de haber explotado , no estaría contándoselo.
También viví la famosa "noche de los bastones largos" estando en la facultad de Arquitectura, vi como desde las alturas mis compañeros arrojaban los bancos de hierro a una policía que entró sin escudos, en medio de una batahola casi de jolgorio, fuimos todos en cana por dos horas. (¡Qué ferocidad!)
Nunca estuve de acuerdo la violencia provenga de donde provenga, ni tampoco con el crimen organizado, sin importar quién lo organice.
Tampoco estoy de acuerdo con colgarle un mote y descalificar a una persona por sus pensamientos y sus acciones honestas acordes a la forma pacífica y respetuosa que utilice para manifestarse.
Le aclaro que interpreto como genocidio la política actual que el presente gobierno, el cual dice defender los derechos humanos, tiene con los jubilados.
Mi tía, que no es "gorila", tiene 92 años y desde hace 26 está detrás del juicio para que le reconozcan un porcentaje aceptable para poder sobrevivir. Se jubiló con el cargo de directora de escuela y 12 horas de cátedra, que era en ese momento el máximo de jubilación que se podía percibir.
En la época del demócrata Alfonsín tuvo que comenzar la acción legal, pues sólo percibía el 15 % (sí, el quince por ciento) de su sueldo en actividad.
Y el "democrático gobierno defensor de los derechos humanos " sigue ignorando a muchos e innumerables jubilados, —que son algo más que 30000— el deber que tiene para con ellos.
¿Eso no es genocidio? ¿Usted cree que alguien juzgará este crimen? ¿Eso no es tortura en masa?
Le diría que antes de juzgar a una persona por sus pensamiento y actitudes tenga a bien no extrapolar los tiempos, investigue un poco más a fondo pregúntele a personas que vivieron las turbulencias de nuestro país provocadas sin duda por las apetencias de poder de nuestros políticos, los cuales le aclaro que también apoyaron la toma de poder en el `76. Si no me cree vaya y pida en el "honorable Congreso Nacional" las copias taquigráficas de los discursos de diputados y senadores durante el año 1975 y lo que duraron en el 76.
Sostengo que no debería haber esperado a la muerte de una persona para denostar sus conductas y menos si en vida esa persona ya tenía la edad suficiente con la consiguiente decrepitud física e intelectual, como para no poder responderle. Actitud no coherente la suya.
Lo saluda.
Ernesto Luraschi
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