Te acordás hermano qué tiempos aquellos… (1)

Ya es historia: el equipo de fútbol del Club Atlético River Plate de Buenos Aires, jugará los días sábados. El Nacional B será su nuevo continente. Si hasta el mismo calendario, no sale de su asombro. Y sus hinchas tampoco. Una tarde gélida y un cielo gris plomizo fue el escenario de una pérdida deportiva, la divisional de privilegio, la Primera División del Fútbol argentino. Por primera vez en sus 110 años de historia. 

 El resultado poco interesa; tampoco a quién endilgarle responsabilidades, sostienen muchos allegados y simpatizantes. El martes —un día antes del partido de ida con Belgrano (que ganara el equipo cordobés por 2 a 1)—, una alta fuente calificada de la institución de Nuñez, me relataba el clima organizacional del club: “se le pidió al DT. Daniel Passarella que se hiciera cargo el mismo del primer equipo, y no quiso” (2). Luego nos enteramos que el Presidente de la institución, firmaba autógrafos en el Hindú Club (Don Torcuato), dando muestra de su apoyo con su acto de presencia. ¿Se acordó un poco tarde de este aporte? (3)

 Ahora en más, se abrirá un volumen importante de relatos de distintos géneros: racionalistas, voluntaristas, redentores (repatriando jugadores internacionales como salvadores), oportunistas, hasta realismo fantástico. Todo puede ser… De una afirmación sí estoy seguro: quitar de nuestro léxico el drama o la tragedia que supuestamente conlleva la pérdida de categoría de una división.

 Nos olvidamos que el fútbol es un deporte, aunque de relevancia en el país, sigue siendo eso: una puja atlética con un fin de superación de proezas físicas dentro de un reglamento. No más allá de esto. Caso contrario, se está contribuyendo a alentar sesgo de violencia en el relato. Principalmente por la contribución que hacen muchos periodistas deportivos introduciendo lenguaje belicista a su labor.

 Mientras tanto, de una afirmación estoy seguro de ahora en más: la nostalgia que guardarán miles de siluetas humanas, en ese recorrido desde la estación de Nuñez al Monumental, todos los domingos. Toda esa liturgia, los rituales consabidos cuasi-familiares, serán añorados. El cambio de día no es algo menor. Una costumbre histórica, ética, no muta en horas. Te acordás hermano qué tiempos aquellos…

Refutando mitos

 Un gran maestro del Periodismo de Investigación, Manuel Calvo Hernando, sostiene como deberes máximos del periodismo: informar, enseñar y sensibilizar (4). Mentir, o hacer pasar por verdades objetivas, parte de una información —sin expresar las restantes—, es manipular o engañar.

 Pues bien, esta semana como nunca, la mediocridad de ciertos personajes con micrófono en TV. es manifiesta. Por ej: Fernando Carlos (Telefe), repetía sin parar. “River Plate es el más grande, ya que es el equipo que ganó más torneos locales, 33 campeonatos”. Mientras que el xeneize, sumó 22. Este aserto es verdadero,¿pero qué se tiene en cuenta para determinar la grandeza de una institución deportiva? ¿Los títulos nacionales, “domésticos” o los internacionales? Si nos importa esto último la respuesta es otra: Boca Juniors (Argentina) posee 18 títulos internacionales, similar número el Milan (Italia), seguido por Independiente (Argentina), con 16 trofeos.

 En la síntesis de torneos nacionales e internacionales, los guarismos dejan mal parado al ahora descendido River Plate: Boca Juniors, cosechó hasta la fecha 49 títulos, mientras que River 39. Ah, tanto Boca como Independiente, el rojo de Avellaneda, “son los únicos dos equipos de los cinco grandes que no descendieron nunca en la historia” —sí lo hizo: San Lorenzo, Racing, y ahora River— (5) Como vemos, el Sr. Carlos al (des) informar deforma la realidad. Todo un alumno aventajado de su ad látere, Germán Paoloski. ¿Sabrá este dúo dinámico de la desinformación el significado de Xeneize?

 Por lo visto, la grandeza de un club deportivo y su validación es muy subjetiva. Para cada simpatizante / socio / hincha, sus colores son los “más grandes”, y eso es lo relevante para cada individuo. Su apreciación es lo que cuenta. Pero hay más, la peor campaña en la historia del Xeneize se registró en el año 1949. Boca debía ganar ante Lanús en la Bombonera. Resultado final: 5 a 1. Salvado del temido descenso, desde entonces, el equipo de la rivera, quedó en la historia como el de la garra, la lucha, y su hinchada como la más fiel. Nunca terminó último en campeonatos oficiales de AFA y con record en ventas de entrada pese a su magra campaña.

Diagnóstico y pronóstico

Magno cartel de bienvenida: Antonio Vespucio Liberti, fue presidente del Club River Plate en cuatro oportunidades. El estadio se construyó bajo su presidencia. Una dirigencia orgullo, de un pasado que no vuelve.

 Una buena disciplina intelectual, es volver a las fuentes de la historia que nos alecciona: Antonio Vespucio Liberti (1902-1978) fue presidente de la institución en cuatro oportunidades. El estadio “Monumental” lleva su nombre en homenaje a este prolífico dirigente político. Era conocido con el apodo de “Gordo Liberti”. Hijo de genoveses, empezó como asistente en River llevando material de utilería a los jugadores. Bien de abajo en sus inicios, llegó por primera vez a la presidencia entre 1933 /35. Es el espíritu y moral de este dirigente, el norte de la desahuciada comisión directiva del presente. (6)

 No es buen un puerto de diagnóstico - luego del descenso tan temido-, los remañidos recursos de “echar culpas a terceros”, eso atrasa por lo menos cincuenta años. Por Ej: se llegó a la actual situación por los árbitros que lo dirigieron, que todo fue un plan urdido desde la AFA, por el sempiterno Julio Grondona, que es por “Juana y la de su hermana”. “El viejo truco” de la culpabilidad en terceros, deslindando las propias. Esta teoría ha sido refutada de la mano de las ciencias de la administración. A tener muy en cuenta que el club malogrado, dejará de percibir salarios de primera: por regalías de transmisiones de TV. recibía 28 millones de pesos. Hoy en la B, sólo entrará a sus arcas, la friolera de 4 millones. ¿Qué hacer entonces con el mantenimiento de una institución de esta magnitud? Inteligencia y ética aplicada para comenzar.

 Es en los peores momentos de las crisis, que se sale con mayor fuerza. No hay espacios insondables. La patencia se refleja ante los ojos. Lugar de la conjunción de distintas mentalidades /inteligencias, para un programa de acción a mediano/largo plazo. Es el espacio para realizar todas las preguntas al “paciente River Plate”, escuchándolo, para formular un diagnóstico definitivo. Sólo así, con inteligencia y voluntad proyectada a futuro, se logra cosechar un buen pronóstico deportivo para cualquier empresa de riesgo. De no tomar este tipo de iniciativas, el llamado “fantasma del descenso” seguirá durmiendo la siesta, sobre los ladrillos de una institución abandonada. La llamada nota de color, puesta por el Burrito Andrés, continuará pronosticando la más profunda de todas las madres de las derrotas: la estupidez.

Instituto Terciario River Plate: apostar a la inversión en educación superior. Un excelente camino para el cambio institucional.

Tendrá que vencer la resistencia a ese cambio, ¿podrá?

Gustavo Contarelli
  Texto y fotografías

1) Estribillo del tango: “Tiempos Viejos”. Letra de Manuel Romero.

 Música de Francisco Canaro, compuesto en 1925

 Ver: http://www.todotango.com/spanish/las_obras/Tema.aspx?id=BVb2mNp/niQ=

2) La fuente consultada (dirigente), se notaba visiblemente preocupada y  resignada.

3) Clarín, diario: art. “El equipo llega a la cita con un jugador clave: su gente” (26-5-11), Deportes, pág. 71.

4) Hernando, Manuel Calvo (1982) “Civilización, Tecnología e Información” (El Periodismo Científico). ED. Mitre, Barcelona.

5) Cfr.: http://www.solofutbolnet.com/equipos/historia-de-river-plate.php

 http://www.rivermillonarios.com.ar/wiki/Historia_De_River_Plate

 http://www.infofutbolonline.com/torneos/equipos_mas_ganadores.htm

 http://boquitajuniors.tripod.com/curiosidades/curiosidades.htm

6) Ibídem: http://www.rivermillonarios.com.ar/wiki/Historia_De_River_Plate