Con su tradicional metodología-show (por supuesto, exclusivo para aplaudidores), la presidente Cristina de Kirchner anunció quien la acompañara como candidato en la vicepresidencia en los próximos comicios presidenciales.
El trascendental anuncio no se efectuó en un teatro como es habitual, sino en el Quincho de la Quinta de Olivos, transformado en una especie de circo.
El espectáculo se monto como si fuera una novela, una mala novela, de teleteatro venezolano. Hubo suspenso, nerviosismo, alegría pero también cierta tensión e inquietud.
Lo peor y más cuestionado de la dirigencia argentina, gobernadores, intendentes y funcionarios de menor cuantía, reforzados con sindicalistas, actores y artistas y personajes de la cultura oficialista, entre otros, llenaban el espacio disponible.
Todos vestidos sin ninguna formalidad, sin corbata, y muchos con campera. Todo de acuerdo a como ellos interpretan que debe ser una reunión “progresista”
Inclusive estaba presente la responsable directa del último gigantesco desfalco, robo y tremenda estafa y burla a los argentinos, la presidente de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, tal vez para reclamar a la presidente su parte de la responsabilidad en este mega delito. Cuando esta impresentable señora entro en el recinto, fue fuertemente aplaudida por los presentes. (¿Será este el mundo del revés?)
También estaba presente el Secretario General de la CGT, Hugo Moyano para recibir en persona, su extremaunción como aliado del gobierno.
No se notó la presencia de Ricardo Jaime, seguramente por no haber conseguido un jet privado que lo acerque a tiempo para el espectáculo o porque una cuestión de negocios impostergable le impedían su concurrencia a tan magno acto.
Tampoco estuvo presente el piquetero Luis D´Elia, porque como se sabe, por sus principios “democráticos” evita mezclarse con gente de tez blanca y que vivan en la Zona Norte.
En las dos o tres primeras filas estaba lo más cuestionado e impresentable de la dirigencia argentina. Los responsables directos de la situación de corrupción generalizada, desorden civil y administrativo de nuestro país. El gabinete en pleno y también el vapuleado, sumiso y genuflexo gobernador de la provincia de Bs. As.
La Quinta presidencial, como en la época del fallecido presidente, volvió a parecerse a un local partidario o una unidad básica. Y por supuesto la transmisión se iba a realizar en cadena utilizando la red de radiodifusión nacional.
¿Se les habrán dado las mismas facilidades a los candidatos de la oposición cuando nombraron a sus compañeros de fórmula? Realmente no lo sé. Me parece poco probable.
Después de hacerse esperar largos minutos entró triunfalmente la viuda del ex presidente, con su correspondiente vestido de negro, sonriente y con una expresión pícara en su rostro. Fue aclamada de pie por su clásica claque, reforzada por los personajes mencionados en los párrafos anteriores.
Con sus primeras palabras intentó hacer chistes y bromas, que fueron calurosa y obsecuentemente festejados por los concurrentes.
Entre otras cosas, comentó que después de ella, por la puerta abierta, también había entrado “él” para estar presente en la reunión. (Se refería al maligno fantasma del ex presidente).
También, como si fuera una conversación coloquial entre la dueña de un stand en una feria de barrio y la dueña de la verdulería contigua, explicó el golpe que se había dado unos días antes y cuando en el hospital le estaban por aplicar una inyección en la cola, la enfermera le preguntó si ya había decidido quien la iba a acompañar en la fórmula presidencial... y así siguió la interesante conversación entre las dos feriantes, que realmente no vale la pena repetir. Por supuesto todo seguido festivamente por los concurrentes.
Finalmente después, el discurso tomo un sesgo más serio y después de volver a fustigar a los medios y otras consideraciones, casi todas discutibles, informó el nombre de su compañero de fórmula: el ministro de Economía Amado Boudou.
Seguramente Cristina aplicó alguno de los muchos métodos de “toma de decisiones” que hoy se aplican en las empresas y en otros organismos de planeamiento. Habrá analizado factores de fuerza y debilidad, ventajas y desventajas, vínculos y límites y todos los demás puntos por los cuales hay que filtrar para analizar correctamente, la decisión retenida.
Un analista menciona que se trata de un tema de la alcoba presidencial. Es probable que así sea. Cristina, de no haber utilizado los procesos de planeamiento, lo debe haber consultado con la almohada de su cama. (Es muy probable que este método sea el que aplica para la toma de sus decisiones, a la luz de otras importantes decisiones adoptadas).
Personalmente creo que la presidente tomó una decisión adecuada: nombró un funcionario que ella utilizará para todo servicio.
La presidente justificó la elección en la "lealtad y valentía" del ministro. Indudablemente son cualidades esenciales en un dirigente de ese nivel. En realidad son cualidades “sine cua non” para todo dirigente, de cualquier nivel que se trate.
Obviamente, casi está demás aclararlo, no hay que confundir lealtad con sumisión.
Fue una buena decisión de Cristina. Tiene un vicepresidente que le va a responder, de acuerdo a la conducta evidenciada en sus últimos años con lealtad, así como también en su función en el Senado. Se supone que sabe de economía, con lo cual también tendrá el asesoramiento adecuado en ese tema. Tiene buen trato con la gente y con diferentes sectores, inclusive con la estafadora de las Madres de Plaza de Mayo y con el multiprocesado secretario de la CGT. Boudou es una persona joven, agradable, de amena conversación y una personalidad entradora y compradora.
Creo como ya expresé, fue una conveniente selección de Cristina. Podrá utilizar a Amado para lo que ella o el país necesita.
Alguien comentó que la personalidad de Boudou es similar a la de Isidoro Cañones (1), el padrino del Cacique Patoruzú, la inolvidable creación de Dante Quinterno. Por lo que se sabe de Boudou, pareciera que efectivamente hay cierta similitud.
Volviendo a la elección de la presidente, si bien destacó dos características imprescindibles en el candidato a vicepresidente pienso que hay otros aspectos importantísimos para considerar.
¿Habrá analizado su capacidad de liderazgo con todo que lleva implícito? Capacidad profesional, prestigio, conocimientos, respetabilidad, responsabilidad, tenacidad, decisión, solo para nombrar algunos de la larga lista de condiciones necesarias o deseables.
El vicepresidente es la instancia sucesoria del presidente en caso de acefalia momentánea o permanente del presidente. (2)
En el caso que la presidente, de la cual se sospecha que adolece enfermedades no debidamente explicitadas, o como también es probable, que renuncie en algún momento por cualquier causa o bien sobrepasada por los acontecimientos ¿Los argentinos querrían que en ese supuesto, Amado Boudou sea el presidente de la Nación?
No temo equivocarme en decir enfáticamente que “no”.
La elección de Cristina fue buena… pero para ella, obviamente no para el país.
Alfredo Raúl Weinstabl
(1) Isidoro Cañones fue un personaje de una tira cómica en donde representa al padrino del Cacique Patoruzú. Fue la imagen de un tarambana, estafador del ingenio, un irresponsable, timbero, interesado, vago, cobarde, corruptible y desvergonzado, tramposo y algo indolente, pero en el fondo de buen corazón, lo que lo hacía querible. Era aficionado a la vida fácil, a las carreras de caballos, a los autos deportivos y hacía gala de un cinismo casi inocente. .Iba de fiesta en fiesta buscando diversión y viviendo la vida a su manera Le gustaba bailar, sobre todo con música joven y popular. Isidoro no estaba del lado de los buenos: estaba del lado de Isidoro. Si descubría las fallas del sistema, era en su propio beneficio y no para cambiar una situación injusta. La suya era una revolución frívola, que bien justificaba las infames estafas de las que se valía con tal de obtener guita, chapa y chicas”. En definitiva, era un fiel representante del típico "chanta porteño".
(2) Obtenido de Internet-Constitución de la Nación Argentina Art 88.