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Culto al héroe: asociando la patria con el triunfalismo

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¿Y DÓNDE ESTÁN LOS HÉROES NACIONALES?
¿Y DÓNDE ESTÁN LOS HÉROES NACIONALES?

El “héroe” es Chilavert, quien convierte un gol de tiro libre tras rebotarle a su rival Obolo. El título “Obolú” es un juego de letras entre el apellido del jugador y “boludo”, obviamente. Para la ética triunfalista de “Olé” quien comete un error es un boludo.

 

Aquí los “héroes” son los hinchas. No viene mal una caricia a los consumidores.

“La Nación Deportiva” cae también en la exaltación al héroe de turno:

En los relatos deportivos abundan las imágenes que apelan a la patria y a la nación. En los universos simbólicos, estos “héroes” defienden nuestros colores, ya sea en lo macro –Selección Nacional- y en lo micro, nuestro equipo favorito. Estos “héroes de consumo” nacen desde hace mucho tiempo en los discursos de los medios de comunicación, pero se exacerban debido a la tendencia al individualismo y al culto al ego imperante.

Tapas de dos videos que glorifican a nuestros héroes deportivos:

En la eliminación de la Selección en el Mundial de Corea-Japón 2002, también se recurre al ingenio.

Sí, junto a la Selección. Pero no es gran apoyo un titular gigante con “Q.E.P.D.” en donde el triunfalismo está presente en: “Terminó en dura pesadilla el sueño de una generación que persiguió un título pero fracasó en el último paso”.

En el sector superior derecho: “Crecen los enanitos de Tocalli”.

Apoyan al Sub 20…en este caso. Pero cuando, en febrero de 2009, pierden se mofan de los chicos: “una burrada de los chicos”.

Más si se gana:

La Selección Sub 20, vence a Brasil. El chiste siempre presente. Esta vez, se la toman con Neymar da Silva Santos Júnior, la nueva figura brasileña. Se lo ningunea: “la gran estrellita”.

El subjetivema “estrellita” carga un peso afectivo-valorativo bien negativo.

En el caso de la Selección mayor, se le gana a Portugal y se burlan de Cristiano Ronaldo.

En la zona inferior, a la izquierda, se “resalta” la derrota de los juveniles. Las caídas no merecen imágenes centrales como la anterior del 7 de febrero de 2011. Pero “al menos entramos al Mundial.

En otros tiempos, en la derrota:

Se debe ganar en el futbol…

Y….también el triunfalismo debe copar otros deportes. Por ejemplo: el tenis:

Por fortuna para los fanáticos, siempre hay retroalimentación, refuerzos para acentuar el triunfalismo a toda costa.

La que sigue, corresponde a la revista “El Gráfico”, cuando el equipo argentino dirigido por Alfio Basile cae de local ante Colombia, el 5 de septiembre de 1993.

A propósito de nacionalismos, patrioterismo, xenofobia y violencia:

Escandalosa y lamentable tapa del diario El Bocón que incita a la violencia. El jugador apunta con un arma a la camiseta de Uruguay.

Los argentinos deberíamos recordar algunas épocas de nacionalismo o “nazionalismo” llevado a ultranza.

Expongo algunas “propagandas” que refieren al Mundial Argentina ’78:

El director de “Goles”, Aldo Proietto, describe “objetivamente” la preocupación de Videla ante el Mundial que se avecina.

La revista El Gráfico da la “bienvenida”.

Revista Para tí y la campaña antiargentina.

La “Argentina en positivo” según el Consejo Publicitario Argentino.

La gaseosa “Coca Cola” apoya la vida…

Somos tiene razón: ¿Qué buscan? Nosotros somos derechos y humanos.

Por esos años, Olé no existe. Clarín, sí. En esta primera plana observamos a “el presidente de la Nación, teniente general Jorge Rafael Videla, acompañado por la directora de Clarín, señora Ernestina Herrera de Noble, y del titular de la AFA, señor Julio Grondona, entrega la Copa instituida por nuestro diario al holandés Krol”.

En otras investigaciones publicadas en Tribuna de Periodistas, puede verse como Clarín apoya a estos militares que entre 1976 y 1982 crean 340 campos de concentración y exterminio, no respetando ni la vida de los niños. Es paradigmático el caso de la familia Lanuscou. Padres e hijos –de 4 y 6 años- son asesinados en un operativo que realizan en conjunto el Ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

El 1 de junio de 1978, al comienzo del Mundial un periodista del medio gráfico escribe que es una obligación asegurar el torneo porque “se trata de una cuestión nacional” que “va más allá de lo deportivo, para configurar la imagen del país, una imagen a la que todos damos vida, seamos o no aficionados al fútbol”.

Paradojas del lenguaje y la realidad: “Damos vida”.

Para finalizar, last but not least: ¡Viva la Patria!

 

Néstor Genta

 

Bibliografía y reconocimiento de autores

1. Baczko Bronislaw. Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colectivas. Buenos Aires. Nueva Visión. 1991. p. 8.

2.3. Villena Fiengo Sergio. El fútbol y las identidades. Prólogo a los estudios latinoamericanos. En “futbologías. Fútbol, identidad y violencia en América Latina. Clacso. Buenos Aires. 2003, pp. 21/2.

 

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Armin Vans

 

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