La presidenta Cristina Kirchner dijo hoy que la Argentina "no pretende erigirse en modelo ni en ejemplo de nadie”, pero reclamó "reglas claras" para el sistema financiero internacional.

 Ante la Asamblea de la ONU, la mandataria habló de "la necesidad de que los organismos multilaterales de crédito trabajen muy fuerte en una regulación en materia de movimiento de capitales a nivel global y en materia de especulación financiera".

 Cristina Kirchner advirtió que "hoy puede ser especulación sobre los alimentos, ayer lo era sobre el petróleo y mañana lo puede ser sobre las pastillas de menta si esto da rentabilidad".

Contra las calificadoras de riesgo

También criticó el hecho de que "los capitales se trasladen sin ningún tipo de regulación ni control a un lado y a otro del mundo". Además, pidió que "los recursos que van al mercado financiero puedan ser volcados a la economía real".

 "Más allá de cambios que califico de cosméticos, no se ha avanzado en una regulación", señaló.

 También se quejó de que "las calificadoras de riesgo califican a la economía argentina como marginal y califican mucho mejor" a países que corren riesgo de entrar en cesación de pagos.

Palestina: una de cal

Cristina pidió durante su discurso que se reforme el Consejo de Seguridad de la ONU, eliminando los "miembros permanentes" y el "derecho de veto" en esa entidad y dijo que la Argentina está en contra de que se amplíe le cantidad de miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

 Reclamó "eliminar la categoría de miembros permanentes y el derecho de veto" en el Consejo de Seguridad, de modo de "democratizar" esa instancia.

También realizó un enérgico reclamo para que se permita el ingreso de Palestina a la ONU y advirtió que con su exclusión "va a crear mayor inseguridad y condiciones absolutamente desfavorables" a nivel mundial.

Señaló que no incluir a Palestina es "seguir dándole coartadas a los que ejercen el terrorismo internacional" en sus "falsas argumentaciones para incurrir en sus crímenes".

 "La no inclusión de Palestina, lejos de dar mayor seguridad y estabilidad al mundo va a crear mayor inseguridad y condiciones absolutamente desfavorables", subrayó.

Malvinas

La presidenta volvió a reclamar que se cumplan las resoluciones de la ONU que imponen a Gran Bretaña avanzar en negociaciones con la Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas, y advirtió que si no lo hace en un "tiempo prudencial", podría dar de baja los acuerdos firmados con ese país en 1999.

Dijo que si en un "tiempo prudencial" no hay avances con las negociaciones, la Argentina se verá obligada a "revisar los entendimientos provisorios aún vigentes" firmados en 1999 para habilitar vuelos a las Islas Malvinas.

 Cristina indicó que "en 2013 se van a cumplir 180 años desde que los argentinos fuimos desalojados ´manu militari´ de nuestras Islas Malvinas".

 Además, señaló que "el año próximo se cumplirán 30 años" de la guerra de Malvinas, por la que acusó a "la más terrible dictadura de la que se tenga memoria y de la que fuimos víctimas los propios argentinos".

Advirtió también que se registraron "verdaderas provocaciones" como "ensayos misilísticos" en los últimos meses en las Malvinas y que la exploración petrolera en la zona es "ilegítima".

 Explicó que esos recursos no pueden ser "sustraídos, apropiados ilegítimamente por quienes no tienen ningún derecho".

 "Nadie puede alegar dominio territorial a más de 14 mil kilómetros de ultramar", advirtió la mandataria, tras calificar de "ocupación ilegítima" la presencia británica en las islas.

Y una de arena...

La presidenta anunció que la Argentina "no puede ni debe rechazar" un "ofrecimiento de diálogo" realizado por Irán en el caso AMIA, aunque advirtió que eso no brinda de por sí "una satisfacción" a los reclamos de Justicia del país por la voladura de la AMIA, ocurrida en 1994.

Relató también que en junio pasado Irán realizó un ofrecimiento para "iniciar un diálogo" y "llegar a la verdad".

 Señaló que se trató de "un cambio de actitud" de Teherán que "no constituye en sí mismo una satisfacción a nuestros reclamos".

 "Se trata de un ofrecimiento de diálogo que la Argentina no puede ni debe rechazar", puntualizó.

 Sin embargo, advirtió que ese diálogo "debe ser sincero y que debe tener resultados para poder ser creíble" y que no debe tratarse de "una maniobra dilatoria o distractiva".

Hay que recordar que durante su paso por el Congreso, Cristina Fernández integró la comisión bicameral que analizó la investigación por el atentado y tuvo durísimos cuestionamientos a la entonces investigación del juez Juan José Galeano.

En octubre de 2003, los jueces Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo dispusieron la citación de la entonces para que brinde datos sobre su actuación en la Comisión Bicameral de Seguimiento del Atentado a la AMIA.

Cristina fue interrogada sobre un informe que elaboró como parte de esa comisión en el que criticó duramente la falta de seguimiento de la denominada "pista siria".

Sin embargo en su arribo al Gobierno, Cristina cambió su postura al apuntar a Irán, pese a que no existe una sola evidencia que pueda relacionar a funcionarios iraníes con el atentado a la AMIA.

Hay que recordar que la inclusión de ese país en la nómina de potenciales culpables del luctuoso hecho, se remonta a hace más de una década, cuando Miguel Ángel Toma era titular de la Secretaría de Inteligencia. El funcionario, luego de una reunión con sus pares norteamericanos, hizo aparecer “por arte de magia” un informe secreto conteniendo una nómina con el nombre de treinta iraníes que habrían ejecutado el atentado.

Sin embargo, la mera investigación periodística demostró que dos tercios de los supuestos culpables eran inimputables: por un lado, había personas fallecidas hace más de 30 años; por el otro, chicos que tenían entre cuatro y seis años al momento de ocurrir el trágico hecho.

Un discurso más, otra muestra de que todavía no hay interés en llegar a la verdad.

Carlos Forte