Siguiendo el modelo del kirchnerismo, se ha dicho en los últimos días que la estatización de YPF permitirá evitar el envío de remesas de utilidades al exterior, como si esa medida —que llevan adelante la mayoría de los países del mundo— fuera algo desacertado.
Un informe que dio a conocer el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) echa por tierra esa pretensión. Allí, se asegura que “mucho más inteligente es crear confianza y oportunidades de negocios para que las entradas de nuevos capitales extranjeros sean superiores a las remesas al exterior. Este es el camino que siguen con éxito, por ejemplo, Brasil y Chile” (ver foto que ilustra la nota).
Al hablar del caso argentino, el documento asegura que, “al despreciar el aporte que la inversión extranjera puede hacer dinamizando la producción y los empleos de calidad, implícitamente se contribuye a profundizar el atraso y la marginalidad social”.
En otro tramo, el informe es lapidario respecto a la política del oficialismo: “La Argentina prevalece una opinión negativa en relación a la inversión extranjera porque, si bien implica ingreso de ahorros que aumenta la capacidad productiva, simultáneamente genera el compromiso de remitir ganancias al exterior. Esto se usa como justificativo para imponer trabas a las empresas extranjeras radicadas en el país que pretenden remitir sus utilidades al exterior y se ha usado como uno de los argumentos más potentes para justificar la expropiación de YPF”.
Más adelante, el paper remite a informes de la CEPAL elaborados entre los años 2001 y 2010. Allí, queda evidenciado cómo la inversión extranjera directa impactó en la región:
-En Brasil, las remesas al exterior fueron U$S 13 mil millones por año mientras que la nueva inversión extranjera fue de U$S 26 mil millones por año; así el saldo anual fue una entrada neta de capitales de U$S 13 mil millones por año.
-En Chile las remesas fueron U$S 5 mil millones por año y el ingreso U$S 8,5 mil millones por año, generando un saldo anual positivo en U$S 3,5 mil millones.
-En la Argentina las remesas al exterior fueron U$S 5 mil millones por año y la nueva entrada fue de U$S 5,2 mil millones por año, o sea, los ingresos de capital extranjero apenas compensaron las remesas al exterior.
La puntillosidad y claridad del documento eximen de mayores comentarios al respecto.
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José María González