Con cierta sorpresa, comenzó a rumorearse un sugestivo cambio de táctica en el cristinismo puro. Al mismo tiempo, desencajadamente y, sin tamiz alguno, el ministro de Planificación Federal, el pingüinista Julio de Vido, salió desacompasadamente a conferenciar respecto de la justificación de una reforma constitucional que, como único argumento a decir del discursista, sería la re-re… elección. Ello en una semana en la cual se habló de todo, pero no por parte del gobierno.
Desataviado de todo esquema, el monólogo de Julio de Vido sonaba más a queja que a ejecución de una operación: era una gota de pus brotando de su propio grupo, el cual siente cómo prontamente saldrán del relato, cuya única construcción le pertenecía al —hoy occiso— Néstor Carlos Kirchner y del cual Cristina Elisabet Wilhelm, viuda de Kirchner, se siente única y exclusiva heredera.
Los sucesivos “mazazos” del 13S, el 8N y el 20N, en especial los dos últimos, (el mazazo de la “clase media” y el de la clase laburante luego) que fueron vividos como haciéndonos recordar noches de elecciones, en donde el grupúsculo de “ultras” que deambulaban por los sets de televisión, daban la imagen de representantes del perdedor… y en el caso, el perdedor era el proceso de continuidad, proceso (o clamor) por el cual ya no se puede mostrar, ni aún mintiendo. Ya nadie cree en el mensaje (insostenible) del siguiente estilo “el año que viene o el otro llamaremos a elecciones constituyentes”, ese mensaje ya no se lo creen ni los propios, ni lo asume la población, aún la votante por el pingüinal “modelo”: ahora todos querrán “ser” como se dicen en la jerga política.
Por su parte, el sciolismo, futuro gran actor en construcción, se va consolidando con una red de “armado” de poder —el gran y verdadero “modelo” de Néstor, el nuevo héroe del Hollywood multimedial oficial— aún con la preocupante verdad de ni siquiera plantear un proyecto de cosmética alternativo, sino, el armado solo consiste en demostrar un nucleamiento que sea capaz de desvestir al kirchnerismo. Decimos desvestir, atento que la política que supieron enseñar en estos 9 y medio años se asemeja más a una guerra, en la cual no solo es necesario ver lo propio, sino, destruir (desarticular, cooptar, aplastar) al rival, para “ir por todo” eufemismo por instalar un sistema de poder único, bajo las fachadas de elecciones e internas abiertas que lo único que garantizan (al sistema de dirigentes) es su exclusividad, o sea, excluir a cualquiera de las formas que quisiera ingresar al esquema de actores.
En el contexto antedicho y durante el lapso antes mencionado, se fueron “construyendo-articulando” las gobernaciones K de extrapartidarios, los “radicales K” , los “progre K”, piqueteros K, los zurdos K, los “frentegrande K”, los “PRO K”, etc. etc.
Ello, al mismo tiempo que —en este esquema cerrado antes explicado— se van cooptando todas y cada una de las expresiones, quedando solo las marginales y “justificantes” que se dejan fuera expresiones testimoniales como el residual radical,
El sistema es vaciado de contenido, como condición necesaria para poder gobernar (los que quedan “debajo de la carpa”) en términos de los grandes grupos concentrados, haciendo de “socios locales” de los mismos, o sea, lo que ocurre hoy en día.
Redirigiendo el monopolio político y el problema del “juego de Duhalde”
Así, por expresas instrucciones vertidas en las tertulias de Olivos, los párvulos e ignotos que se amontonan, cada uno con su jugoso contrato, bajo el rótulo “
Ya no hay margen para los sueños estudiantiles afiebrados de “superar” el aparato del establishment, o sea el “PJ”, sino, asegurarse un buen lugar en las escasas butacas que el banquete parece deparar en el futuro, en especial las legislativas, esas que aseguran la impunidad ante los Tribunales Penales, ello, ante la catarata de delitos que se fueron derramando a lo largo de este tiempo, falta de balances, gastos, cohechos, malversaciones, tráficos, desfalcos, asociaciones non sanctas, y todo artículo del Código Penal Argentino que al lector se le ocurra consultar o estudiar, aun, aquellos que nos hablan de los derechos relacionados a la vida y seguridad de las personas.
En la rodada del “modelo”, es conveniente jugar a segundo, que perder la torta y el queso, y muy seguramente, ir preso.
El sciolismo lo sabe, y está armando, cosa que el occiso Kirchner nunca lo hubiera dejado hacer, era la regla número 1 de su política, destruir siempre al oponente , hasta dejarlo exánime y a su merced, para luego, imperar a voluntad y destajo.
Ya Massa, el Intendente del Partido de Tigre, si, ese Partido, el mismo Massa que heredó un municipio del segundo cordón del GBA, en perfecto funcionamiento (de manos del municipalismo local, dado que al fallecido Dr. Ubierto solo le ganó una partida el cáncer, y no “Massita”) aclaró esta semana que no formaría ninguna lista con Alicia Kirchner (sabe que es un pelotazo en contra) y apuró la serie de conciertos veraniegos con espectáculos que nos hacen recordar a la época de los ´90, Pimpinela, quizá el Puma Rodríguez o El Paz Martínez, arrojamos nombres al azar, no es que esto ocurra de nuevo, pero no nos olvidemos que el suegro de Sergio Massa no es otro que el inefable ex futbolista y dirigente menemista “Pato” Galmarini, quien, también en estos dias, se animo a confesar a algunos allegados que su yerno hasta intentaría una diputación “por afuera” del PJ, para evitar todo tipo de triquiñuela, esas tan caras a los cierres de listas en el “PJ”.
Por otro lado, Scioli también intentaría arrimar algunos sectores del PJ autodenominado “disidente”, aunque, vale aclara, la frontera de lo disidente y lo oficial, hoy, es más confusa que señal de camino de tierra… quizá esto último es lo que más anime a ex motonauta con residencia en La Plata.
En dicho esquema, Máximo Kirchner fue “ubicado” en algunos actos como aplaudidor y habló en algunos otros menores, con un giro inesperado: ya no hay modelo fundante, sino “sálvese quien pueda” Hasta el inefable Gabriel Mariotto, un veradero guitarrista de la política, ha pasado sin solución de continuidad, de fiscal de estado y serrucha pisos, a como “aliado” con salvaconducto personal, tan personal que ya está entregando al único intendente que le dejaron poner, el de Necochea, expulsión previa al partimiento del dicho municipio, nacería el municipio de “Quequén” (o como finalmente el boletín oficial lo nombre) a pedido de Scioli.
Algunos dirigentes del agrupamientodel hijo K (que, según dicen, ni siquiera dirige en los hechos) estarían muy preocupados con una salida del poder no negociada, o peor aún, que un opositor al “sistema de poder” decida revisar todos los desfalcos, todos los delitos.
El gran miedo de “
Buscar una salida al estilo de “Il Gattopardo” es preferible, siempre, a una gran crisis con asignaciones de culpa (recordemos el estado de quiebra con que hoy cuenta
“Cambiar algo, para que nada cambie” le hace decir el gran director Visconti al personaje de la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
“Cambiar algo, para que nada cambie”, ese era el mensaje nuevo de los corrillos de “
Evidentemente, han sido unos grandes alumnos de Néstor Carlos Kirchner.
José Terenzio