El viernes pasado, Laura Elías, exesposa del diputado camporista José Ottavis, volvió a denunciar en el programa radial de Luis Gasulla, Ahora es nuestra la ciudad, amenazas y posibles conexiones entre el círculo íntimo del que solía ser su marido, con patotas de La Cámpora y el fiscal que investiga pintadas en su domicilio.
A Elías le tocó denunciar a Ottavis por varias causas, cada una bien diferente a la otra. Van desde violencia de género, fraude electoral, hasta conflictos por la tenencia del hijo en común con el Diputado por el FPV.
El 1 de febrero de 2013, el fiscal que tiene en su poder las causas penales contra Ottavis, decidió archivar una de ellas.
La semana pasada, la mujer se dirigió a la Fiscalía Única de Boulogne, a la que había sido citada, para pedir que no se guarde la causa que se inició el 28 de mayo de 2012, cuando desconocidos entraron a su domicilio, y robaron documentación.
La causa presenta enormes irregularidades en la investigación llevada adelante por el fiscal Sergio Szyldergemejn, las cuales Tribuna de Periodistas publicó recientemente.
“Sospecho que me citaron por lo publicado en TDP, a los funcionarios del Poder Judicial no les gusta ser mencionados en los medios, prefieren siempre pasar desapercibidos”, sostiene Laura Elías.
Denuncia electoral
Después de que Laura Elías denunciara al diputado Ottavis ante la jueza Norma Abbou Assali por el fraude electoral que estaba cometiendo el camporista con respecto a su candidatura a diputado por la provincia de Buenos Aires, la mujer acudió una vez más a los juzgados para declarar que habían entrado a su casa a destrozar sus pertenencias y a robar —únicamente— documentación relacionada con la causa que manejaba Assali y con el juicio de ejecución de alimentos.
A principios del mes pasado, el fiscal Sergio Szyldergermejn, de la Fiscalía Única de Boulougne, decidió archivar esa causa, aunque según pudo saber TDP, el expediente estaba plagado de anomalías.
No solo Ottavis nunca fue citado a declarar, sino que en el expediente consta que efectivos de la Policía Científica argumentaron haberse dirigido a la casa de la mujer para comprobar los hechos dos días después de ocurridos. “Tocamos timbre en varias ocasiones sin que saliera nadie de la vivienda. Al cabo de 15 minutos nos retiramos”, indicaron los agentes, sin dar cuenta que la casa de Laura Elías no tiene timbre.
Los testigos aportados por la Policía que surgen para dar veracidad a ese hecho no son menos inverosímiles. Uno con domicilio en Villa Ballester (a varios kilómetros de la vivienda de Elías, y sin teléfono de contacto) y otro hombre que aportó un DNI con un número demás. “Debe ser un error de tipeo”, habían argumentado desde la Fiscalía.
Otro elemento extraño a la hora de buscar declarantes de lo ocurrido en la casa de Elías, es que uno de los testigos vive a más de cuatro cuadras de la casa de la mujer. Sin embargo, los vecinos que residen en el mismo PH que la exesposa de Ottavis jamás fueron llamados por la Fiscalía a aportar su testimonio de lo ocurrido ese 28 de mayo de 2012.
Errores repetidos
El 9 de junio, Elías denunció ante el mismo fiscal un escrache sufrido por militantes de La Cámpora en la puerta de su casa. Entre los participantes se encontraban Mauro Tanos, presidente de Fondo de Capital Social (FONCAP) y Marcelo Kaspar, a cargo del COMFER de San Isidro. La ex esposa de Ottavis aportó fotos y grabaciones del hecho.
Szyldergermejn tardó tres meses en citarlos a declarar, argumentando que se le hacía imposible notificarlos en sus domicilios, pese a que se trata de funcionarios públicos.
En esa causa, el hombre con el extenso número de DNI vuelve a aparecer como testigo, y con el mismo error de tipeo, por lo que Laura Elías decidió levantarse un día y verificar personalmente los domicilios de los testigos aportados en las causas.
“Como vivo en un país en el que la Justicia no es justa, sino cómplice en su rol miserable de encubrir poderosos, me tomé el trabajo de chequear el domicilio de los testigos que la Policía menciona”, cuenta Elías a TDP. “La mitad de los domicilios no existen y los domicilios que sí, no viven allí las personas que la policía cita”.
Según pudo comprobar la mujer, el único caso en el que los datos aportados eran correctos, el instructor judicial “omitió” mencionar que una vecina dijo haber visto un auto de color mostaza merodeando por el domicilio de Laura Elías el día en que se cometió el delito.
Impunidad sin fin
El jueves pasado, mismo día en que Elías fue llamada por el fiscal, la ex de Ottavis volvió a recibir un llamado anónimo. “Dejate de joder con las denuncias contra Ottavis o vas a aparecer en un zanjón, hija de puta”.
Un día después, Elías volvió a esa Fiscalía a ampliar la denuncia, y a aportarle al fiscal los datos correctos de los testigos que el instructor judicial citaba en la causa del robo de documentación.
Ante esa situación, y fundamentalmente porque el caso había tomado estado público, el fiscal decidió finalmente desarchivar la causa para ampliar la declaratoria de testigos y citar al personal de policía científica para que expliquen, entre otras cosas, cómo se toca un timbre que no existe.
Entre las denuncias que maneja el fiscal en cuestión, están declaraciones de Ottavis hacia Elías, mencionando que “una comisaría me sale dos lucas por mes”, y que matar a su ex le sale 500 pesos. “Ese dinero lo gasto en una cena”, testimonió haberle dicho.
“La lógica del fiscal Szyldegemejn en caso de amenazas es bastante siniestra”, cuenta Elías. “Cada vez que denuncio que sufrí amenazas me pregunta si hay testigos, entonces explico que no, que vivo sola y que por eso solicito se intervenga mi teléfono para poder dar prueba real de las amenazas que sufro, pero él me lo niega argumentando que ‘es violatorio de la privacidad de las personas’, cuando soy yo misma la que lo está pidiendo”, indica la mujer, aún sorprendiéndose.
Tal vez la pregunta que haya que hacerse es, ¿la intimidad de quién cuida el fiscal?
Carlos Forte
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