Mientras que el Congreso Nacional se prepara para sancionar un conjunto de reformas sobre el sistema judicial nacional, mucho se ha hablado del impacto que el intento de “democratizar la Justicia” puede tener en relación a la independencia de los poderes, de la burocracia que provocará el aumento en el número y la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura por voto popular directo y el desamparo en la sociedad ante actos de arbitrariedad, discrecionalidad y falta de Justicia por la limitación a los ciudadanos para interponer medidas cautelares contra el Estado. Sin embargo, hasta ahora no se analizó las consecuencias económicas que puede traer esta embestida contra la Justicia.
Señala IDESA en su último informe que la literatura sobre el desarrollo económico es profusa en señalar que el crecimiento económico depende de la calidad de las instituciones. Por eso, el Banco Mundial a través de Doing Business desarrolla una metodología para medir estos fenómenos. Si bien se trata de aproximaciones sobre cuestiones muy complejas resulta interesante observar que:
Con mejores instituciones para el crecimiento aparecen Singapur, Hong Kong, Corea y Malasia; EEUU e Inglaterra; Australia y Nueva Zelanda; Dinamarca y Finlandia.
Entre los Latinoamericanos, hay una tanda en posición intermedia como Chile (37°), Perú (43°), Colombia (45°) y México (48°).
En las últimas posiciones están Argentina (124°), Brasil (130°), Ecuador (139°), Bolivia (155°) y Venezuela (180°).
Cabe aclarar que este ranking mide la facilidad para abrir formalmente un negocio, registrar una propiedad, obtener un crédito, ser protegido como inversor, poder hacer cumplir los contratos y cerrar una empresa, es decir, cuestiones donde es clave un buen funcionamiento del sistema judicial.
En este sentido, resulta muy sugerente que la Argentina se ubique en el lote de los países institucionalmente más rezagados, aun dentro del contexto latinoamericano. Es decir, el país se destaca por ofrecer condiciones muy poco propicias para el desarrollo productivo. Si las dificultades se agravan con un debilitamiento mayor del sistema judicial, el progreso económico y social se hará más esquivo aún.
Una investigación realizada en el Banco Mundial señala que si los países que están en las últimas posiciones, como la Argentina, lograrán acercarse a las 30 primeras posiciones –como Chile, por ejemplo– la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía aumentaría en 2,3 puntos porcentuales.
Es decir, un sistema judicial más eficiente, ágil e independiente permitiría que la economía crezca a un ritmo mucho más alto, disminuyendo la dependencia de factores exógenos como los precios y las tasas de interés internacionales.
“Es importante tener en cuenta que un crecimiento del 2% anual alcanzaría para generar los puestos de trabajo necesarios para dar empleos a quienes ingresan cada año al mercado de trabajo”, señala IDESA.
Aquí el informe completo.
¿¿ DESACTIVAR ??? ¿¿MAS TODAVIA ???
Creo que pedirle a esta cáfila de delincuentes que cambien su forma de gobernar y sienten los principios de la seguridad jurídica, que defienda las inversiones -nacionales y extranjeras- es como pedirle al escorpión que cambie de naturaleza. Si realmente hubiera seguridad jurídica, no habría cepo cambiario, el INDEK sería confirable, etc. etc., y el crecimiento del país estaría por encima del 10% anual acumulativo, y en pocos años podríamos estar entre los primeros países, y con una mejor distribución de la riqueza y sin pobreza estructural. Pero como la pobreza es funcional al sistema corrupto que nos gobierna para tener clientela adicta que le proporciones los votos para seguir robando, la única solución pasa por sacarlos a patadas.
Hay que salir a apoyar fuertemente la reforma y democratización de la corporación judicial! reforma al consejo de la magistratura ya, límite a las cautelares de contenido patrimonial (excepto temas de salud, libertad o medioambiente)...democratización del ingreso a la justicia...lean el proyecto! La UCR se opone y me acuerdo del video que lo engancha a R Alfonsín con un papelito que le indicaba cajonear a una designación de un juez...