Nuevamente, este miércoles comenzó a aparecer tibiamente en los corrillos la posibilidad de que la Argentina pueda caer en default técnico. Fue después de que los fondos buitre que conforman la American Task Force Argentina (ATFA) volvieran a publicar una solicitada en matutinos porteños para cuestionar la actitud del Gobierno frente a ellos, y advertir que para el país "el default es una elección".
¿Estará la Argentina sentando las bases de un nuevo default?, es el título del texto que la ATFA difundió, en un nuevo capítulo de la pelea por los bonos que no ingresaron a los canjes de deuda.
En esta nueva solicitada, los fondos buitre insistieron básicamente con lo que habían publicado, también en matutinos porteños, la semana pasada.
Así, aseguraron: "El tiempo se agota para la Argentina. El país tiene hasta fin de este mes para lograr un acuerdo con sus acreedores, como parte de un proceso de arreglo según el fallo de la Justicia" de Nueva York.
En ese sentido, la entidad sostuvo que, "lo que es quizás más preocupante, es que el ministro de Economía, Axel Kicillof, ha declarado que entrar en default sería preferible a acordar con sus acreedores".
La chicana de ATFA de presionar a través de una solicitada en matutinos argentinos, es condenable, desde ya, pero no quita las dudas que dejaron las palabras de Kicillof y que fueron reflejadas el fin de semana en el diario oficialista Página/12. ¿Existe un plan concreto y concluyente para no pagar a los holdouts, como se habla en corrillos oficiales?
Nadie sabe a ciencia cierta qué esconden los planes del gobierno respecto de los fondos buitre, aunque hoy Jorge Capitanich, volvió a insistir en negar la versión y descartar cualquier posibilidad de que la Argentina ingrese a un default.
A ese respecto, el jefe de Gabinete aseguró que el país deposita en tiempo y forma los vencimientos de la deuda, y calificó de "caraduras" a los fondos buitres.
"No hay posibilidad de ninguna manera de un default promovido por algún acreedor", manifestó Capitanich esta mañana en conferencia de prensa.
El funcionario añadió: "Aquí el deudor (Argentina) paga de un modo regular y continuo pero existe una decisión de carácter judicial que impide la percepción del pago al acreedor, por lo que no puede ser que el acreedor declare el default".
Capitanich cuestionó la nueva solicitada que pretende, según el funcionario, dar "cátedra a la Argentina sobre lo que debería hacer sobre los fondos buitres".
Al respecto, enfatizó que "Argentina no incurre en default técnico", tras explicar que ello se debe a "un eufemismo articulado por las calificadoras de riesgo, para la percepción de un seguro determinado, o la cobertura que pretenden esgrimir algunos bonistas para ejecutar acciones judiciales contra Argentina".
Esto ocurre a diez días hábiles de que el país deba pagar a los bonistas, en el marco de una negociación que no termina de destrabarse.
Por caso, el mediador Daniel Pollack le pidió ayer al juez Thomas Griesa que reinstale el "stay", decisión que únicamente el magistrado puede disponer, y que le permitiría al país cumplir con los pagos por u$s 539 millones vencidos el 30 de junio.
Sólo con el restablecimiento del "stay" la Argentina puede negociar con tranquilidad una salida al problema, bajo la promesa de discutir de "buena fe" con los acreedores.
Por ahora, algo muy difícil de encauzar.
José María González