¿Queda alguna duda de que el mejor aliado del kirchnerismo es el macrismo? José López podría declararse a esta hora como arrepentido y contar, por ejemplo, de dónde sacó los billetes, los relojes y las joyas que intentaba ocultar en un Convento.
Sin embargo, existe un problema. El Frente Cambiemos, que se pavoneó durante toda la campaña presidencial anunciando la "ley del arrepentido", hizo honor a su nombre y "cambió" de opinión.
En consecuencia, no existe ese beneficio para los ex funcionarios públicos.
El ex Secretario de Obras Públicas nunca hablará ante un juez porque el gobierno nacional ha decidido no entregar desde el Parlamento a la justicia un resorte tan importante.
Actualmente, ni la jefa de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, ni los diputados y senadores del oficialismo impulsan la creación de una figura jurídica que se pide a gritos desde distintos sectores de la sociedad argentina.
Para Macri, lo ocurrido en Gral Rodríguez fue "bochornoso".
Entonces: ¿Cómo debemos calificar su actitud acerca de no avanzar contra la peor caterva de delincuentes que ha soportado la historia democrática de la Argentina?
Se me ocurren apenas cinco preguntas sobre esta actitud inexplicable:
1-¿La inacción del Pro y sus aliados es cobardía o simple estupidez?
2-¿Por qué no escuchamos a Lilita Carrió Ernesto Sanz y tantos cruzados contra la corrupción pedir que se cumpla con la palabra empeñada con el electorado?
3-¿No sería espectacular escuchar las potenciales confesiones de Ricardo Jaime, José Luis Schiavi, José López y otros ex funcionarios corruptos?
4-¿Piensan que la ciudadanía es estúpida y no se va a dar cuenta de que desde la Casa Rosada están apañando a una banda de degenerados y mafiosos?
5-¿Saben que en Italia, España y Brasil la ley integral del arrepentido terminó con el sistema tradicional de partidos políticos?
Tal vez, este último punto sea la clave para develar semejante misterio.
El Frente Cambiemos le tiene pánico a la "caja de Pandora" y no va a impulsar nunca la posibilidad de que alguien "tire del mantel" y destruya todo lo que hay arriba de la mesa donde ellos mismos comen.
Ergo, son cómplices. Les caben las generales de la ley. No quieren escupir para arriba.
Este es el fin del kirchnerismo como fuerza con aspiraciones políticas, pero también el fin de Cambiemos como alianza que llegó al poder para poner fin al asqueante ciclo de dos lustros y medio protagonizado por el kirchnerismo.
La traición es en gran medida una cuestión de hábito. El que comete una traición, probablemente no se podrá resistir a repetirla
Ya no hay que temer por los muertos. Están políticamente enterrados juntos a sus húmedos millones de dólares.
Sin embargo, se deben extremar los cuidados con los que deambulan sonrientes pero con un filoso puñal bajo las ropas.