Cuando asumí la responsabilidad de ser Defensor del Lector de Tribuna de Periodistas, allá por el año 2011, las quejas de los que visitaban el sitio eran interminables.
Se quejaban de muchas cosas, de la calidad de las notas, de los errores de ortografía, de la incoherencia de los propios periodistas, de lo poco amigable del portal, etcétera.
Al paso del tiempo, a través de mis duras columnas, publicadas acá, ello se fue corrigiendo y TDP se fue volviendo un portal de noticias “como la gente”, superando mis propias expectativas.
Hoy en día, la calidad de las notas es altísimo, casi no hay errores —ni de ortografía ni de tipeo—, y la redacción de los periodistas mejoró sustancialmente.
No fue solo mérito mío, sino también de los lectores y, esencialmente, de los que trabajan en Tribuna, ya que siempre han sido receptivos de mis cuestionamientos y han trabajado en pos de cambiar lo que estaba mal.
Son horas y horas de charla con el director del sitio, Christian Sanz, su editor General, Carlos Forte, su corrector, Diego Araujo, su editora Eliana Toro. Incluso los que administran el portal, Diego Goldberg y Alexis Montefiore.
Todos ellos han hecho —y hacen— un gran trabajo cada día. Ello se ve reflejado en lo que ustedes leen a diario. Nunca verán una operación de prensa y, si algo es incorrecto, se rectifica de inmediato.
Y en tren de elogiar a TDP, debo enfocarme en la interacción que se ha logrado con los lectores a través de las redes sociales y algunas otras vías. Es algo en lo que nada tengo que ver, porque es un mundo desconocido para mí.
Facebook, Twitter, Google Plus, Pinterest, Linkedin, YouTube, Instagram… es sorprendente ver tanta presencia allí. También el tema de los newsletter y el WhatsApp, lugares hermosos de encuentro entre los periodistas y quienes los leen.
La atención que TDP les dispensa a sus lectores es algo único. Mi presencia aquí habla de ese interés justamente, ya que soy el canalizador de sus inquietudes y el defensor del Manual de Estilo del portal.
Por ello, esta semana decidí no criticar a ningún periodista ni ninguna nota de este sitio, solo enfocarme en lo positivo, que es muchísimo realmente.
Doy una virtual palmada en la espalda a los colegas de TDP y los invito a seguir en la misma senda. Es el camino correcto, no lo duden.
Aprovecho para saludar también a los lectores y recordarles que siempre pueden escribirme a ombudsman@periodicotribuna.com.ar.
Después de leer esto, creo es innecesario el defensor del lector en una web de noticias. No se puede ser juez y parte, queda muy claro.