Este jueves, Alberto Fernández se reunió con una delegación del FMI, encabezada por el director del Departamento del Hemisferio Occidental de ese organismo, el cordobés Alejandro Werner.
En ese contexto, el precandidato presidencial del Frente de Todos dijo a través de un comunicado: "El programa económico vigente no es nuestro programa. Compromete a nuestro país muy por encima de sus propias posibilidades”.
Es curioso, porque en el año 2008, cuando era jefe de Gabinete, Cristina Kirchner tomó un préstamo con la Venezuela de Hugo Chávez que ostentaba intereses por un 15% anual, casi diez veces más que la tasa que cobra el Fondo.
Fue escandaloso, a punto tal que se trató de un interés levemente inferior al que se fijó en junio de 2001 en el llamado "megacanje" que organizó el ex ministro Domingo Cavallo, tampoco exento de polémica.
Anteriormente, Chávez había asistido a la Argentina con otros desembolsos, que comenzaron en 2005, todos ellos con intereses leoninos.
Pero hay más: en el comunicado que emitió hace unas horas, Fernández cuestionó "la falta de participación parlamentaria en la resolución de la toma de una deuda de semejante magnitud” con el FMI.
Olvida el exjefe de Gabinete K que los empréstitos tomados con Venezuela, no solo no tuvieron participación del Congreso Nacional, sino que además todo se manejó con absoluta reserva, sin informar nada de nada.
Hipocresía que le dicen.