Este jueves, Alberto Fernández mantuvo una reunión con un funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante la cual planteó "reformular los acuerdos" del gobierno con el organismo internacional de crédito y agregó que, en caso de ganar las elecciones, buscará "estabilizar la economía para poder crecer y pagar nuestras deudas".
Acto seguido, emitió un suerte de comunicado en el cual quedaron flotando algunas dudas respecto de cómo el precandidato a presidente por el Frente de Todos manejará la deuda contraída por Mauricio Macri.
No se trata de la literalidad de los términos utilizados por Fernández a la hora de redactar el documento de marras, sino de lo que se deja ver detrás de sus palabras. ¿Renegociará el eventual gobierno kirchnerista con el Fondo o romperá definitivamente con él?
Primero, un repaso por algunos de los conceptos vertidos por el otrora jefe de Gabinete K y luego la opinión de los expertos.
“Es más que evidente cuán lejos está la Argentina de empezar a crecer si se sigue este camino", sostuvo Fernández respecto de la política que el macrismo ha llevado a cabo con los fondos aportados por el Fondo. Valga la redundancia.
Acto seguido, pone en duda la legitimidad de la toma del empréstito, por la “falta de participación parlamentaria en la resolución de la toma de una deuda de semejante magnitud, sumado a arbitrariedades que hasta han llevado a poner al frente del Banco Central a funcionarios 'en comisión' que no cuentan con el acuerdo del Senado de la Nación”.
No es todo: Fernández se diferencia del macrismo al mencionar que "el programa económico vigente no es nuestro programa, compromete a nuestro país muy por encima de sus propias posibilidades”.
Luego, llega la parte más “literal”, si se quiere: “Argentina vive desde hace tiempo en un default encubierto que no asoma solo por la 'asistencia' del FMI en favor de la continuidad de políticas muy nocivas para el desarrollo argentino".
De nuevo: frente a todo lo dicho por Fernández, ¿cabe esperar que se rompa con el FMI o no?
Consultado por Tribuna de Periodistas, Roberto Cachanosky niega la posibilidad y añade: “Eso de que no se le puede pedir más esfuerzo al pueblo es que no quieren bajar el gasto público. Típico discurso de campaña”.
A su vez, el economista quiere que Fernández diga “cómo va a hacer para no sacrificar al pueblo si mantiene un gasto público consolidado del 47% del PBI”.
A su vez, recuerda un dato no menor: “Fijate que siendo él jefe de Gabinete, en 2008, le pidieron plata a Hugo Chávez al 15% y el FMI te cobra un décima parte de eso”.
Por su parte, el economista mendocino Sebastián Laza dijo a este portal: “Se viene un kirchnerismo más de buenos modales, va a tratar de evitar romper con el fondo. Lo que van a tratar de hacer es relajar un poco las metas fiscales y monetarias, pero especialmente fiscales que se ha obligado a cumplir Macri. De hecho, ya se ha comentado extraoficialmente que de alguna manera la meta fiscal para 2020 de la fórmula Fernández-Fernández sería con un déficit fiscal primario de un punto del PBI, un poquito mayor a lo que se viene comprometiendo Macri. De hecho, Macri apuntaba para el 2020 para el déficit cero”.
Al mismo respecto, el especialista añadió: “Tener un punto de déficit tampoco está tan mal si se tiene en cuenta que Cristina entregó el gobierno con 4 puntos abajo”.
Laza explicó a este diario que “hay dos vencimientos grandes, de los más de 50 mil millones de dólares que prestó el Fondo, dos pagos que son en 2021 y 2022 y que son muy difíciles de pagar, hay que renegociarlo. Pedir que se alarguen los plazos, algo que también pedirían Macri y Pichetto si ganan”.
Finalmente, para el economista la pregunta del millón es: “¿Alcanzará para tranquilizar a los mercados la cuota de racionalidad que tendrá la fórmula Fernández-Fernández respecto de lo que fue el gobierno anterior? Esa será la batalla que viene, ver si el mercado les tolera lo que quieren hacer. Si esto no fuera así, es probable que los muchachos apliquen los métodos que ellos ya saben: cepo cambiario y demás medidas de prepo”.
Consultados otros especialistas para esta misma nota, se excusaron de opinar argumentando no haber analizado en profundidad los dichos de Alberto Fernández. Por caso, Fausto Spotorno dejó a TDP un lacónico: “No lo vi”.