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Más nos vale que los movimientos sociales resistan el acoso del poder

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PESE A LOS YASKY O LAS BONAFINI
PESE A LOS YASKY O LAS BONAFINI

Los movimientos sociales ponen el acento en el mundo de la vida y escapan a la forma tradicional de la política. La patrimonialización de los movimientos sociales por sus dirigentes es parte de nuestra mediocre cultura política.

 

Existe una sólida corriente de opinión que sostiene que las modernas democracias necesitan una fuerte presencia de la sociedad civil para evitar que la lucha entre los partidos políticos ocupe todo el espacio de la política. La politóloga Chantal Mouffe sostiene que la sociedad se vuelve más democrática en la medida en que se preserva la diversidad.

La “reapropiación” de la esfera política por las fuerzas y movimientos que emanan de la sociedad civil debe ser defendida. Los movimientos sociales ponen el acento en contenidos del mundo de la vida y escapan a la forma tradicional en que se codifican las diferencias políticas (izquierda/derecha; liberal/conservador).

Con el propósito de que estos movimientos no pierdan la esencia que los caracteriza, sus adherentes reivindican ciertos valores que los alejan de los sistemas de lealtad que caracterizan a los partidos políticos.

Como señala Claus Offe, (“Partidos políticos y nuevos movimientos sociales”, Editorial Sistema) “de entre esos valores, los más preeminentes son la autonomía y la identidad en oposición a la manipulación, el control, la dependencia, burocratización, regulación, etc.”. La defensa de la autonomía tiene en la Argentina un valor especial, dada la tendencia de nuestro régimen presidencialista a incorporar a la cola del cometa presidencial a todos los pequeños partidos o movimientos sociales que toleran ser absorbidos. Luego, cuando quedan bajo la hegemonía presidencial terminan disueltos por la propia dinámica del poder, que los quema como a las partículas que conforman la cola de los cometas.

Como algunos adherentes de los movimientos sociales toman conciencia prematura de los riesgos que entraña buscar el amparo oficial, la consecuencia inevitable es la división interior. Los responsables de estos desencuentros son naturalmente los dirigentes que por error estratégico o cálculo de conveniencias se suman frívolamente al cometa presidencial.

Un ejemplo de todo lo expuesto se puede encontrar hoy en los enfrentamientos que dividen a la CTA y a las Madres de Plaza de Mayo. En el primer caso, el acercamiento ostensible al “gobierno popular” de su actual secretario general, Hugo Yasky, y su incomprensible afinidad con los elementos más destacados del sindicalismo mafioso colocan a la CTA al borde de una dolorosa ruptura.

En lo que se refiere a las Madres de Plaza de Mayo, la proverbial incontinencia verbal de su presidenta, Hebe de Bonafini, y su clara adscripción a la política de los “cristinos” ponen al resto de adherentes en una situación sumamente incómoda. Esta patrimonialización de los movimientos sociales por parte de dirigentes que los utilizan como plataformas de proyección personal, forma parte de nuestra mediocre cultura política.

Los valores de los derechos humanos, de la paz, de la calidad institucional, sólo se pueden preservar en el marco del respeto político a otros valores como el de la autonomía, identidad y autenticidad.

Dada la notoria incapacidad estructural de las instituciones políticas para actuar eficazmente frente a violaciones a los derechos humanos, privaciones sociales y a los riesgos y amenazas que se ciernen sobre el entorno, más nos vale que los movimientos sociales sepan resistir el acoso obstinado del poder.

 

Aleardo Laria
DyN

 

5 comentarios Dejá tu comentario

  1. Sr Laría: Personalmente no creo que M. de Plaza de Mayo sea un movimiento social que pueda definirse como formando parte del campo de lo popular, sino más bien una especie de Secretaría Goebbeliana para todo servicio financiada con las arcas del Estado. Y en cuanto a la CTA, es incomprensible, por lo contradictorio, su apoyo a la organización Tupac Amarú, de Jujuy, dirigida por la célebre Milagros Sala de forma absolutamente dictatorial, también alineada con el Gobierno y también financiada por el Estado. Saludos.

  2. Sr Aleardo Laría: Ud dice: "Existe una sólida corriente de opinión que sostiene que las modernas democracias necesitan una fuerte presencia de la sociedad civil para evitar que la lucha entre los partidos políticos ocupe todo el espacio de la política." Y yo coincido plenamente con el concepto pero no es lo que se practica en Argentina. En Argentina no existen ni se respetan las libertades individuales, no existe el estado de derecho ni la igualdad ante la ley, no existen los límites al poder y las independencias de los poderes por lo tanto las organizaciones civiles se manejan con "la patota" y son creadas y mantenidas por el estado para su beneficio. Lo ideal es la República, el Federalismo, el imperio de la Ley, pero eso no se practica en Argentina hoy. A mi entender por falta de patriotismo, de principios éticos y/o morales, de decencia de los políticos, oficiales y opositores que ni remotamente defienden la dignidad del ciudadano. Tienen el mismo nivel cultural del programa de Tinelli, lo que la Mole Moli llama "el puterio" Atentamente

  3. Yo me pregunto si los militares ,algunos de màs de 50 años de edad, que acompañan a la ahora ministra de defensa, son de èste paìs o de algun otro, porque èstos señores estuvieron en la època en que los guerrilleros asesinos mataban, ponìan bombas y secuestraban pòr millones de dòlares… ¿dònde estaban èstos militares en los años que van desde que comenzaron a operar los guerrilleros?Les pido a algunos foristas que afirman que los militares “asesinaban”, relean el artìculo: LOS MILES DE MUERTOS Y MUTILADOS POR EL TERRORISMO GENOCIDA QUE ASOLÓ AL PAÍS EN LOS 70 24 DE MARZO… DÍA DE LA MEMORIA… Más información http://www.politicaydesarrollo.com.ar/ publicado el Agosto 4th, 2010 a 13:40

  4. Sra Maria Nocallas: Los actuales altos mandos de las Fuerzas Armadas desconocen el espíritu de cuerpo, la dignidad y todos los valores de la convivencia. De otro modo debieran impedir estas cobardes y despiadadas venganzas que están haciendo los terroristas derrotados en la guerra pero triunfadores en la política con sus mayores. Los militares no deben intervenir en los procesos políticos porque los instigan y convencen los políticos mediocres que después los abandonan y acusan. Eso ya lo hemos visto Pero someter a sus camaradas al abandono, sin la atención médica y humana necesaria es cobarde y ruin, características que hasta ahora no les conociamos. Atentamente

  5. Todos zurdosos pasados de moda. Viven en la antigüedad. La asociación m. de Plaza de Mayo es una organización de delincuentes.

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