Mientras los habitantes de las Islas Malvinas reclaman que "se respete el derecho de autodeterminación", el canciller, Héctor Timerman, afirmó que en la negociación "para la ONU, los únicos que pueden hacerlo son Argentina y Gran Bretaña".
Timerman afirmó que las Naciones Unidas "no reconoce el derecho a la autodeterminación" de los isleños. De esta manera, desestimó los reclamos del primer ministro británico, David Cameron, y del gobernador malvinense, Nigel Haywood, quienes habían señalado que los "kelpers" no querían pertenecer a la Argentina.
"La ONU no reconoce el derecho a la autodeterminación de los malvinenses. Para la ONU, son objeto de Derecho, pero no sujeto. Los únicos que pueden negociar, para la ONU, son Gran Bretaña y la Argentina. Sólo los dos países, y no los isleños, pueden hablar como partes litigantes", indicó Timerman en declaraciones publicadas este domingo en el diario Página/12.
El canciller destacó el llamado al diálogo que efectuó Estados Unidos, luego de que Cameron acusara al gobierno nacional de actuar como colonialista.
"Es un gran logro para la posición argentina y por eso la expresión de la postura norteamericana fue recibida con mucho beneplácito por toda América latina", sostuvo. "Me parece importante destacar que los Estados Unidos dieron a conocer su posición justo cuando la Argentina había sido acusada de colonialista por parte del primer ministro británico David Cameron y se había reunido el Consejo Nacional de Seguridad inglés, el martes último. El Reino Unido estaba en medio de una escalada militarista", añadió Timerman.
Con respecto a la decisión de los países del Mercosur de prohibir que barcos con bandera de las Islas recalen en sus puertos, el funcionario dijo que "es jurídicamente mucho más importante de lo que aparece a veces en algunos análisis apurados". "La Argentina no busca organizar un bloqueo a las islas. Sólo quiere contrarrestar el interés británico con un hecho jurídico que se opone a una medida de facto. Si ante la medida de facto, que es un barco atracando en un puerto del Mercosur con bandera de las islas, ningún país dice nada, quiere decir que está reconociendo la juridicidad de ese hecho", explicó.
"Le hemos quebrado al Reino Unido una estrategia de hechos consumados. Las banderas no son trapitos. Si al aceptar un pasaporte se reconoce la entidad de otro país, ¿cómo no va a ser importante una bandera? Vencimos la estrategia inglesa y fue una gran victoria argentina. Esta victoria fue la que motivó la reacción intempestiva de Cameron", agregó.
Reiteró que la Argentina no participará de ninguna agresión bélica, y que seguirá apostando al diálogo. "La Argentina va a seguir insistiendo en la necesidad de negociar. La Argentina ya está sentada a la mesa de negociaciones. Gran Bretaña merecía un llamado de atención por parte del mundo. Deben saber que entraron en un camino peligroso en el cual la Argentina no quiere ni va a participar", indicó.
Por su parte, Dick Sawle, integrante de la Asamblea Legislativa Kelper, calificó hoy como una "amenaza" el reclamo de la argentina por la soberanía de las Islas Malvinas y pidió que se "respete el derecho de autodeterminación" de los habitantes del archipiélago.
"No entiendo por qué un país con 40 millones de habitantes como la Argentina amenaza a un país de 3.000 habitantes", remarcó Sawle, miembro de la Asamblea Legislativa Kelper.
Asimismo, detalló que las medidas que impuso el Gobierno en reclamo de la soberanía, como restricciones a vuelos, controles sobre la pesca, entre otros, son "amenazas bastantes fuertes" contra los kelpers.
"Argentina no respeta el derecho de autodeterminación de los habitantes de las islas. No hay ni una persona que quiera ser argentino", precisó Sawle en declaraciones a un canal de noticias.
Por último, pidió que se "respete el derecho de autodeterminación" de los isleños. "Nosotros no pedimos nada más que decidir nuestro propio futuro", remarcó el funcionario kelper en alusión a la negativa de Gran Bretaña de sentarse a negociar con la Argentina la soberanía de las islas, tal como lo estableció una resolución de las Naciones Unidas.