Más allá de su superioridad numérica en el ámbito legislativo, la Casa Rosada planea abrir el juego en el Congreso para recolectar el mayor respaldo opositor que sea posible al momento de sancionar el paquete de reformas al Código Civil.
La estrategia oficial incluye la posibilidad de aceptar cambios propuestos por los principales bloques de la oposición, además de convocar a expertos y darle espacio y tiempo al debate. Al contrario de los cuestionados trámites "exprés", el Frente para la Victoria tiene instrucciones de dar un profundo análisis al proyecto de ley que el Poder Ejecutivo enviará al Parlamento cerca de fin de mes.
Según pudo saber Noticias Argentinas, referentes de la bancada oficialista anticiparon a legisladores opositores que el tratamiento de las reformas podría realizarse a través de una comisión bicameral. Incluso, deslizaron que el kirchnerismo le podría ceder la presidencia de ese cuerpo a un legislador que no pertenezca a su bancada ni a espacios aliados.
Además, la modalidad de tratamiento en la bicameral permitirá que las modificaciones se analicen en ambas Cámaras al mismo tiempo, unificando la discusión, más allá de que después cada cuerpo la apruebe por separado. Las principales variaciones que incorpora la propuesta oficial al Código Civil redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield tienen que ver con la simplificación del divorcio y de la adopción, la fertilización asistida, el maternidad subrogada (alquiler de vientres), los contratos prenupciales y las sociedad individuales.
Si bien se ya se conoce la esencia de las reformas primordiales, los bloques opositores ya anticiparon que esperarán a tener el texto en las manos antes de sentar sus respectivas posturas. Sin embargo, la amplia mayoría está de acuerdo en líneas generales con los cambios, ya que casi todos poseen proyectos propios para legislar, por ejemplo, en materia de divorcio, fertilización y adopción.
La Iglesia también tendrá su espacio en la discusión y el Frente para la Victoria tiene previsto escuchar los planteos de la cúpula religiosa, que desde el principio observó la iniciativa con recelo. Lo que augura mayor controversia es la legislación sobre los embriones congelados que no son utilizados, las concepciones post mórtem (se autoriza a la pareja de una persona fallecida a implantarse un embrión fecundado) y la maternidad subrogada.
Se trata de asuntos que rozan cuestiones religiosas, éticas y hasta jurídicas, por lo que se espera que los bloques brinden a sus integrantes libertad de acción para obrar en cada una de las propuestas, como sucedió en debates sensibles como la ley de matrimonio igualitario que sancionó el Congreso en 2010. Por esa razón, el oficialismo estaría dispuesto a introducir cambios en esos pasajes del proyecto del Poder Ejecutivo, siempre manteniendo el espíritu original de la norma, confeccionada por la comisión de expertos que integraron el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; la jueza del máximo Tribunal, Elena Highton de Nolasco; y la ex miembro de la Suprema Corte mendocina, Aída Kemelmajer de Carlucci.
En ese sentido, tal como pudo comprobar NA, legisladores de distintas bancadas opositoras se mostraron dispuestos a "debatir y proponer ideas" para la reforma del Código Civil, que fue aprobado en 1869 y entró en vigencia en 1871, más de 140 años atrás. La Iglesia, a su vez, también se mostró dispuesta a participar del análisis, aunque en los últimos días volvió a llamar a la "reflexión".
El arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, reclamó en su mensaje por las Pascuas que se tomen en cuenta tres cuestiones: "En primer lugar, la necesidad del reconocimiento del comienzo de la vida humana desde la concepción y su necesaria garantía jurídica, sin distinción si el embrión está implantado o permanece fuera del vientre materno".
También resaltó "la valoración de la familia fundada sobre el matrimonio, como relación estable del hombre y la mujer y ámbito primero en la educación de los niños" y "los derechos del niño, sea respecto a su vida e identidad, como al conocimiento de sus derechos de filiación, paternidad y maternidad". Con el grueso de la discusión por delante, la sanción de nuevo Código Civil podría quedar para la segunda mitad del año, sin mayores apuros del oficialismo.
Mayra García
NA