Todo comenzó cuando la viceministra de Trabajo anunció que se actualizarían los mínimos no imponibles del impuesto a las Ganancias. A las pocas, horas el dato fue desmentido oficialmente, aunque no por ello se apagó el debate.
"En los discursos se defiende enfáticamente la idea de un sector público con alta participación en la economía, ocupando un rol activo a favor de una distribución del ingreso más igualitaria. Pero, en paralelo, es muy fuerte el rechazo a aportar financiamiento al Estado a través del impuesto a las ganancias de las personas, el tributo que más contribuye a la igualdad social". Así da comienzo un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
Allí, se compara a la Argentina con los países nórdicos, que son los que se caracterizan por tener los mayores niveles de igualdad social entre los países modernos. Tomando datos de la AFIP y la OECD se observa que:
-En Dinamarca, la presión impositiva del impuesto a las ganancias de las personas es de 24% del PBI.
-En Suecia, Noruega y Finlandia, a través del impuesto a las ganancias de las personas se recaudan entre el 10% y el 12% del PBI.
-En la Argentina, la presión impositiva del impuesto a las ganancias de las personas apenas llega a 0,9% del PBI.
"Los datos muestran que en sociedades fuertemente igualitarias la presión del impuesto a las ganancias de las personas es mucho más elevada que en Argentina. El coeficiente de Gini (indicador que señala mayor igualdad mientras más cerca está de 0 y mayor desigualdad cuando se aproxima a 1) en los países nórdicos se estima en 0,26, mientras que en Argentina, según los datos oficiales del INDEC, en 0,43", indica el documento.
Hacé clic acá para leerlo completo
Equipo de Economía de Tribuna de Periodistas