Al parecer el perfil extra bajo del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, sumado al agigantado poder que va ganando día a día su vice, Axel Kicillof, han hecho recrudecer los rumores sobre un inminente alejamiento del titular de esa cartera.
Según pudo saber El Parlamentario, la Presidenta ya le estaría buscando una “salida elegante” al raleado Lorenzino, probablemente nombrándolo al frente de una embajada o como representante argentino ante un organismo multilateral de crédito.
“La realidad es que Lorenzino siempre estuvo muy cercano al vicepresidente Amado Boudou, y eso le ha generado en estos últimos tiempos un claro desplazamiento. De allí es que se ve como muy factible su reemplazo”, aseguró una fuente de Casa de Gobierno.
Por supuesto, el reemplazante inminente no sería otro que Kicillof, cara visible, ideólogo y ejecutor de las últimas medidas económicas que han hecho enorgullecer a Cristina Kirchner.
Según rumores, ya habría habido dos intentos de renuncia por parte del huidizo funcionario, quien se encontraría “sumamente incómodo en una función de ministro, que en los hechos casi no puede ejercer”. Y es que, al parecer, Lorenzino no solo ha quedado a la sombra de Kicillof, sino del todoterreno Guillermo Moreno.
Otras versiones más complejas, indican que frente al avance de la denominada “profundización del modelo”, la economía argentina empieza a ser motivo de análisis profundo, máxime frente a los incómodos controles de cambio, las dificultades para girar utilidades al exterior y las trabas a las importaciones.
Cómo el alejamiento de Hernán Lorenzino puede contribuir a la economía, es un interrogante que solo la Presidenta conoce.
José María González