El Grupo Vila-Manzano es el exponente más elocuente del avance de las mafias sobre el Estado. En Mendoza, por ejemplo, esa corporación es dueña de los recursos más importantes y tiene un poder tal que no hay partido político que no le tema.
El tándem está conformado por el ex ministro José Luis Manzano y el “empresario” Daniel Vila, ambos especialistas en blanquear dinero, especialmente de la corrupción política y empresarial.
El gobierno de Cristina Kirchner, que suele jactarse de su progresismo, ha hecho oportunamente un pacto con estos sujetos a efectos de sumar fuerzas contra el grupo Clarín y encubrir la corrupción oficial de estos días.
En el marco de ese “acuerdo”, es que el “grupo” ha logrado que la Afsca jamás pusiera el grito en el cielo a pesar de que supera los límites impuestos por la Ley de Medios, que impide tener más de 24 licencias de TV paga, más de 10 licencias de radio y TV abierta, y la tenencia en una misma ciudad de un canal de TV abierta y un operador de TV paga.
También en contexto del mismo pacto, en los últimos días el “grupo” ha avanzado en el intento de quedarse con medios de sus competidores, como Radio Rivadavia, FM Vorterix Rock y FM Pop, en Buenos Aires. La avanzada no es aislada, sino que ha sido acompañada por el mismísimo jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.
Según publica este jueves diario Los Andes de Mendoza, “Vila pateó el tablero de los medios kirchneristas y presentó una denuncia ‘por delegación de explotación’ contra la radio FM Vorterix Rock, del grupo Szpolski-Garfunkel y también le apunta a Daniel Hadad, buscando impedir la venta de FM Pop a Cristóbal López, con el argumento de que es la FM de Radio La Red”.
Debe mencionarse que ambas operaciones se complementan con un juicio de Vila contra el dueño de Radio Rivadavia, Luis Cetrá, a partir del cual consiguió que un juez designe a un veedor contable en Rivadavia para que le devuelva $ 3 millones que le dio hace 15 años, cuando pagó ese dinero como seña de la compra de la emisora, que luego se frustró cuando Vila no pagó el precio acordado, unas diez veces superior.
“En ese contexto, Vila denunció ante la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) el acuerdo que firmaron los dueños de Rivadavia con Grupo Veintitrés, de Sergio Szpolski, y Matías Garfunkel para que la autoridad de aplicación de la ley de medios obligue a Rivadavia a romper ese acuerdo y que Mario Pergolini devuelva la gestión de FM Vorterix Rock a Rivadavia. Alegan que esa normativa prohíbe la delegación de explotación”, según el matutino referido.
La valentía de Manzano, como se dijo, se debe a sus encuentros con Abal Medina, quien le prometió que seguirá incrementando la publicidad oficial y que además podrá participar en la subasta que la Secretaría de Comunicaciones está realizando para otorgar frecuencias de telefonía celular y que intervendrá personalmente para agilizar sus trámites en Afsca, mientras avance el juicio que inició Supercanal contra Cablevisión ante el juez federal de Mendoza Walter Bento.
Debe recordarse que el grupo Vila-Manzano suele adquirir empresas a través del apriete y sin poner un solo peso. Así ha logrado crecer a lo largo de los años. Todo un dato.
Equipo de Actualidad de Tribuna de Periodistas