La suspensión de un Editor de Fotografía y un Jefe de Deportes de Diario Uno de Mendoza —de Daniel Vila y José Luis Manzano— luego de que en el suplemento de deportes se publicara una foto en la cual se veía una bandera que mencionaba al vicepresidente del Club Independiente Rivadavia (cuyo presidente es el propio Vila), Eduardo Carbini, alrededor de 90 periodistas de ese medio elaboraron una nota que derivó en aprietes inusitados por parte del empresario ahora cercano al Gobierno.
Según publicó el medio ExplícitoOnline —conformado por extrabajadores de prensa de Diario Uno— y que pudo chequear este sitio, en las últimas horas Daniel Vila reunió y grabó con cámaras de Canal 7 (también de su propiedad) a sus empleados para exigirles plena adecuación a la línea editorial de ese multimedios.
“Las presiones no sólo seguirán sino que serán aún mayores. Al que no le gusta puede pasar a buscar el cheque”, les dijo el empresario en un fuerte tono, rodeado de guardaespaldas y filmándolos con cámaras de su canal. Fue durante una reunión convocada por Vila para dejar algunos puntos en claro con los trabajadores del grupo que, mediante un comunicado, se habían negado a “seguir acomodando las noticias a los intereses económicos de los accionistas”.
“Quienes integramos la redacción de Diario Uno y suscribimos la presente, advertimos desde hace un tiempo que recibimos directivas explícitas e implícitas, casi a diario, para escribir en contra de determinados referentes de la actualidad local, en las que se nos indica cómo reflejar determinados hechos, qué información podemos consignar y hacia dónde debemos dirigir el ángulo de la información, teniendo en cuenta los personajes que la empresa considera pertinentes de consultar de acuerdo a cada tema”, comienza la nota dirigida el director del diario, Rubén Valle, el 11 de diciembre pasado.
“Lo mismo sucede con Fotografía, donde en muchas oportunidades se nos ha solicitado la toma de imágenes exclusivamente publicitarias. Como también la prohibición de publicar ciertas fotografías que la dirección ha considerado contraria a sus intereses y que ha traído como consecuencia sanciones disciplinarias arbitrarias repudiadas oportunamente. Además, padecemos excesivos cuestionamientos sobre la fiabilidad de la información cuando ésta se refiere negativamente al gobierno provincial o referentes relacionados con los intereses de la empresa”, agrega el texto.
“Por la dignificación de la profesión que hemos elegido y por la cual nos desempeñamos en la empresa, es que solicitamos que se eviten indicaciones, sugerencias y proposiciones que fundadas en compromisos económicos, políticos o del mercado, condicionen o limiten la libertad de informar y opinar que se nos tiene garantizada”, añade la presentación formal firmada por 90 periodistas de ese medio.
Días después, y en una reunión insólita, Daniel Vila reunió a los firmantes de esa nota y a los accionistas del Grupo e instó a los trabajadores a aceptar las condiciones actuales de trabajo o bien renunciar, según contaron testigos directos de ese encuentro a ExplícitoOnline y luego refrendaron a TDP.
”Muchachos, el diario que hacen es muy malo y por eso pierde circulación en picada”, les dijo mientras filmaba a cada uno de los signatarios de la presentación, a la vez que les preguntaba puntualmente por qué habían firmado la nota. “Las presiones no sólo seguirán sino que serán aún mayores. Al que no le gusta puede pasar a buscar el cheque”, les advirtió el CEO de Grupo Uno.
Quienes conocen la "cocina" del holding de Vila aseguran que no se trata de nada nuevo, sino de una más de las tantas manifestaciones del empresario contra sus propios trabajadores. "De aprietes sabe muchísimo, pero de periodismo no sabe nada de nada", admitió uno de los periodistas de UNO. No hay nada que agregar.