El enfrentamiento de Daniel Scioli con el gobierno de Cristina Kirchner no ha sido gratuito: la merma de fondos se hizo sentir fuerte en un mes donde los empleados públicos amenazan con diverso tipo de movilizaciones frente al desdoblamiento del pago de aguinaldos.
Esa encerrona financiera llevo al gobernador bonaerense a llevar adelante un plan de austeridad bastante particular: según ha dado a conocer su propio gabinete, Scioli ordenó restringir la utilización de papel en la administración pública, al igual que las comunicaciones telefónicas, y recortar subsidios a la educación privada.
La Gobernación también dispuso reducir "al mínimo" la ejecución de la partida presupuestaria de publicidad, minimizar el costo de alquileres de las dependencias de la Dirección General de Escuelas, unificar estructuras administrativas y ordenar los "recursos humanos".
Así lo informó el Gobierno provincial mediante un comunicado de prensa de la Jefatura de Gabinete que lidera Alberto Pérez, horas después de que el ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía, admitiera que el distrito había frenado obras públicas por falta de financiamiento. Además, el anunció de la administración que lidera Scioli se produjo al término de una jornada de protesta de trabajadores estatales, judiciales, médicos de hospitales públicos, maestros y hasta policía, con paro y movilización para rechazar el pago en cuotas del medio aguinaldo de junio.
Mientras esto ocurre, trabajadores estatales, médicos, judiciales y docentes de la provincia de Buenos Aires cumplieron una jornada de paro, con alto acatamiento, en rechazo a la decisión del gobierno local de fraccionar el medio aguinaldo de junio y pagarlo en cuatro cuotas.
Según revela agencia Noticias Argentinas, la protesta incluyó movilizaciones impulsadas por ATE y las dos vertientes de la CTA, que tuvieron como epicentro la Plaza San Martín, frente a la Gobernación bonaerense, en esta ciudad, y la Casa de la Provincia de Buenos Aires, en Capital Federal, en la avenida Callao al 200.
"Según los organizadores, la marcha en La Plata reunió a unas 25 mil personas (6.000, según estimó la Policía), como parte de una medida de fuerza que se extendió por todo el territorio del distrito que gobierna Daniel Scioli. En una fría y lluviosa jornada de invierno, el paro se cumplió con un alto acatamiento y se espera el mismo nivel de adhesión para la huelga de maestros y otros gremios estatales, como UPCN, anunciada para el próximo viernes", según la misma agencia.
Por su parte, los maestros, que pararán este viernes por similares motivos, amenazaron con no reiniciar las clases después de las vacaciones de invierno en caso de que la Gobernación se mantenga firme en su decisión de desdoblar el pago del aguinaldo, según advirtió el líder gremial de SUTEBA y de la CTA Provincia de Buenos Aires, Roberto Baradel. El viernes, junto con los sindicatos agrupados en el Frente Gremial Docente Bonaerense, también parará el gremio UDOCBA, que comenzará su medida de fuerza, por 48 horas.
El médico Hugo Amor, líder de CICOP, Asociación sindical de Profesionales de la Salud de la provincia, ha trazado el panorama de lo que puede llegar a pasar: "Se puede desatar una crisis social muy importante en la provincia (...) Veremos cómo continuamos; pero esto no va a parar acá".
Una profecía inquietante, sobre todo en momentos en los que el horno no parece estar para bollos.
Equipo de Política de Tribuna de Periodistas