La situación es tal, que en el gobierno hablan de “desestabilización”. Es lo que ocurre en Santa Cruz, bastión de los Kirchner, donde ayer mismo empezaron los saqueos y hasta los efectivos de Infantería que custodian el Mausoleo de Néstor K. amenazaron con retirarse en el marco del paro que los policías de esa provincia llevan adelante desde hace cuatro días.
Para medir el nivel de crispación que hay en estas horas, debe decirse que un grupo de trabajadores de la UOCRA tomó este jueves de manera violenta la sede del gremio en Caleta Olivia, Santa Cruz. Quemaron una camioneta y hubo agresiones físicas entre algunos de los presentes. Lo suspicaz es que la custodia policíaca del lugar fue mínima.
Fuentes del gobierno de Daniel Peralta admitieron a diario Clarín que la situación es muy delicada. “Las ciudades están desprotegidas: no se patrullan ni alcanza el personal para atender las denuncias más básicas. En la capital, Río Gallegos, y también en Caleta Olivia, solo por poner algunos casos, se sucedieron algunos hechos delictivos, como un robo colectivo a un local de Garbarino”, según ese matutino.
A su vez, la reunión organizada entre los sectores que negocian una salida al conflicto policial, terminó sin resultados positivos. “La situación conflictiva de la policía provincial no se destraba y el gobierno no acierta a convencer a los autoconvocados de aceptar una propuesta que contiene un 34% de aumento a pagar desde el mes de enero, con retroactividad a agosto. Los efectivos han señalado como inamovible el porcentaje solicitado del 45% y relegaron la discusión de los demás ítems del petitorio, a un acuerdo inicial por salarios”, asegura el sitio OPI Santa Cruz.
Según la misma agencia, en horas de la tarde los autoconvocados pedían retirar la guardia de seguridad que permanece 24 horas dentro del cementerio, custodiando el Mausoleo de la familia Kirchner. Ante esta posibilidad, fuentes internas de la Jefatura, señalaron que “hubo corridas y medidas preventivas para que ello no ocurriera”. Finalmente, la seguridad del edificio mortuorio siguió bajo la custodia de personal de Infantería de la policía provincial.
La preocupación es tal, que el Gobernador Peralta dio la orden de no hacer declaraciones públicas hasta hoy viernes, momento en que se conocerá la postura del gobierno.
¿Será una postal de lo que ocurrirá en Buenos Aires y otras provincias?
José María González