De manera imprevista, policías santacruceños asentados la localidad de Caleta Olivia se acuartelaron este jueves por un reclamo salarial, en el marco de disputas internas en esa fuerza de seguridad provincial.
Ello hizo recrudecer los temores ya existentes de una posible revuelta social, que anticiparía —según temores de la Casa Rosada— lo que se espera realmente para diciembre.
El reclamo de los policías comenzó con la modalidad de "quite de colaboración" y luego de una asamblea a la que concurrió el ministro de Gobierno de la provincia —quien confirmó que la Provincia no está en condiciones de dar nuevos aumentos salariales— los efectivos decidieron autoacuartelarse.
La situación afectaba el servicio de cuatro de las cinco comisarías que tiene la localidad del norte provincial.
El movimiento comenzó fogoneado por el sector disidente de la Asociación Policial santacruceña que perdió las elecciones dos meses atrás, desconociendo lo acordado en el Consejo del Salario que se conformó para el sector policial luego del gran autoacuartelamiento ocurrido en el año 2012.
En estas horas, frente a lo sucedido, funcionaros del Ejecutivo de esa provincia hablaron con el Ministerio de Interior de la Nación y se puso en acción el Comité de Seguridad Interior, cuyo comando se instaló en la sede de Prefectura Naval Argentina.
Se intenta resolver la situación antes de que ocurra el ya consabido efecto contagio en otras provincias. También se busca desactivar cualquier intento de que agrupaciones que supieron hacerse conocidas con los “cacerolazos” en el pasado, puedan aprovechar la oportunidad.